Experta de Unesco remarca que la educación continua debe combatir la desigualdad en A.L.

En la idea que la educación continua debe tener como uno de sus principales ejes la reducción de la inequidad en América Latina, la directora de la oficina Regional de Educación de la Unesco, Cecilia Barbieri, sostuvo: “Debemos cambiar un mundo que no siempre reflexiona y educar para transformar vidas”. Las reflexiones las vertió en el marco del Primer Seminario de Educación Continua organizado por el Cuech y que reunió a más de 80 profesionales y a expositores internacionales en Chile.
“Es un mecanismo que te abre las puertas a nivel laboral y como ciudadano, porque te hace pensar, valorar las cosas desde otro criterio, te da contactos y desarrolla tus competencias”, sostuvo.

Más de 80 profesionales y conferencistas internacionales se reunieron en el Primer Seminario de Educación Continua, que reunió a los directores de este ámbito de todos los planteles que conforman el Consorcio de Universidades del Estado de Chile, además de profesionales, académicos y especialistas del área.

Los asistentes se congregaron en el Museo de la Educación Gabriela Mistral para reflexionar en torno al rol de las instituciones en la trayectoria de aprendizaje de las personas a lo largo de sus vidas, desde una perspectiva de equidad.

Precisamente aún no existe un consenso respecto al concepto de Educación Continua. Sin embargo, los expertos explican que consiste en las oportunidades de las personas para estudiar y perfeccionarse en cualquier momento de su vida e involucra también el acceso a la universidad a quienes tengan o no título universitario, a través de la realización de cursos o diplomados.

Abrió el evento la directora de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (Orealc/Unesco Santiago), Cecilia Barbieri, quien en su conferencia expuso los antecedentes globales respecto a la Educación Continua y los avances que los países han alcanzado en el tema.

En ese sentido abordó pactos como la Declaración de Lima de 2014, donde se recogen los acuerdos de los ministros de Educación en torno a los principales aspectos de la educación en la región y los ejes estratégicos para avanzar en la garantía del Derecho a la Educación, con miras a la agenda 2030, a través de la priorización de la equidad y la pertinencia.

En 2015 apareció la Agenda 2030-Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, y ella entra por primera vez el concepto de “aprendizaje a lo largo de la vida”, lo que ahora se entiende por Educación Continua.

Y con la Declaración de Buenos Aires en 2017, se acordaron las prioridades educativas para América Latina y el Caribe hacia el 2030, las que deben contribuir a eliminar la pobreza, reducir la inequidad y promover el cuidado del medio ambiente a través de una educación de calidad inclusiva y aprendizaje a lo largo de la vida.

Todo esto desde la base de que el mayor desafío para el progreso socioeconómico es la desigualdad. “Debemos cambiar un mundo que no siempre reflexiona y educar para transformar vidas”, aseguró Barbieri.

En ese aspecto, y tras las reuniones de los países latinoamericanos y caribeños, es posible concluir que existe un retraso en pensar el desarrollo educativo, además de una lentitud de las acciones. Otro problema recurrente es que no se ha logrado implementar nuevas innovaciones, sino que se está haciendo más de lo mismo.

Por ello, Barbieri sostuvo que es necesario alcanzar una educación sin límites y barreras, y que sea relevante y pertinente. De este modo, deberían repensarse los diseños educativos y que la universidad fortalezca la institucionalidad y el rol social.

Experiencias de Formación Continua

Para aportar con sus prácticas en el tema fueron invitados el subdirector de Servicio al Cliente del IPS del Gobierno, Juan José Cárcamo; el director del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas del Mineduc, Jaime Veas; el gerente general de la empresa Cical, José Antonio Maiza, y el director de Indo Consultores y Colaboral, Daniel Calderón.

El representante del Instituto de Previsión Social, Juan José Cárcamo, detalló que esta repartición gubernamental ha alcanzado el Premio Excelencia Institucional durante cuatro años (2011-2014-2015-2016), resaltando sus métodos de capacitación continua a funcionarios.

En esa línea destacó la ejecución del programa de formación en atención ciudadana y seguridad social “Alma”, dirigido a los trabajadores y trabajadoras del Instituto, quienes diariamente deben atender a los sectores más pobres del país. “Le pusimos este nombre porque queremos que ellos pongan el alma en lo que hacen”, subrayó.

Por su parte, Jaime Veas, explicó que la Ley de Desarrollo Docente, creada en el primer Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, fue la manera de revertir las bajas cifras de especialización que había entre los profesores de segundo ciclo de educación básica.

Con esto se busca formar profesionales en territorios escolares, un cuerpo académico idóneo al perfil de egreso, una relación bidireccional con el medio y postítulos de mención. “Creemos que la educación es desarrollo, por lo tanto, la formación de nuestros docentes debe ser pertinente y contextualizada”, sentenció.

Recordemos que de acuerdo al último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Chile es un país menos pobre que hace 30 años, pero más desigual.

Modelo español

La doctora en Ciencias de la Educación y académica de la Universidad Autónoma de Barcelona, Pilar Pineda, fue la encargada de cerrar el seminario con una clase magistral sobre la Formación Continua en España. La profesional llegó a nuestro país invitada por la Universidad de Santiago.

En su intervención, la Dra. Pineda realizó un recorrido por la realidad de la Educación Continua en España, donde esta es un derecho y muchas veces es gratuita, ya que se trata de una política pública.

“Es un mecanismo que te abre las puertas a nivel laboral y como ciudadano, porque te hace pensar, valorar las cosas desde otro criterio, te da contactos y desarrolla tus competencias”, sostuvo.

A juicio de la especialista, el mundo cambia de manera muy rápida, por lo que “no nos podemos quedar sólo con la educación básica que recibimos. La formación continua es un elemento de equidad y desarrollo”, aseguró.

Entre los desafíos que existen, según Pineda, está el detectar bien las necesidades de las personas para hacer una buena oferta y luego elaborar un diseño que huya de lo que sería la educación clásica y unidireccional de las aulas.

Esto último pensando en el trabajo con adultos, quienes cuentan con poco tiempo y buscan cosas prácticas y la aplicación temprana de los conocimientos. “A nivel metodológico el desafío es conseguir desarrollar competencias con metodologías activas y en poco tiempo: poco tiempo y mucha calidad sería la fórmula”, enfatizó.

Para Pineda, otro desafío es evaluar los frutos, ya que “quien recibe esta educación continua quiere resultados, quiere que eso le sirva, no está para perder tiempo. Medir y evidenciarlo es muy importante”.

Por último indicó que en el caso de Chile un reto tiene relación con la equidad, pues es un país con un alto nivel de desigualdad. “Aquí suele pasar que quien accede a la educación continua es la persona más formada, mientras que los más necesitados no acceden”, relató.

En esa línea, agregó, corresponde a un desafío importante pero a nivel de política de Estado, puesto que si no se trabaja eso, la brecha de desigualdad aumenta aún más. 

Desde la U. de Santiago

La representación de nuestro plantel, estuvo a cargo del Departamento de Educación Continua. Su directora Cristina Arenas Mejías, quien además es parte de la coordinación de la red, aseguró que el tema del seminario es una práctica que la Universidad viene realizando desde los últimos dos años, principalmente promoviendo espacios de reflexión que visibilicen el área.

“Esto no solo a nivel institucional sino que el aporte que el área formativa hace en la sociedad. Como Universidad de Santiago estuvimos muy involucrados en la realización de este seminario, ya que es nuestro compromiso aportar en la generación de conocimiento del área”, agregó Arenas.

Para la profesional, son muchos los desafíos que tiene la universidad, y en ese sentido, dijo que hay distintas unidades académicas y del Gobierno Central que están trabajando de diferentes formas para fortalecer el área de educación continua, desde la impulsión de un reglamento y una política institucional.

No obstante, según ella, el principal desafío tiene que ver con la visibilización de la educación continua como área formativa. “Debe atender a las necesidades de formación del entorno y la sociedad, adaptarse, entregar conocimientos más innovadores y con un propósito desde la formación”, detalló.

Política pública

El coordinador de la Red de Educación Continua de las universidades estatales, Pablo González, señaló que quedaron satisfechos con la cantidad de personas que llegó al evento. Asimismo, destacó la transmisión por streaming del seminario a todo el país.

Para los organizadores, este es un primer seminario “que representó la mixtura a la que debemos responder desde los planteles del Estado sobre los desafíos de educación continua”.

“Cuando se habla de esto, y es lo que los expertos nos plantean, se habla de una diversidad de aspectos, por tanto no es un tema sencillo de abordar”, indicó González.

Por esa complejidad, agregó, se requiere que las universidades generen una “política de educación superior y que el propio Estado diseñe una política pública para responder a esa complejidad, a las necesidades del país y de las personas”.

De acuerdo al coordinador, esta iniciativa es un primer aporte desde la red a la construcción de programas nacionales de educación continua que estén normados, regulados y financiados por el Estado.

Autor: 
Carolina Reyes Salazar
Fotografía: 
Hugo Salas