Impiden la eyección del pasajero en caso de colisión o volcamiento, que es el principal motivo de muerte, sostiene Alfonso Busquets, académico del postítulo en Prevención de Riesgos de la Universidad de Santiago de Chile.

Se inicia Semana Santa y con ella el éxodo de cientos de miles de personas hacia distintos puntos del país. Ante este panorama, se ha reforzado la fiscalización en terminales de buses y se decretó el uso obligatorio de cinturón de seguridad en todos los buses interurbanos, cuyo año de fabricación es 2008 o posterior.

Alfonso Busquets, profesor del postítulo en Prevención de Riesgos de la Universidad de Santiago de Chile, valoró la medida, aunque estima que deja de proteger a un gran porcentaje de usuarios. “Es un error no exigir por decreto el uso de cinturón de seguridad en todos los buses, independiente de su año de fabricación. Instalar cinturones de seguridad no es una tarea difícil, ni tampoco es caro. La normativa debe ser retroactiva. La gran mayoría de los buses son anteriores a 2008”, sentenció Busquets.

El experto en prevención de riesgos de la Usach, hace hincapié en esta omisión, porque el tipo de cinturón que se usa en los buses es efectivo para evitar o reducir  los índices de mortalidad. “Los cinturones de dos puntas de los buses evitan que ante  una  colisión, una persona salga eyectada; la gran cantidad de muertes se debe a que salen disparadas o se transforman en carga muerta en caso de volcamiento. Justamente  esto es lo que se desea evitar”.

Pese a ello, advirtió Busquets, el cinturón de dos puntas no evitará un desplazamiento de la zona del torso y la cabeza hacia adelante y “es probable que el/la pasajero/a se golpee con el asiento de adelante si va durmiendo, pero aún así, la protección que otorga es importante, sobre todo en los viajes de día. Es el mejor método de protección disponible en la actualidad”, afirmó.  

Buses de dos pisos

Consultado por la seguridad que ofrecen los buses de dos pisos, cuestionada por algunos expertos, Alfonso Busquets, plantea que estas máquinas cumplen con las especificaciones de seguridad exigidas, aunque recomienda no usarlos en trayectos cortos.

“Los buses de dos pisos llevan una carga mayor (en la parte baja) en los viajes de mayor trayecto, debido a la cantidad de bultos y maletas que transportan. No son recomendables, por ende, para viajes cortos, en que se lleva una carga de equipaje menor”.

El experto en prevención de  riesgo de la Usach concluye, poniendo énfasis  en que los conductores de los buses de dos pisos, deben tener otra preparación y mayores exigencias que las de un bus normal.

Es una de las recomendaciones que hace el experto en prevención de riesgos, de la Universidad de Santiago, Iván Olivares, al analizar las causas que desencadenaron la trágica colisión en que se vieron involucrados hoy, en la ruta 68, más de 50 vehículos.

Que la realidad puede superar a la ficción es una frase que se vio reflejada con creces en el accidente automovilístico ocurrido la mañana del miércoles (13) en el kilómetro 67 de la Ruta 68, en el cruce hacia Algarrobo.

Más de 50 vehículos, entre camiones, buses y autos particulares se vieron involucrados en la tragedia que, según cifras oficiales entregadas por el Gobierno, contabiliza, hasta ahora, cinco víctimas fatales.

Sin embargo, y más allá de las lamentables cifras que dejó esta colisión múltiple, el Jefe de la Unidad de Prevención de Riesgos de la Universidad de Santiago de Chile, Iván Olivares, analizó algunas de las causas que explicarían un accidente de estas magnitudes.

De acuerdo con el experto en prevención de riesgos "desde el punto de vista de esta disciplina, todo accidente que no sea causado por fuerzas de la naturaleza, es decir que escapan al control del ser humano, es evitable. En este sentido, dado que el accidente está asociado con la escasa visibilidad, producto de la densa niebla y las quemazones no autorizadas, las causas deben ser investigadas".

La combinación del factor climático, escasa visibilidad y pisos resbaladizos, junto a las altas velocidades que los conductores alcanzan en una ruta como ésta, que promedia los 100 kilómetros por hora, "sin duda aumentan las posibilidades de un accidente. Entonces, la fórmula es simplemente reducir la velocidad lo más que se pueda, conducir siempre a la defensiva, y cuando las condiciones son extremas, incluso es recomendable dejar de conducir hasta que baje la densidad de la neblina", puntualiza el profesional, quien también dicta charlas de conducta vial.

El uso de las luces bajas para evitar el efecto de "espejo" o de encandilamiento, las luces neblineras y una distancia considerable -de tres segundos en circunstancias normales, la que debe doblarse ante condiciones de baja visibilidad-, además de evitar las maniobras bruscas, son algunas de las recomendaciones que hace Iván Olivares.

El especialista concluye que la investigación podría, incluso, determinar que las responsabilidades estén asociadas a las quemas de pastizales en forma ilegal, tesis que hasta el momento es manejada como una de las líneas de investigación a cargo de la Fiscalía que lleva el caso.

Alfonso Busquets, experto en prevención de riesgos de la Usach, aseguró que si un vehículo de traslado de escolares  no cumple con todos los requisitos estipulados  en la  normativa, debe ser marginado y no ser contratado, ni por el colegio ni por los padres, aunque resulte más económico.  

Consternación produjo esta mañana el accidente de tránsito entre un furgón escolar y un bus del Transantiago que hasta el momento deja un saldo de dos niños muertos y 6 heridos graves. El vehículo escolar, que no respetó un disco pare, no contaba con cinturones de seguridad para los niños que, en este  caso, eran pequeños de  sólo entre 6 y 12 años de edad.  

Alfonso Busquets, docente del postítulo en Prevención de Riesgos de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), aseguró que hay una norma para este tipo de transporte que es muy clara y que debe ser respetada por los conductores. Entre otras obligaciones, contempla el uso de baliza, color amarillo, cinturones de seguridad para todos los pasajeros y asientos especiales para niños pequeños. No obstante, a su juicio, la primera responsabilidad es de los colegios y de los padres, pues  son ellos quienes deben velar por el cumplimiento de las normas de seguridad.  

“Los directores de los establecimientos  educacionales no pueden aceptar que cualquier vehículo se instale fuera de su colegio sin estar autorizado, por lo mismo, deben contar con un listado detallado de los transportes que  sí lo están y que, necesariamente,  deben cumplir con la norma de seguridad. Al hacerlo se segrega de inmediato a los que no cumplen”, aseveró Busquets.  

La segunda responsabilidad, aunque no menos importante, es de la familia del escolar, asegura el experto de la Usach. “Los padres tienen que saber en qué vehículos están siendo transportados sus hijos y quiénes los conducen, no pueden desentenderse; es su responsabilidad. La calidad de los conductores es otro aspecto que no se debe descuidar”, enfatizó.  

Pese a lo lamentable de este accidente y sus consecuencias, Alfonso Busquets cree que el sistema de transporte escolar del país es seguro y por ello no se debe poner en cuestión, sino que  basta  con hacer cumplir  la  normativa. “No por este accidente podemos opacar a todo el sistema de transporte escolar del país. Es muy grande la cantidad de transportes escolares nuevos, cuyos dueños se han preocupado de cumplir con todas las normas de seguridad”, concluyó.

Impiden la eyección del pasajero en caso de colisión o volcamiento, que es el principal motivo de muerte, sostiene Alfonso Busquets, académico del postítulo en Prevención de Riesgos de la Universidad de Santiago de Chile.

Se inicia Semana Santa y con ella el éxodo de cientos de miles de personas hacia distintos puntos del país. Ante este panorama, se ha reforzado la fiscalización en terminales de buses y se decretó el uso obligatorio de cinturón de seguridad en todos los buses interurbanos, cuyo año de fabricación es 2008 o posterior.

Alfonso Busquets, profesor del postítulo en Prevención de Riesgos de la Universidad de Santiago de Chile, valoró la medida, aunque estima que deja de proteger a un gran porcentaje de usuarios. “Es un error no exigir por decreto el uso de cinturón de seguridad en todos los buses, independiente de su año de fabricación. Instalar cinturones de seguridad no es una tarea difícil, ni tampoco es caro. La normativa debe ser retroactiva. La gran mayoría de los buses son anteriores a 2008”, sentenció Busquets.

El experto en prevención de riesgos de la Usach, hace hincapié en esta omisión, porque el tipo de cinturón que se usa en los buses es efectivo para evitar o reducir  los índices de mortalidad. “Los cinturones de dos puntas de los buses evitan que ante  una  colisión, una persona salga eyectada; la gran cantidad de muertes se debe a que salen disparadas o se transforman en carga muerta en caso de volcamiento. Justamente  esto es lo que se desea evitar”.

Pese a ello, advirtió Busquets, el cinturón de dos puntas no evitará un desplazamiento de la zona del torso y la cabeza hacia adelante y “es probable que el/la pasajero/a se golpee con el asiento de adelante si va durmiendo, pero aún así, la protección que otorga es importante, sobre todo en los viajes de día. Es el mejor método de protección disponible en la actualidad”, afirmó.  

Buses de dos pisos

Consultado por la seguridad que ofrecen los buses de dos pisos, cuestionada por algunos expertos, Alfonso Busquets, plantea que estas máquinas cumplen con las especificaciones de seguridad exigidas, aunque recomienda no usarlos en trayectos cortos.

“Los buses de dos pisos llevan una carga mayor (en la parte baja) en los viajes de mayor trayecto, debido a la cantidad de bultos y maletas que transportan. No son recomendables, por ende, para viajes cortos, en que se lleva una carga de equipaje menor”.

El experto en prevención de  riesgo de la Usach concluye, poniendo énfasis  en que los conductores de los buses de dos pisos, deben tener otra preparación y mayores exigencias que las de un bus normal.

Es una de las recomendaciones que hace el experto en prevención de riesgos, de la Universidad de Santiago, Iván Olivares, al analizar las causas que desencadenaron la trágica colisión en que se vieron involucrados hoy, en la ruta 68, más de 50 vehículos.

Que la realidad puede superar a la ficción es una frase que se vio reflejada con creces en el accidente automovilístico ocurrido la mañana del miércoles (13) en el kilómetro 67 de la Ruta 68, en el cruce hacia Algarrobo.

Más de 50 vehículos, entre camiones, buses y autos particulares se vieron involucrados en la tragedia que, según cifras oficiales entregadas por el Gobierno, contabiliza, hasta ahora, cinco víctimas fatales.

Sin embargo, y más allá de las lamentables cifras que dejó esta colisión múltiple, el Jefe de la Unidad de Prevención de Riesgos de la Universidad de Santiago de Chile, Iván Olivares, analizó algunas de las causas que explicarían un accidente de estas magnitudes.

De acuerdo con el experto en prevención de riesgos "desde el punto de vista de esta disciplina, todo accidente que no sea causado por fuerzas de la naturaleza, es decir que escapan al control del ser humano, es evitable. En este sentido, dado que el accidente está asociado con la escasa visibilidad, producto de la densa niebla y las quemazones no autorizadas, las causas deben ser investigadas".

La combinación del factor climático, escasa visibilidad y pisos resbaladizos, junto a las altas velocidades que los conductores alcanzan en una ruta como ésta, que promedia los 100 kilómetros por hora, "sin duda aumentan las posibilidades de un accidente. Entonces, la fórmula es simplemente reducir la velocidad lo más que se pueda, conducir siempre a la defensiva, y cuando las condiciones son extremas, incluso es recomendable dejar de conducir hasta que baje la densidad de la neblina", puntualiza el profesional, quien también dicta charlas de conducta vial.

El uso de las luces bajas para evitar el efecto de "espejo" o de encandilamiento, las luces neblineras y una distancia considerable -de tres segundos en circunstancias normales, la que debe doblarse ante condiciones de baja visibilidad-, además de evitar las maniobras bruscas, son algunas de las recomendaciones que hace Iván Olivares.

El especialista concluye que la investigación podría, incluso, determinar que las responsabilidades estén asociadas a las quemas de pastizales en forma ilegal, tesis que hasta el momento es manejada como una de las líneas de investigación a cargo de la Fiscalía que lleva el caso.

Alfonso Busquets, experto en prevención de riesgos de la Usach, aseguró que si un vehículo de traslado de escolares  no cumple con todos los requisitos estipulados  en la  normativa, debe ser marginado y no ser contratado, ni por el colegio ni por los padres, aunque resulte más económico.  

Consternación produjo esta mañana el accidente de tránsito entre un furgón escolar y un bus del Transantiago que hasta el momento deja un saldo de dos niños muertos y 6 heridos graves. El vehículo escolar, que no respetó un disco pare, no contaba con cinturones de seguridad para los niños que, en este  caso, eran pequeños de  sólo entre 6 y 12 años de edad.  

Alfonso Busquets, docente del postítulo en Prevención de Riesgos de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), aseguró que hay una norma para este tipo de transporte que es muy clara y que debe ser respetada por los conductores. Entre otras obligaciones, contempla el uso de baliza, color amarillo, cinturones de seguridad para todos los pasajeros y asientos especiales para niños pequeños. No obstante, a su juicio, la primera responsabilidad es de los colegios y de los padres, pues  son ellos quienes deben velar por el cumplimiento de las normas de seguridad.  

“Los directores de los establecimientos  educacionales no pueden aceptar que cualquier vehículo se instale fuera de su colegio sin estar autorizado, por lo mismo, deben contar con un listado detallado de los transportes que  sí lo están y que, necesariamente,  deben cumplir con la norma de seguridad. Al hacerlo se segrega de inmediato a los que no cumplen”, aseveró Busquets.  

La segunda responsabilidad, aunque no menos importante, es de la familia del escolar, asegura el experto de la Usach. “Los padres tienen que saber en qué vehículos están siendo transportados sus hijos y quiénes los conducen, no pueden desentenderse; es su responsabilidad. La calidad de los conductores es otro aspecto que no se debe descuidar”, enfatizó.  

Pese a lo lamentable de este accidente y sus consecuencias, Alfonso Busquets cree que el sistema de transporte escolar del país es seguro y por ello no se debe poner en cuestión, sino que  basta  con hacer cumplir  la  normativa. “No por este accidente podemos opacar a todo el sistema de transporte escolar del país. Es muy grande la cantidad de transportes escolares nuevos, cuyos dueños se han preocupado de cumplir con todas las normas de seguridad”, concluyó.

Es una de las recomendaciones que hace el experto en prevención de riesgos, de la Universidad de Santiago, Iván Olivares, al analizar las causas que desencadenaron la trágica colisión en que se vieron involucrados hoy, en la ruta 68, más de 50 vehículos.

Que la realidad puede superar a la ficción es una frase que se vio reflejada con creces en el accidente automovilístico ocurrido la mañana del miércoles (13) en el kilómetro 67 de la Ruta 68, en el cruce hacia Algarrobo.

Más de 50 vehículos, entre camiones, buses y autos particulares se vieron involucrados en la tragedia que, según cifras oficiales entregadas por el Gobierno, contabiliza, hasta ahora, cinco víctimas fatales.

Sin embargo, y más allá de las lamentables cifras que dejó esta colisión múltiple, el Jefe de la Unidad de Prevención de Riesgos de la Universidad de Santiago de Chile, Iván Olivares, analizó algunas de las causas que explicarían un accidente de estas magnitudes.

De acuerdo con el experto en prevención de riesgos "desde el punto de vista de esta disciplina, todo accidente que no sea causado por fuerzas de la naturaleza, es decir que escapan al control del ser humano, es evitable. En este sentido, dado que el accidente está asociado con la escasa visibilidad, producto de la densa niebla y las quemazones no autorizadas, las causas deben ser investigadas".

La combinación del factor climático, escasa visibilidad y pisos resbaladizos, junto a las altas velocidades que los conductores alcanzan en una ruta como ésta, que promedia los 100 kilómetros por hora, "sin duda aumentan las posibilidades de un accidente. Entonces, la fórmula es simplemente reducir la velocidad lo más que se pueda, conducir siempre a la defensiva, y cuando las condiciones son extremas, incluso es recomendable dejar de conducir hasta que baje la densidad de la neblina", puntualiza el profesional, quien también dicta charlas de conducta vial.

El uso de las luces bajas para evitar el efecto de "espejo" o de encandilamiento, las luces neblineras y una distancia considerable -de tres segundos en circunstancias normales, la que debe doblarse ante condiciones de baja visibilidad-, además de evitar las maniobras bruscas, son algunas de las recomendaciones que hace Iván Olivares.

El especialista concluye que la investigación podría, incluso, determinar que las responsabilidades estén asociadas a las quemas de pastizales en forma ilegal, tesis que hasta el momento es manejada como una de las líneas de investigación a cargo de la Fiscalía que lleva el caso.

Impiden la eyección del pasajero en caso de colisión o volcamiento, que es el principal motivo de muerte, sostiene Alfonso Busquets, académico del postítulo en Prevención de Riesgos de la Universidad de Santiago de Chile.

Se inicia Semana Santa y con ella el éxodo de cientos de miles de personas hacia distintos puntos del país. Ante este panorama, se ha reforzado la fiscalización en terminales de buses y se decretó el uso obligatorio de cinturón de seguridad en todos los buses interurbanos, cuyo año de fabricación es 2008 o posterior.

Alfonso Busquets, profesor del postítulo en Prevención de Riesgos de la Universidad de Santiago de Chile, valoró la medida, aunque estima que deja de proteger a un gran porcentaje de usuarios. “Es un error no exigir por decreto el uso de cinturón de seguridad en todos los buses, independiente de su año de fabricación. Instalar cinturones de seguridad no es una tarea difícil, ni tampoco es caro. La normativa debe ser retroactiva. La gran mayoría de los buses son anteriores a 2008”, sentenció Busquets.

El experto en prevención de riesgos de la Usach, hace hincapié en esta omisión, porque el tipo de cinturón que se usa en los buses es efectivo para evitar o reducir  los índices de mortalidad. “Los cinturones de dos puntas de los buses evitan que ante  una  colisión, una persona salga eyectada; la gran cantidad de muertes se debe a que salen disparadas o se transforman en carga muerta en caso de volcamiento. Justamente  esto es lo que se desea evitar”.

Pese a ello, advirtió Busquets, el cinturón de dos puntas no evitará un desplazamiento de la zona del torso y la cabeza hacia adelante y “es probable que el/la pasajero/a se golpee con el asiento de adelante si va durmiendo, pero aún así, la protección que otorga es importante, sobre todo en los viajes de día. Es el mejor método de protección disponible en la actualidad”, afirmó.  

Buses de dos pisos

Consultado por la seguridad que ofrecen los buses de dos pisos, cuestionada por algunos expertos, Alfonso Busquets, plantea que estas máquinas cumplen con las especificaciones de seguridad exigidas, aunque recomienda no usarlos en trayectos cortos.

“Los buses de dos pisos llevan una carga mayor (en la parte baja) en los viajes de mayor trayecto, debido a la cantidad de bultos y maletas que transportan. No son recomendables, por ende, para viajes cortos, en que se lleva una carga de equipaje menor”.

El experto en prevención de  riesgo de la Usach concluye, poniendo énfasis  en que los conductores de los buses de dos pisos, deben tener otra preparación y mayores exigencias que las de un bus normal.

Alfonso Busquets, experto en prevención de riesgos de la Usach, aseguró que si un vehículo de traslado de escolares  no cumple con todos los requisitos estipulados  en la  normativa, debe ser marginado y no ser contratado, ni por el colegio ni por los padres, aunque resulte más económico.  

Consternación produjo esta mañana el accidente de tránsito entre un furgón escolar y un bus del Transantiago que hasta el momento deja un saldo de dos niños muertos y 6 heridos graves. El vehículo escolar, que no respetó un disco pare, no contaba con cinturones de seguridad para los niños que, en este  caso, eran pequeños de  sólo entre 6 y 12 años de edad.  

Alfonso Busquets, docente del postítulo en Prevención de Riesgos de la Universidad de Santiago de Chile (Usach), aseguró que hay una norma para este tipo de transporte que es muy clara y que debe ser respetada por los conductores. Entre otras obligaciones, contempla el uso de baliza, color amarillo, cinturones de seguridad para todos los pasajeros y asientos especiales para niños pequeños. No obstante, a su juicio, la primera responsabilidad es de los colegios y de los padres, pues  son ellos quienes deben velar por el cumplimiento de las normas de seguridad.  

“Los directores de los establecimientos  educacionales no pueden aceptar que cualquier vehículo se instale fuera de su colegio sin estar autorizado, por lo mismo, deben contar con un listado detallado de los transportes que  sí lo están y que, necesariamente,  deben cumplir con la norma de seguridad. Al hacerlo se segrega de inmediato a los que no cumplen”, aseveró Busquets.  

La segunda responsabilidad, aunque no menos importante, es de la familia del escolar, asegura el experto de la Usach. “Los padres tienen que saber en qué vehículos están siendo transportados sus hijos y quiénes los conducen, no pueden desentenderse; es su responsabilidad. La calidad de los conductores es otro aspecto que no se debe descuidar”, enfatizó.  

Pese a lo lamentable de este accidente y sus consecuencias, Alfonso Busquets cree que el sistema de transporte escolar del país es seguro y por ello no se debe poner en cuestión, sino que  basta  con hacer cumplir  la  normativa. “No por este accidente podemos opacar a todo el sistema de transporte escolar del país. Es muy grande la cantidad de transportes escolares nuevos, cuyos dueños se han preocupado de cumplir con todas las normas de seguridad”, concluyó.