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Usach es la tercera institución que más crece en adjudicación de proyectos de investigación

Usach es la tercera institución que más crece en adjudicación de proyectos de investigación

Una treintena de proyectos de investigación, vinculados al área política, la astronomía, la historia, la física y la química, entre otros, comenzarán a ser analizados en la Universidad de Santiago a partir de este año.

El Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt), dio a conocer los resultados del concurso para el año 2011. En esta instancia, la Universidad de Santiago de Chile, obtuvo una importante alza, respecto del año anterior.

Esta Casa de Estudios Superiores se adjudicó un total de 31 proyectos, los cuales corresponden al 47% del total de proyectos postulados por la Usach. Así mismo, esta cifra constituye un incremento del 47,6% de investigaciones aprobadas con respecto al concurso del año anterior, en el cual la Universidad sólo se adjudicó 21 proyectos.

El desglose del número de proyectos aprobados por facultades es el siguiente: Facultad de Química y Biología: 8, Facultad de Ciencia: 8, Instituto de Estudios Avanzados: 5, Facultad de Ingeniería: 4, Facultad de Humanidades: 4, y Facultad Tecnológica: 2.

Dentro de este escenario, proyectos tan diversos como obtener una cartografía del pensamiento internacionalista latinoamericano o trabajos con nanoestructuras y nanopartículas, pasando por las ciencias de la tierra y las turbulencias en el espacio y su impacto en el clima, incluso estudios de partidos políticos de nuestro país o sobre el optimismo y el bienestar, serán abordados por los investigadores de la Universidad de Santiago de Chile.

Con estos resultados, la Usach se convirtió en la tercera Institución de educación superior que experimentó una variación positiva en la adjudicación de proyectos respecto a la versión 2010 de este concurso, tras la UC de Valparaíso y la U. de Chile.

El Vicerrector de Investigación y Desarrollo de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Mauricio Escudey, evaluó de manera satisfactoria estos resultados, resaltando el buen desempeño de la Institución y destacando que el rendimiento fue positivo en todos los aspectos tanto en la cantidad de proyectos, como en el porcentaje de aprobación logrado.

Además, el Dr. Escudey agregó que aunque el fondo aumentó su porcentaje de adjudicación en un 22%, la Usach llegó a un 47%, superando esta alza de proyección natural en más del doble. Así mismo, la relación entre proyectos aprobados y concursados, en su versión 2011, promedió 30,2%, cifra que fue largamente superada por el 47% de adjudicación de la Usach.

Un factor importante que se debe considerar al momento realizar análisis de los resultados del concurso Fondecyt, es el número de académicos que componen las universidades.

En esta línea, el Dr. Mauricio Escudey remarca que "nos consolidamos claramente en el cuarto lugar en términos de número de proyectos aprobados, lejos del quinto y superados sólo por instituciones que tienen el doble o más del doble de académicos que los que posee la Usach", explicó.

Fondecyt financia proyectos de investigación de excelencia, sin distinción de disciplinas o procedencia institucional. Y en esta misma línea fue que las diversas facultades e institutos que componen la Usach se adjudicaron fondos para desarrollar trabajo de punta en las más diversas áreas del conocimiento.

Nuevo aporte de la Universidad a la industria nacional: Desarrollan innovador envase fungicida y amigable con el medio ambiente

Nuevo aporte de la Universidad a la industria nacional: Desarrollan innovador envase fungicida y amigable con el medio ambiente

  • Se trata de un film desarrollado por la académica Dra. Paula Zapata (en la fotografía), de la Facultad de Química y Biología, que permite una degradación del material plástico en un máximo de tres años gracias al uso de compuestos naturales. La innovación busca solucionar un problema recurrente en la industria alimentaria: la contaminación por microorganismos producida entre la fase de producción y la adquisición del alimento por parte del consumidor. 

 





Un envase con doble funcionalidad fue desarrollado por la Dra. Paula Zapata, académica de la Facultad de Química y Biología. Esta iniciativa, ejecutada gracias a recursos de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y el Gobierno Regional Metropolitano, busca solucionar un problema recurrente en la industria alimentaria, como es la contaminación por microorganismos producida entre la fase de producción y la adquisición del alimento por parte del consumidor.

Según explicó la investigadora el principal aporte de este proyecto, respecto a otros productos ya existentes, es que “cuenta con una propiedad fungicida o biocida y, la segunda, es que posee un polímero que permite que el envase sea más sustentable con el medio ambiente”.

Para el desarrollo de este film el equipo buscó agentes de fuentes naturales y nanopartículas que no generaran toxicidad, con la finalidad de mantener la inocuidad de los alimentos y la seguridad en la salud de los seres humanos.

Transferir al mercado 

La académica señaló que este desarrollo tecnológico puede tener aplicaciones en diferentes industrias, por lo que considera que su transferencia al mercado es un objetivo alcanzable. Para avanzar en este camino, el pasado martes (6) presentaron los resultados frente a una serie de empresas como Soprole, Multi Sport, Agrosuper, entre otras.

“Tengo expectativa de que el proceso de transferencia tecnológica sea exitoso, la transferencia presenta varias etapas de dificultad pero con trabajo y buena comunicación con la empresa, sabiendo qué es lo que quieren y lo que necesitan, se puede lograr”, indicó la académica.

Para el Gerente Corporativo de la División de Envases Flexibles de Bo Packaging, Juan Pablo Castro, este proyecto representa un gran aporte para el mercado que lleva años buscando una solución a este tipo de problemáticas.

“La vinculación universidad empresa me parece de gran importancia. Soy ingeniero químico y me siento muy involucrado con estos proyectos de investigación, tenemos las puertas abiertas para seguir innovando, ya que es la única manera para que un país se pueda desarrollar”, comentó Castro.

En la actividad también estuvo presente Osvaldo Quiroz, encargado de Redes y Vinculación con el Medio de la Dirección de Gestión Tecnológica de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación, quien presentó a los empresarios las posibilidades de colaboración con esta Casa de Estudios.

En este proyecto también participaron estudiantes de pregrado y postgrado del Departamento de Ingeniería Química y de la Facultad de Química y Biología, entre ellos el Magíster Daniel Canales, quien actualmente es alumno del Doctorado en Ciencias de la Ingeniería, Mención Ciencia e Ingeniería de los Materiales. También colaboró el Dr. Franco Rabagliati, académico del Departamento de Ciencias del Ambiente. 
 

En empresa de inteligencia artificial “The Not Company”: Egresados del Plantel innovan con creación de mayonesa vegetal

En empresa de inteligencia artificial “The Not Company”: Egresados del Plantel innovan con creación de mayonesa vegetal

  • Estos investigadores buscan cambiar el concepto de alimentación con un emprendimiento de inteligencia artificial que, también, ha sido utilizado para crear lácteos y embutidos fabricados con productos 100% vegetales,  replicando el sabor, la textura y el aroma de los alimentos tradicionales.

 





Arvejas, almendras, champiñones, albahaca o romero son sólo algunos de los productos con los que un grupo de jóvenes profesionales innovan el mercado de lácteos y embutidos, cambiando la percepción de la industria alimentaria, a través de mayonesas sin huevo; leche, yogures, quesos o chocolates sin leche animal o salchichas sin carne.

Esta tecnología que es posible gracias a un emprendimiento de inteligencia artificial que usa un algoritmo matemático con forma humana denominado “Giuseppe”, permitiendo seleccionar distintas plantas y frutos almacenados en su base de datos, con los cuales crea réplicas exactas de alimentos animales.

El sistema computacional único en el mundo que desarrolla labores de food scientist (científico de los alimentos), cuenta con un colaborador humano, Sergio Aguilera, Tecnólogo en Alimentos de la Universidad de Santiago, quien destaca el secreto de la iniciativa cuando sus creadores comenzaron a idearlo.

“Desde la entrevista a cuando empecé a trabajar todo cambió. Buscaban un profesional que se manejara en ciencias, que creara recetas escalables a nivel industrial, atractivas comercialmente, con precios bajos y vida útil necesaria. Se convirtió para mí en un desafío muy atractivo”, explica.

Primero pasos de NotCo

Todo partió en enero del año 2015, cuando Matías Muchnick, Ingeniero Comercial de la Universidad Católica apostó por revolucionar la industria alimentaria luego de haber logrado posicionar en el mercado una mayonesa a base de soya.

Con el desafío de cambiar la producción animal por producción vegetal sumó al proyecto al Bioquímico egresado de la U. de Santiago Dr. Pablo Zamora,  y luego al doctor en Ciencias de la Computación y creador del algoritmo matemático Guiseppe, Karim Pichara, quien en ese entonces desempeñaba funciones en la NASA.

En el camino, según indican sus fundadores se fueron sumando las “Mentes Maestras” con fuentes de conocimiento distintas y esenciales para el proyecto, entre ellos nuestro egresado y profesor del departamento de Ingeniería en Alimentos, Sergio Aguilera (Food Scientist); Isidora Silva (Bioquímica);  y Camila Sepúlveda (Head of Sensorial Innovation), creando la empresa The Not Company.

El co-fundador del proyecto, Pablo Zamora, quien es además egresado de la Facultad de Química y Biología del Plantel y Director Científico de la Universidad de California, explica que estuvo 7 años en Estados Unidos, en donde los últimos tres trabajó en la multinacional Mars, a cargo de marcas como M&M, Pedigree y Whiskas. “En ese entonces, por mi background fui contactado por Matías para comenzar a diagramar lo que sería NotCo, que surge como un vehículo para entregar nutrición a la población de una manera inteligente, sustentable, y sin necesidad de utilizar insumos animales”, explica.

“Desde la entrevista, el proyecto ha sido muy entretenido. Al comienzo no me pudieron adelantar nada respecto a lo que se dedicaba la empresa porque era de carácter secreto. Sin embargo, la idea me resultó atractiva, es algo que no se había hecho. Si bien se hace investigación, hacer trabajos multidisciplinarios no se ve mucho, entonces, cuando te dicen que puedes ser parte de algo innovador a nivel mundial se vuelve muy atractivo y me motivó a que sin tener información acepte el riesgo”, cuenta el bioquímico Sergio Aguilera.

Alimentación del Futuro

“Hemos tenido un exposición muy grande que no esperábamos. Esto luego de una entrevista publicada por el medio internacional Al Jazeera,  quien se dio cuenta que estábamos haciendo algo muy disruptivo, cambiando un paradigma de cómo generar alimentación. Actualmente estamos trabajando con muchas ganas en ventas online, queremos impactar socialmente con estos productos”, sostiene nuestro egresado Pablo Zamora.

Mientras que para nuestro Científico de los Alimentos en la compañía, Sergio Aguilera, su formación académica ha sido vital para contribuir en los distintos procesos. “No sólo entrega conocimientos, permite resolver problemas de forma fácil, ser un profesional arriesgado, que debe estar en todas, que no abandona los desafíos. Una carrera con profesores que te entregan todas las herramientas para que puedas desempeñarte bien”, sostiene.

Actualmente la compañía termina de ejecutar la primera ronda de inversión para operar la empresa, y esperan en el siguiente nivel comenzar una producción que sea masiva y llegue desde supermercados hasta los negocios de barrio, para lo cual ya se encuentran levantando recursos financieros, y en un futuro comenzar venta en el extranjero.

Mientras que a través de su sitio web: www.thenotcompany.com, ya se encuentra a la venta su primer producto comercial: se trata de una mayonesa vegetal sin huevo, soya, ni elementos transgénicos, en tres sabores distintos y al mismo valor de mercado que ofrecen las mayonesas tradicionales.

Nuestro egresado Sergio Aguilera invita a los estudiantes que se insertan al mundo laboral a “ser jugado, no temerle a lo que no es tradicional, sobre todo en la industria; no tener miedo a tomar desafíos, y creerse mucho el cuento de que soy capaz, que afuera la competencia es fuerte, y que contamos con un sello único profesional de la Universidad de Santiago”, sostiene.
 

Expertos abordan estrategias para mejorar la calidad del vino

Expertos abordan estrategias para mejorar la calidad del vino

  • Diversas opciones actualmente utilizadas por la industria del vino, además del uso de las levaduras para  determinar, controlar y contrarrestar variables que pueden afectar la calidad de este producto, fueron las temáticas tratadas por diferentes expertos nacionales e internacionales en el seminario organizado por el Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta). El Dr. Jean-Luc Legras y el Dr. Bruno Blondin del INRA Sciences pour l’Oenologie, Montpellier, Francia, fueron dos de los invitados extranjeros; este último, explicó la diferencia entre la levadura seleccionada y la autóctona en la preparación del vino destacando sus ventajas y desventajas.

 






La industria vinícola constantemente busca aumentar su competitividad con soluciones sostenibles. Uno de los principales desafíos actuales de la genética y biología en hongos y levaduras es poder hacer frente a los importantes cambios ambientales que vivimos actualmente. Bajo este contexto, diversos especialistas en el área se reunieron el pasado lunes (21) en el Hotel Plaza San Francisco, en el marco del Seminario en Hongos y Levaduras del vino: del laboratorio a la mesa.

El evento fue organizado por el Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta) de la Universidad de Santiago de Chile y auspiciado por  el  proyecto CONICYT REDES 150077 y Núcleo Milenio MNFISB (Fungal Integrativa and Synthetic Biology).  Además, contó con la presencia de diferentes expositores de Francia, Estados Unidos y Chile. Entre los investigadores nacionales, se destacó la participación de dos docentes de la Universidad de Santiago y del Doctor Eduardo Agosín de la Pontificia Universidad Católica.

Este seminario trató las  diversas estrategias actualmente utilizadas en la industria del vino, además de demostrar la importancia de la levadura en el proceso para mejorar la calidad del producto a través de diversos procesos científicos.   

El Dr. Jean-Luc Legras y el Dr. Bruno Blondin del INRA Sciences pour l’Oenologie, Montpellier, Francia, fueron dos de los invitados extranjeros. Este último, explicó la diferencia entre la levadura seleccionada frente a la levadura indígena o autóctona en la preparación del vino.

“La levadura indígena puede producir vinos interesantes, pero estas levaduras  espontáneas tienen muchas cepas de diferentes especies que tienen una capacidad de fermentación que puede ser muy variable, y la fermentación no es tan rápida, con aromas más o menos buenos. A veces puede producir compuestos, sulfatos o ácidos, cosas que habitualmente  al consumidor no le gusta en el vino. Si utilizan una levadura seleccionada que no produce estos compuestos, que fermenta de manera correcta, asegura una fermentación más regular con un producto de calidad más controlada”, indicó el Dr. Blondin.

Por otra parte, Angélica Ganga, Doctora en Ciencias Biológicas y docente de nuestra Casa de Estudios, fue la encargada de exponer sobre “La relación entre ciencia y las necesidades del sector productivo nacional”, en donde hizo énfasis en la producción chilena del vino y sus innovaciones.

“La levaduras comerciales lo que hacen es estandarizar y el mercado es tan competitivo que los productos necesitan diferenciarse. Si diversifican con estas levaduras que,  lo  queramos o no, pueden marcar esa diferencia y entregan compuestos que la levadura comercial no.  Ahí está la gran  discusión, la tendencia es ir hacia las levaduras nativas. El mundo quiere todo natural”, comentó la experta. 

La ciencia y lo natural

Ante la existente discusión acerca de consumir productos naturales sin que estén modificados genéticamente, los expertos afirmaron que estas levaduras modificadas, a pesar de ser creadas en un laboratorio, no son muy diferentes de las naturales, y sólo buscan perfeccionar las características que hacen que el vino sea de mejor calidad.

“Los organismos genéticamente modificados, como cualquier tecnología, pueden ser algo bueno, o malo. Estoy a favor de la creación de cepas  que hacen buenos sabores, siempre que sean moléculas idénticas y no artificiales, creo que está bien para crearlas más rápido, porque estás utilizando componentes naturales. Sólo estás utilizando a la tecnología para acelerar la producción de la cepa. No es artificial”, explicó Dawn Thompson, Ingeniera Biológica de Ginkgo Bioworks, Boston, Estados Unidos y expositora del seminario.   

A pesar de los diversos procesos científicos que actualmente son utilizados en la preparación de vinos, el Doctor Francisco Cubillos,  investigador del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Santiago de Chile, explicó los verdaderos objetivos detrás de estas técnicas.

“Existen dos estrategias, una es generar organismos que no estén modificados, pero también lo que se intenta es utilizar lo que ya está en la naturaleza y a través de cruzamientos obtener algo que la naturaleza ya ha generado para poder mejorar un nuevo organismo y crear una nueva levadura”, comentó el académico.

En ese caso, lo que se está haciendo, es lo que ya se ha hecho antes en tomates, en maíz y en otras plantas, que es que se empiezan a hacer cruces de los mejores individuos y eso va a generar un perfeccionamiento porque van a seleccionar aquella descendencia que presente un mejor rasgo deseable.

La industria chilena del vino no se queda atrás en cuanto a este tipo de estrategias, y es que, según el Doctor Cubillos, “el hecho de ser capaces de realizar ciencia en Chile con  levaduras nacionales o tratar de generar tecnología para el mejoramiento de levaduras, posiciona al país a nivel mundial dentro de lo que se está haciendo entre los mejores grupos del mundo. Al ser capaces de mejorar nuestras levaduras, se le puede entregar al vino un valor agregado en el sentido de calidad  para el paladar y para el consumidor”, enfatizó el Dr. Cubillos.
 

Fertilizantes y estimulantes vegetales creados por estudiantes del Plantel conquistan el mercado internacional

Fertilizantes y estimulantes vegetales creados por estudiantes del Plantel conquistan el mercado internacional

  • Tras el éxito a nivel internacional de Nutrisato, un novedoso fertilizante natural que aumenta en un 50% el tamaño de frutas, verduras y plantas, sus inventores crearon una empresa de aditivos agrícolas.


 




A partir de la inquietud y la búsqueda incesante de soluciones biotecnológicas en el ámbito ambiental, Alejandro Muñoz, bioquímico y candidato a doctor de la Universidad de Santiago, creó un llamativo bioestimulante vegetal a base de moléculas orgánicas que permite hacer crecer frutas, verduras y flores el doble de su tamaño en el mismo periodo.

Tras el descubrimiento, se sumaron al proyecto Carla Céspedes, estudiante de Agronomía de la Universidad de Chile, y Rodrigo Ferreira, estudiante de Ingeniería Comercial de la U. de Santiago, quienes se encargaron de dar proyección agronómica y comercial al producto.

Tras ver los resultados positivos de Nutrisato al aplicarlo en morrones y tomates, los estudiantes postularon al concurso Brain Chile, donde ganaron el primer lugar del prestigioso certamen, fondos que les permitieron desarrollar el proyecto alcanzando logros impensados: hoy, ya lideran su propia empresa llamada Ingeniería y Biotecnología Limitada, Atama Biotech Ltda.

Nutrisato comienza a ser comercializado

Con el premio que los investigadores recibieron en el concurso Brain Chile, continuaron con las pruebas. Fue así como descubrieron que el bioestimulante, inocuo para el medioambiente y las personas, “además de aumentar al doble el tamaño de los productos, también aumentaba en un 50% la producción de frutos y en un 30% la producción de biomasa en hortalizas”, explica el formulador del proyecto, Alejandro Muñoz.

Carla Céspedes, encargada de desarrollo agronómico en el proyecto, explica que “los primeros ensayos que realizamos en febrero fueron cosechados en abril, los que quedaron botados después del concurso en un clima cordillerano. Nos dimos cuenta que el fertilizante disminuye el estrés por frío de las plantas, y la higroscopicidad, es decir, que aumenta la retención del agua, evitando que se evapore”.

Según las últimas pruebas, los investigadores comprobaron que el fertilizante funcionaba en todos los productos a los que aplicaban Nutrisato, entre ellos, espinacas, apio, perejil, cilantro, tomates, morrones, cebollas, tomates cherry y en plantas ornamentales, como tulipanes, rosas y margaritas.

Además, están haciendo otros ensayos en hidroponía, con lechugas y tomates, y comenzaron a ensayar en berries y cítricos en Valdivia, cuenta Carla Céspedes.

Respecto a la comercialización del producto, Rodrigo Ferreira, encargado de administración y ventas de la empresa, cuenta que “debido al interés que tuvimos en redes sociales, creamos Nutrisato Hogar, enfocado en las personas que tienen huertos en sus casas, el que será comercializado prontamente. Tenemos pruebas que avalan su funcionamiento para huertos caseros, y el frasco de 250 ml duraría un año para una maceta o 3 meses para un huerto de un metro cuadrado aproximadamente, el que tendrá un valor aproximado de 6 mil pesos”.

Crean nuevo producto bioestimulante

Los investigadores aseguran que el trabajo con Nutrisato ha sido diversión para ellos, haciendo lo que les gusta, y que los ha motivado a seguir innovando. Fue así como crearon un segundo producto, que denominaron Raizato y conformaron la empresa Atama Biotech Ltda.

Según relata Alejandro Muñoz, “todos tenemos el sello medioambiental y social, nos gusta trabajar y completar nuestras actividades. En ese sentido, Raizato se convierte en un súper mejorador de suelo que agrega materia orgánica. Tiene la capacidad de potenciar el crecimiento de las raíces y de las hojas, lo que comprobamos de manera extrema, haciendo crecer una cebolla en arena que esperábamos muriera, pero sobrevivió con el producto”.

Para Rodrigo Ferreira, existe variedad de conocimientos en el proyecto. “Nuestras carreras y enfoques son totalmente distintos, contamos con competencias blandas, de tratar de vender bien el producto. Mi formación académica me preparó para la vida, y las exigencias de los profesores hicieron que este sello que tenemos de completar las tareas sea siempre cumpliendo las exigencias”, indica.

Mientras que para Alejandro Muñoz, su formación es esencial, según explica. “Si no fuera por mi profesión no existiría Nutrisato, y mi doctorado ha sido muy importante para apoyar las labores administrativas y de gestión que hoy nos permiten saber de lo que estamos hablando. La formación ha sido la base absolutamente del proyecto”, sostiene.  

Efectos medicinales fueron descubiertos por Dr. Leonel Rojo: Maqui combate consecuencias adversas de los psicotrópicos

Efectos medicinales fueron descubiertos por Dr. Leonel Rojo: Maqui combate consecuencias adversas de los psicotrópicos

  • La aplicación de la planta “Aristotelia chilensis” derivada del estudio dirigido por el Dr. Leonel Rojo Castillo (en la fotografía), integrante de la Facultad de Química y Biología, permite revertir los problemas derivados del uso de psicotrópicos, entre ellos, la obesidad, diabetes y trastornos cardiovasculares.

 






Un crecimiento exponencial de personas con obesidad, resistencia a la insulina, diabetes, dislipidemia y problemas cardiovasculares luego de consumir antipsicóticos durante 6 meses continuos, descubrió el investigador de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Leonel Rojo.

Clozapina y Olanzapina lideran las importaciones anuales en los últimos 10 años, según datos del Instituto Nacional de Salud Pública, debido a su valor accesible y efectividad para tratar a pacientes adultos que presentan cuadros de psicosis o esquizofrenia, y también a niños con déficit atencional, autistas, con asperger con trastornos bipolares, y personas que pasan por periodos de agitación.

Sin embargo, los efectos adversos que genera su consumo alertaron al Dr. Rojo, cuando descubrió que no existía solución, ya que los fármacos antidiabéticos no lograban su fin en los pacientes en que se les administraba. Fue entonces que comenzó a buscar soluciones, encontrándola el año 2012 tras pruebas de laboratorio con un producto chileno: Se trata del Maqui Berry, denominado científicamente como Aristotelia Chilensis y que crece en la zona central y sur de nuestro país.  

“Descubrimos en Estados Unidos, que uno de sus compuestos es fuertemente antidiabético, así que pensamos que el maqui puede prevenir la obesidad que es causada por antisicóticos y descubrimos que previene la acumulación de lípidos en las células en pacientes tratados con estos fármacos”, explica el experto en toxicología.

Equipo colaborador 

El Dr. Rojo posee una importante trayectoria científica, cuyas investigaciones lo han llevado a recibir distinciones de parte de la New York Society of Cosmetic Chesmits, y de la American Society of Pharmacognosy en el año 2010, luego que descubriera una tecnología anti envejecimiento en base a compuestos bioactivos de lúcuma.

En el proyecto colabora, el Dr. Ilya Raskin, de la Rutgers University, en New Jersey, quien posee reputación internacional por investigaciones en medicinas derivadas de planta, además de un equipo de la Universidad de Chile, encabezado por el Dr. Pablo Gaspar.

También colabora la Universidad Hadassah Academic College, de Jerusalén, apoyo que a juicio del investigador “pone a la Universidad de Santiago en un contexto internacional”.

La investigación denominada “Evaluation of Athocyanins from Maqui Berry in the Prevention of Clozapine-Induced Hepatic Lipid Accumulation, Activation of SREBP1c Target Genes and Obesity”, es financiada a través de un proyecto Fondecyt de iniciación en el área de los psicofármacos y metabolismo.

Contexto actual y expectativas de la investigación

Actualmente el Dr. Rojo junto a sus colaboradores continúan realizando estudios de laboratorio en el edificio de Química y Biología de la Universidad de Santiago. En esta fase, buscan resolver cómo los compuestos naturales del maqui, denominados antocianos, logran prevenir la acumulación de lípidos y el problema metabólico que trae asociado el uso de antipsicóticos.

El investigador espera que la pesquisa termine a fines del 2017, con un proyecto de continuidad que permita llevar la iniciativa a pacientes. Lo que se sabe hasta el momento, es que “el maqui ayuda a que el azúcar no circule por la sangre y se distribuya donde corresponde, se han realizado pruebas en modelos experimentales de laboratorio, las posibilidades que a una persona le haga mal son mínimas”, asegura el docente.

Según cree el Dr. Rojo el proyecto favorecerá al país, “pienso que no sería caro, y sería bueno para la economía nacional, porque la gente que colecta y comercializa el maqui, está ávida porque le ayudemos a encontrar nuevos usos”.

Actualmente el producto se encuentra en categoría Superfrut, y es comercializado mayoritariamente en Estados Unidos. En tanto, según explica el investigador, ya hay empresas interesadas en el proyecto. Instancia en que abrió las puertas a que más empresas colaboren en la materialización de la iniciativa, ya que a su juicio, “lo importante es que resuelva los problemas de los pacientes”.  
 

Investigadores del Cedenna se suman a grupo internacional que buscan cura al cáncer colorrectal

Investigadores del Cedenna se suman a grupo internacional que buscan cura al cáncer colorrectal

  • El proyecto, que reúne a quince instituciones de Chile, Estados Unidos y Europa, entre ellas, el Centro de Investigación dirigido por la Dra. Dora Altbir Drullinsky, busca crear, analizar y probar nuevas terapias para el tratamiento del cáncer colorrectal a través de nanoestructuras magnéticas. Al mismo tiempo, la iniciativa tiene como propósito promover el intercambio de capital humano, la transferencia tecnológica y la creación de nuevo conocimiento.
     


“La nanotecnología tiene un fuerte impacto en diversos aspectos de la vida de las personas. Sus aplicaciones crecen y se potencian cada vez más, alcanzando áreas como la medicina, donde la búsqueda de nuevos tratamientos contra el cáncer genera gran interés y expectativas, principalmente porque las terapias tradicionales aún son caras, complejas y ocasionan una serie de efectos secundarios de profunda huella en el organismo”, señaló Dora Altbir, directora del Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología Cedenna, que como parte de un consorcio de instituciones internacionales, se adjudicó fondos para colaborar en la búsqueda de nuevas soluciones para esta enfermedad.

Un total de 15 organizaciones, entre ellas el centro de nanotecnología chileno, se unieron para conformar el consorcio Magnamed y responder a la convocatoria realizada por el programa de becas de investigación de la UE, que financiará el proyecto por al menos cuatro años. Entre los participantes también se cuentan la Universidad Complutense de Madrid, la U. del País Vasco, la Universidad de California San Diego e IMG Pharma. El objetivo es colaborar para encontrar nuevos métodos contra el cáncer colorrectal, utilizando nanoestructuras magnéticas de última generación, que puedan ser dirigidas directamente hacia células tumorales para destruirlas, evitando los efectos colaterales de tratamientos como las radio y quimioterapias.

El desafío es crear estructuras de tamaño nanométrico, con forma de disco, que puedan introducirse en el organismo y que, gracias a sus propiedades magnéticas, destruyan por medio de reacciones físicas las células malignas sin afectar a las demás. Este tipo de terapia se está estudiando desde hace algunos años, sin embargo, la dificultad para fabricar nanopartículas magnéticas que no provengan de materiales biotóxicos y que interactúen de manera eficaz con biosensores, ha impulsado a la Unión Europea a promover la cooperación internacional entre universidades, centros de investigación y laboratorios alrededor del globo para encontrar nuevas soluciones y reducir la mortalidad por cáncer.

“Para el Centro de Investigación en Nanotecnología Cedenna, participar en este proyecto representa no sólo una oportunidad de aportar una posible solución a una de las enfermedades más catastróficas y mortales, sino también de aprender y trabajar en conjunto con investigadores de distintas instituciones, con diversos grados de avance en estas indagaciones, lo que nos da la posibilidad de transferir ese nuevo conocimiento y compartirlo con científicos y desarrolladores nacionales”, indicó la Dra. Altbir.

Tratamiento selectivo

Un tratamiento eficaz durante la fase temprana es clave para reducir la mortalidad en algunos tipos de cáncer, como el de colon y recto.  La dificultad de los estudios clínicos para detectar las células cancerígenas radica en que los biomarcadores tumorales se encuentran en pequeñas concentraciones y se hacen perceptibles en etapas ya avanzadas. Pero los tratamientos más recomendados son agresivos y no selectivos.

Las  nanopartículas magnéticas (MNP) se adhieren a células malignas contribuyendo a una pronta detección del cáncer.  Además, proveen la posibilidad de desintegrar tumores a través de la hipertermia, una técnica que utiliza campos magnéticos para calentar las MNP y con ello, aniquilar a las células cancerígenas cercanas, que son poco tolerantes al aumento de temperatura. Sin embargo, su utilización presenta limitaciones y es en este ámbito donde Magnamed explorará el potencial de tecnologías emergentes basadas en nanoestructuras magnéticas MNS, que debido a su diseño mejoran las posibilidades de respuesta en relación a las MNP.

Así lo revela estudio del profesor asociado de la FAE, Dr. Damian Clarke: La educación incide en disminución de la mortalidad materna

Así lo revela estudio del profesor asociado de la FAE, Dr. Damian Clarke: La educación incide en disminución de la mortalidad materna

  • El profesor asociado de la Facultad de Administración y Economía de nuestra Universidad y doctor en Economía por la Universidad de Oxford, Damian Clarke, en conjunto con Sonia Bhalotra, Professor of Economics por la Universidad de Essex, realizaron un estudio que vincula la mortalidad materna con la educación; en concreto la investigación se interroga si  la educación reduciría la muerte de las mujeres en el parto.

 






El profesor asociado de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago y doctor en Economía de la Universidad de Oxford, Damian Clarke, en conjunto con Sonia Bhalotra, Professor of Economics en la Universidad de Essex, realizaron la investigación “La mortalidad materna y educación: ¿Reduce la educación de las mujeres el tipo de muerte en el parto?”, en la que establecieron la relación empírica entre la mortalidad materna y la educación, trabajo que fue plasmado en un video del World Institute of Development Economics Research, de Naciones Unidas en Helsinski.

La Organización Mundial de la Salud estimó, en el año 2015, que diariamente morían 830 mujeres al momento de dar a luz. Esta cantidad de muertes eran posibles de prevenir con el acceso oportuno a los anticonceptivos y a la atención obstétrica, como resultado de las políticas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

La meta era, a 30 años, poder reducir en un 75% las muertes maternas en el mundo. Pese a todos los avances en este tema, la meta otorgada por los Objetivos de Desarrollo del Milenio no se logró.

Debido a este hecho es que los ODS se destinaron a reducir para el 2030 las tasas de muertes maternas a 70 por cada 100 mil nacidos vivos y a 210 por cien mil en la actualidad. Para cumplir estos objetivos se requieren nuevas políticas y urgencia en su implementación.

Ante esta realidad, el doctor en Economía de la Universidad de Oxford, y profesor asociado de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago, Damian Clarke, decidió investigar junto a Sonia Bhalotra, Professor of Economics  en la Universidad de Essex, la reducción de la muerte materna gracias a la educación.

Junto con esto, el World Institute Development Economics Research (UNU-WIDER), de Naciones Unidas en Helsinski, realizó un video en el que se resume esta importante investigación para darle difusión a nivel mundial a través de los distintos medios de comunicación.

El UNU-WIDER es una mezcla única de laboratorio de ideas, instituto de investigación, y la agencia de la ONU que proporciona una gama de servicios de asesoramiento a los gobiernos, así como investigaciones originales de libre acceso coordinado por un grupo de residentes y los investigadores no residentes llevado a cabo por una red global de colaboradores.

El estudio

En su estudio “La mortalidad materna y educación: ¿Reduce la educación de las mujeres el tipo de muerte en el parto?”, el investigador propone que junto con la típica política  de la atención del parto, la atención prenatal y el estado de los servicios de salud, el aumento de la educación de la mujer reduce causalmente la probabilidad de morir durante el alumbramiento.

“Los documentos de política sobre la mortalidad materna rara vez indican a la falta de educación como una de las causas de la mortalidad materna. La literatura, tanto académica  como de las políticas públicas tiene muy poco que decir sobre este mismo tema. Hay una literatura viva en economía que documenta una correlación positiva entre la educación y otros indicadores de la salud”, argumenta Clarke.

En el estudio de mortalidad materna y educación, se analizaron las reformas educativas realizadas en Kenya, las que  permitieron aumentar en 1,8 años el nivel de instrucción de las jóvenes, lo que significó una reducción del 34% de la tasa de mortalidad materna.

El investigador del Plantel agrega a estas cifras que en Nepal, el 49% de las madres alfabetizadas cuentan con una matrona calificada para la atención de sus partos, frente al 18% de las madres analfabetas. “Los beneficios de estar alfabetizada por lo que respecta a la asistencia de una partera calificada pueden ser mucho mayores para las madres de los hogares pobres. En Camerún, el 54% de las madres alfabetizadas de hogares pobres se benefician de la atención de una partera calificada, frente al 19% de las analfabetas”, dice Damian Clarke.

La premisa que estudian los investigadores es ¿por qué la educación reduce la mortalidad materna? La respuesta se debe a que las mujeres que han recibido educación tienen más probabilidades de evitar complicaciones durante el embarazo, como la preeclampsia, las hemorragias y las infecciones, adoptando prácticas sencillas y poco costosas para mantener la higiene reaccionando ante síntomas como hemorragias o hipertensión, asegurándose la asistencia de una partera calificada en el alumbramiento.

Además, las mujeres que han recibido más educación tienen más probabilidades de utilizar los servicios públicos de atención de salud, han podido dar a luz siendo mayores de edad (no adolescentes) y han logrado tener menos hijos.

Principales resultados

Estos resultados sugieren, en primer lugar, que incluso cuando se controla por explicaciones alternativas, el nivel de educación de las mujeres en un país, este tiene efectos considerables sobre las tasas de muerte materna. “Curiosamente, cuando se estima el efecto condicional de la educación de los hombres y de las mujeres, además de la educación en conjunto, son los incrementos en la educación de las mujeres en un país las que reducen las tasas de mortalidad materna, y no aumentos en la educación de los hombres”, añade el académico.

En segundo lugar, los resultados sugieren que existen importantes no linealidades en la relación entre la educación y muerte materna. Mover un por ciento adicional de las mujeres en la educación primaria (de ninguna educación) reduciría las tasas de muerte materna por entre 5-8 muertes por cada 100.000 nacidos vivos, la cual es 4% del valor medio de la muerte materna durante el período en estudio. “El efecto adicional de mover las mujeres en la educación secundaria es significativa, pero menor en magnitud, mientras que el efecto de mover las mujeres en la educación terciaria no es significativamente diferente de cero”, agrega Clarke.

Estos resultados sugieren que la consecución de conocimientos básicos de salud a niveles bajos de educación, puede tener efectos importantes en un individuo que tiene probabilidad de morir en el parto. “Estimamos que una desviación estándar del aumento de las mujeres en la escuela primaria y una desviación estándar del PIB per cápita,  tendría una efecto de magnitud similar en las tasas de muerte maternal”, concluye el investigador.

Investigadores crean biofiltro que captura cobre de aguas utilizadas en procesos mineros

Investigadores crean biofiltro que captura cobre de aguas utilizadas en procesos mineros

  • Liderados por la Dra. Claudia Ortiz Calderón, un grupo de científicos de la Facultad de Química y Biología desarrolló un instrumento elaborado sobre la base de algas pardas chilenas y piedra pómez capaces de adsorber al metal rojo desde soluciones que tengan concentraciones del mineral que provengan de esta industria extractiva.

 



Coincidentemente con el bajo momento que atraviesa la minería del cobre en nuestro país, un grupo de investigadores de la Facultad de Química y Biología, liderados por la Dra. Claudia Ortiz Calderón, crearon un biofiltro elaborado sobre la base de algas pardas chilenas y piedra pómez, capaz de absorber cobre desde soluciones que tengan concentraciones del mineral que provengan de la industria minera.

La Dra. Ortiz, responsable del Laboratorio de Bioquímica Vegetal y Fitorremediación, destaca que la investigación se enmarca en lo que habitualmente realizan, que es el uso de organismos vegetales para la remediación o mejora ambiental.

Mediante esta herramienta es posible absorber cobre desde efluentes que contienen este metal para así recuperar iones, devolverlos a los procesos de producción minera  y limpiar las aguas en que están disueltos para reutilizarlas. La Dra. Ortiz adelanta que ya se está estudiando la efectividad del biofiltro con otros metales, lo que podría redundar en el interés de nuevas industrias.

El biofiltro es básicamente una columna de flujo vertical que contiene tres tipos de algas pardas de amplia distribución en las costas de Chile, entre ellas, cochayuyo y piedra pómez, en una disposición que es capaz de capturar el mineral rojo.

“Recopilamos el alga, la lavamos, la secamos, la picamos y la tamizamos a un tamaño específico, y se empaqueta junto a pomacita o piedra pómez, lo que permite que el alga no se comprima”, puntualiza la académica.

A su vez, la investigadora recalca que para la elaboración del biofiltro no se requiere colectar biomasa viva o cosechar algas, a diferencia de lo que hacen los algueros que se dedican al acopio de biomasa.

“Hablamos de desechos, que es cuando existe varazón de estas algas y, de hecho, generan un problema ambiental: hay que limpiar las playas porque se descomponen y generan mal olor”, enfatiza la científica.

Por este motivo, aclara la investigadora, el biofiltro es de muy bajo costo de producción, porque, además, tampoco existe un pretratamiento de la biomasa.

“La biomasa, o la masa que proviene de material vivo de origen biológico, es más fácil de reproducir y en este caso la obtención de la materia prima es de bajo costo. Además, la materia prima la usamos cruda, es decir, no hay un pretratamiento, que es lo que ocurre normalmente con resinas u otros materiales de origen más químico”, subraya la Dra. Ortiz.

Solicitud de patente

La iniciativa, que partió en 2012, fue financiada por Corfo y actualmente está en etapa de protección tras ser presentada una patente que corresponde al sistema empaquetado.

El siguiente paso es ambicioso, porque se mantienen los análisis para determinar la efectividad del biofiltro con otros metales, lo que podría manifestar el interés de otras industrias.

“Sabemos que el biofiltro funciona muy bien para cobre, también tenemos algunas aproximaciones con otros cationes equivalentes cono zinc, cobalto o cadmio, y, en general, funcionan bastante bien”, recalca la Dra. Ortiz.

Y agrega que “entonces cualquier industria o proceso industrial que genere este tipo de elementos que puedan o ser recuperados o necesiten ser removidos para limpieza, también es un nicho interesante para el filtro”.

También se han llevado a cabo varias tesis de trabajo en el ámbito de la desalación con resultados interesantes “aunque muy preliminares”, y con arsénico. “El biofiltro funcionó bastante bien, pero los resultados hay que trabajarlos más”, puntualiza la Dra. Ortiz.

En ese contexto, manifiesta la académica, la empresa canadiense Good Harbor, que apoyó el proyecto -como subcontrato- en el estudio hidráulico de las columnas, manifestó su interés en adquirir los derechos del biofiltro.

La Dra. Ortiz también destaca la formación de capital humano tras la realización de este trabajo investigativo.

“El estudiante del doctorado Héctor Cid, que realizó su tesis a partir de este proyecto, viajará a la Universidad de Durham, Inglaterra, para visitar uno de los centros más importantes del mundo en investigación de cultivo y producción de biomasa en macroalgas”, comentó la académica.

Las propuestas del proyecto fueron acompañadas por otros académicos del Plantel, entre ellos el profesor Jaime Pizarro, de la Facultad de Ingeniería del Departamento de Ingeniería Geográfica y en la misma Facultad, hubo vinculaciones con otros grupos de laboratorio. En el proyecto mismo también fue importante la participación del profesor Patricio Navarro, del Departamento de Ingeniería Metalúrgica.

Desarrollan concentrado basado en la quinua como alternativa alimenticia

Desarrollan concentrado basado en la quinua como alternativa alimenticia

  • Las investigadoras de la Facultad Tecnológica de la U. de Santiago, Dra. Silvia Matiacevich, y la profesora Rosa Navarro Lisboa, lograron concentrar las proteínas de la quinua en emulsiones líquidas y tras ello, deshidratarlas para convertirlas en un ingrediente en polvo que podría ser alternativa a ingredientes de origen animal.

 




Tras dos años de investigaciones, un equipo de científicas de la Facultad Tecnológica de la U. de Santiago, concluyó que las proteínas de la quinua se pueden concentrar generando emulsiones en un estado líquido y luego, al deshidratarlas, mediante un proceso específico, se pueden convertir en un nutritivo y saludable ingrediente en polvo.

La académica del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos, Dra. Silvia Matiacevich, y la docente de la Facultad Tecnológica, profesora Rosa Navarro Lisboa, encabezan esta investigación que ya evidencia importantes resultados.

“Logramos hacer unas emulsiones líquidas a base de proteínas de quinua estables en el tiempo, donde sin ningún aditivo, solamente las proteínas y un aceite con propiedades activas, se pueden mantener prácticamente estables por 25 días, sin que se contaminen y de buena apariencia”, destaca la profesora Rosa Navarro.

Tras ello, se logró avanzar hacia una nueva línea de la investigación, que buscaba crear un ingrediente en polvo a base de estas emulsiones, enfocado a las personas que no consumen productos de origen animal.

“Logramos deshidratar estas emulsiones que tienen un alto contenido proteico, porque también queríamos ofrecer un ingrediente en polvo, que pueda ser incorporado a cualquier alimento, para enriquecer sus propiedades”, recalca Rosa Navarro.

Este ingrediente en polvo además incorpora un elemento bioactivo rico en propiedades antioxidantes y que también es antihipertensivo.

“De esta manera tenemos las dos versiones, líquida y en polvo para ofrecer como un producto funcional y saludable, porque incluso si alguien es alérgico a la quinua no necesariamente lo es a sus proteínas, porque no se está consumiendo el grano entero”, subraya la Dra. Silvia Matiacevich.

El origen de la idea

En 1996 la quinua o quínoa, como se conoce en algunos países de habla inglesa, fue catalogada por la FAO (Organización de Las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) como una de las semillas con mayor potencial para la humanidad, ello por sus múltiples beneficios nutritivos, diversos usos y, sobre todo, por la posibilidad de combatir los problemas de desnutrición en el mundo.

Los cultivos de quinua predominan en la Cordillera de los Andes, principalmente en Perú y Bolivia. En Chile las plantaciones están comenzando a masificarse tanto en las regiones del norte como del centro del país.

A raíz de ello, nació la inquietud las investigadoras del Plantel de estudiar cuidadosamente las propiedades de este pseudo-cereal.

“La idea de investigar la quinua parte porque esta se caracteriza por tener un alto contenido proteico, de hecho es calificada como un superalimento. Sin embargo, aún las personas no consumen tanta quinua como se esperaría, por lo mismo queríamos saber si las proteínas de estos granos tenían la misma funcionalidad que las proteínas de la soja o de la leche”, subraya Rosa Navarro.

Entonces, las científicas se centraron en la idea de sumar al mercado un producto como alternativa a los lácteos, incluso la carne, dirigido a personas que por creencias rechazan alimentos que provengan de animales, como los “veganos”.

“Ellos tienen que consumir otro tipo de productos en demasía para poder obtener la misma cantidad de aminoácidos que se obtendría con carne y con leche, y acá obtienen un concentrado de proteínas y no se tiene que consumir alta cantidad de lentejas o de soja, por ejemplo”, señala la Dra. Silvia Matiacevich.

Una vez que el proyecto tomó forma, a la U. de Santiago se sumaron otros profesionales para colaborar en la investigación, como el Dr. Rommy Zuñiga de la Universidad Tecnológica Metropolitana (UTEM), el Dr. Javier Enrione de la Universidad de Los Andes y las Dras. Carolina Astudillo y Fanny Guzmán de la Pontificia U. Católica de Valparaíso.

La investigación es parte del proyecto doctoral de la profesora Rosa Navarro, el que deberá concluir en marzo del próximo año y está enmarcada en un anterior proyecto Fondecyt Regular de la Dra. Matiacevich que estaba asociado a obtención de ingredientes activos y de emulsiones.

El financiamiento ha sido a través de colaboraciones y las becas Conicyt para gastos operacionales, obtenidas por la docente.

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