Como una buena experiencia donde también aprendió mucho de sus alumnos, califica Andrés Beroiza, Licenciado en Comunicación Publicitaria y Publicista de la Facultad Tecnológica de la Universidad de Santiago regresar a las aulas para entregar todos sus conocimientos a las nuevas generaciones. “Fue una experiencia nueva, porque nunca había hecho clases. Fue gratificante encontrarse en agencias con esos mismos chicos que fueron alumnos míos. De hecho, uno de ellos es mi compañero de trabajo actualmente.
Andrés desde su niñez se sintió atraído por la publicidad, especialmente de aquella que veía en la televisión de los años 90.
-Desde esa época me interesaron los comerciales. Cuando di la PSU postulé a animación digital, diseño gráfico y publicidad. En ese tiempo se optaba a elegir entre tres carreras y me decidí finalmente por la publicidad. Las tres iban por el lado creativo.
Lo tuyo, entonces, desde pequeño no fueron los números
-En los ramos del colegio tenia súper claro que yo era más humanista. Me gustaba la historia, lenguaje. Después en la Usach me encantaba la creatividad, la redacción, la dirección de arte y marketing. Mi dilema en el tercer año fue decidir por la parte de negocios o la creatividad. Tomé ramos de los dos, pero al final me quedé con la creatividad.
¿Por qué te decidiste por la Universidad de Santiago para la continuidad de tus estudios superiores?
-Yo quería ingresar a una de las universidades tradicionales y la Usach en ese momento ofrecía publicidad. La Universidad de Chile tenía diseño gráfico. La animación digital, en tanto, que aparecía como una carrera novedosa en aquellos años solo estaba en universidades privadas. Publicidad engloba las tres carreras. En la generación de ideas y la conceptualización de campañas uno tiene que trabajar con el diseño gráfico en relación con la dirección de arte; y en animación digital también se trabaja con proveedores. Yo sabía en esos años, lo que todos conocen de la Usach con su reconocida tradición, además me correspondió asistir a una feria de postulantes, donde pude hacerme una idea más global del Plantel. Cualquiera que piense en las Universidades de Chile, Católica o en la Santiago sabe que son las tres mejores universidades del país. Publicidad solo se daba aquí, entonces dije esta es. La Usach tiene una mística distinta. Lo que más me gustó es que entras a la Universidad y te abre la cabeza con la universalidad de personas que hay dentro. Tenía compañeros que eran rastas; otros metaleros; unos venían del barrio alto, otros de regiones, otros que les gustaba el anime. Se generaba un aprendizaje rico, distinto a la Universidad Católica o a la Universidad de Chile, que son más de nicho.
¿Tu familia era de clase media? ¿Primera generación en la Educación Superior?
-Si, cuando ingresé a la Usach estaban felices y más aun cuando fui profesor. Yo estudié con la Beca Presidente de la República. Nací con un problema en la pierna izquierda (fémur corto congénito) y me atendí todo el tiempo en la Teletón. Ellos tenían también un convenio con la Universidad y había una beca que me pagó toda la carrera.
¿Cuando comenzaste a trabajar, notaste alguna diferencia de los empleadores por ser un profesional de la Universidad de Santiago?
-No, ninguna diferencia. Les llamaba la atención que la Usach tuviera la carrera de Publicidad, pese a que tiene más de 70 años. Lo otro que les impactaba era que hiciéramos tesis de investigación. Antes de terminar la tesis hice un curso en Argentina de dirección de arte y retoque digital. Con eso armé mi portafolio. Llegué a la agencia Porta a hacer mi práctica, por un tweet que vio mi polola de entonces; luego me fui a JWT, donde estuve dos años y medio como director de arte. Mis siguientes pasos laborales fueron en Publicis, una agencia francesa con oficinas en varios países, donde permanecí dos años; luego arribe a Prolam Young & Rubicam , que hoy se llama VMLY&R donde llevo tres años. Fui dos años y medio director de arte, pero quise probar la redacción creativa. Me dieron la oportunidad y a los seis meses me ascendieron a director creativo, cargo que desempeño hasta ahora.
En pocos años, has hecho una carrera en ascenso. Entiendo que la agencia en la que hoy trabajas ha conseguido importantes premios internacionales.
De hecho es la mejor agencia de publicidad del país y en estos días nos informaron que fuimos la sexta agencia más ganadora en Cannes, en una década completa a nivel latinoamericano. Estoy súper contento con mi paso por mi trayectoria. Aquí hemos hecho campañas para Danon, TVN, Hites. En 2018, nos ganamos cuatro leones en Cannes. Fue una experiencia hermosa. Es el premio más importante de la publicidad a nivel mundial. Ganamos con dos piezas gráficas. Para nosotros fue una fiesta..
¿Qué dirías que la Universidad de Santiago aportó a tu carrera profesional?
Yo creo que primero la perseverancia, me dio herramientas en el orden. Publicidad en la Usach es una carrera superestructurada que tiene creatividad, pero también una fuerte base teórica que a la hora de generar ideas y equipos, entrega valores. La Usach es una universidad que te proporciona vida universitaria. La comunicación no solo es teoría, es escuchar al otro. Por ejemplo, te quedas con un profesor conversando de la vida o de las noticias, tiene esa magia. Eso no se da en otras universidades. Lo reconocen amigos que estudiaron en otros planteles donde dicen que no tuvieron esa vida de patio, o no podían hacer centro de alumnos. Creo que la Usach entrega libertad y para la comunicación es súper relevante.
Cuando hablaba de Cannes se me olvidó contarte que todos los años se hace un concurso que se llama los Young Lions para los jóvenes creativos del mundo y el que gana va a Cannes a representar al país. El año pasado junto a Sebastián, mi dupla de ese entonces, ganamos en Chile y tuvimos que viajar a Cannes. Fue genial porque allá tuvimos que trabajar en un brief y quedamos entre los diez mejores, de 60 países en competencia. Eso también se lo debo a la Universidad de Santiago, por todo lo aprendido durante la carrera
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