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Investigadora del Cedenna expone soluciones para disminuir contaminación a través de nanomateriales

Investigadora del Cedenna expone soluciones para disminuir contaminación a través de nanomateriales

Según estimaciones de 2016, divulgadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la contaminación atmosférica en las ciudades y zonas rurales de todo el mundo provoca 4,2 millones de muertes prematuras cada año. Y para el 2025, se proyecta que la mitad de la población mundial esté viviendo en lugares con escasez de agua debido al cambio climático.
 
La nanotecnología ofrece soluciones novedosas para este tipo de problemas. La doctora Pamela Sepúlveda Ortíz, investigadora del Cedenna formada en la Universidad de Santiago de Chile, se ha involucrado en proyectos relacionados con la creación de sistemas para remediar aguas contaminadas con tóxicos, por eso, el miércoles 2 de octubre dictará una charla que dará inicio al ciclo de divulgación “Primavera en la Academia”, organizado por la Academia Chilena de Ciencias, con el objetivo de compartir conocimiento científico con la sociedad.
 
Considerando que en diciembre, Chile será anfitrión de la 25ª Conferencia de las Partes (COP25), órgano de decisión de la Convención Marco de Naciones Unidas para el cambio climático, donde temas como estos estarán en la agenda política y ciudadana, resulta importante que las personas se interioricen en cómo la ciencia y la tecnología pueden ayudar a tomar mejores decisiones ambientales. 
 
Propiedades de los nanomateriales
 
Bajo el título “Nanotecnología, a la vanguardia del cuidado del medio ambiente”, la Dra. Pamela Sepúlveda, del centro de investigación Cedenna, presentará algunas soluciones que ofrece esta área para remediar o disminuir la contaminación del agua, y también del aire, utilizando materiales a escala nanométrica, es decir, en partículas tan pequeñas que sólo alcanzan algunas millonésimas de milímetro.
 
Según detalla la investigadora, la utilización de nanomateriales puede contribuir de manera muy relevante a los desafíos de descontaminación. “Por ejemplo, hemos visto que las nanopartículas de hierro y las bimetálicas de hierro y cobre consiguen disminuir la toxicidad de contaminantes como el arsénico y el cromo”, señala.
 
Asimismo, la doctora en Química comenta que la charla que tendrá lugar el miércoles 2 de octubre, en la sede de la Academia Chilena de Ciencias, “está pensada para todo tipo de público”, contará con un lenguaje claro y cercano, y abordará también temas contingentes, como la crisis hídrica que atraviesa nuestro país.
 
 
Soluciones para el medio ambiente 
 
Luego de la exitosa convocatoria de las charlas para la divulgación científica realizadas por la Academia Chilena de Ciencias con el Cedenna en junio, el ciclo “Primavera en la Academia”, tendrá dos fechas dedicadas a la Nanociencia y la Nanotecnología, (el 2 y el 9 de octubre), mientras que los miércoles siguientes hasta el 13 de noviembre, se orientará a bacterias resistentes a los antibióticos.
 
La conferencia “Nanotecnología, a la vanguardia del cuidado del medio ambiente”, a cargo de la Dra. Pamela Sepúlveda, se realizará este miércoles 2, a las 18:30 horas, en la sede de la Academia Chilena de Ciencias en Almirante Montt 454, y su acceso es totalmente gratuito. 
 
El miércoles siguiente será el turno de la Dra. Ana Carolina López de Dicastillo, investigadora del Cedenna y académica del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Santiago de Chile, quien explicará cómo se pueden crear nuevos envases plásticos más amigables con el medio ambiente en la conferencia “Nanotecnología como herramienta para el desarrollo de envases sustentables”.
 

“Years and Years”: y  la urgencia del pensar 

“Years and Years”: y  la urgencia del pensar 

Opinión de la Dra. Diana Aurenque, Vicedecana de Investigación y Postgrado, FAHU y Simón Pérez, Coordinación de Vinculación Estratégica VIME
 
Absortos en nuestras ocupaciones cotidianas, pareciera a veces que la historia e incluso nuestras propias vidas, pasaran por sobre nosotros. Implacables se suceden los días y las tareas, a la vez, con una inevitabilidad por momentos pasmosa. 
 
Sin prisa, pero también de manera irreversible.
 
Esa es una de las premisas de Years and Years (2019), la inquietante coproducción de la BBC con HBO, que con el correr de las semanas se ha transformado en una propuesta de culto y se encumbra como una de las grandes miniseries del año. A la altura del fenómeno Chernobyl y en la senda de propuestas distópicas ya consolidadas como Black Mirror.
 
La historia, que comienza a fines de 2019, es aparentemente sencilla. En ella, se narra la trayectoria de la familia Lyon asentada en Manchester, exponiendo las insospechadas travesías que enfrentarán a lo largo de quince años claves de la sociedad inglesa, atiborrados de significativos cambios políticos, económicos y tecnológicos. 
 
Quizás, lo más perturbador, es que su trama se inicia en un periodo de tiempo excesivamente cercano a nuestra realidad. Y, en ella, los cambios expuestos comienzan a resquebrajar la cotidianeidad de cada uno de los protagonistas.
 
Lo problemático, en este escenario, pareciera ser no solo la avasalladora consolidación de los grandes cambios sociales; sino cómo estos se fueron tejiendo con cautela, pero con una implacabilidad inquebrantable. Pero también fulgura luces de lo que podríamos ser o, más grave aún, de lo que estamos siendo y haciendo, sin que tomemos un segundo para reflexionar sobre nuestro rol en la construcción de los diversos recovecos que componen nuestro estar en el mundo.
 
El relato, en paralelo, lo compone la trayectoria política de Vivienne Rook, una carismática empresaria y aspirante a parlamentaria con tintes neofascistas -con un meteórico ascenso-, interpretada por la ganadora del Óscar, Emma Thompson.
 
La invitación es a observar la serie con cautela. Ello se debe a que, en términos generales, nos plantea la inquietud legítima de lo que podría ocurrir cuando solo vivimos, desapegados y desinteresados. Cuando la reflexión, la duda, la curiosidad, dejan de formar parte de las acciones que realizamos cotidianamente. 
 
Y, vale la pena enfatizarlo nuevamente, en un futuro inquietantemente cercano.
 
Hannah Arendt, la célebre filósofa alemana, planteó hace más de cincuenta años su polémica reflexión sobre la “banalidad del mal” en su ensayo Eichmann en Jerusalén, donde analizó el rol que jugó el criminal de guerra alemán como teniente coronel de las infames Schutzstaffel (SS).
 
Quizás lo más inquietante de dicho ensayo, y que ha generado innumerables debates e interpretaciones durante décadas, consiste en la tesis de que cada uno de nosotros, en contextos extremos, podría formar parte de una maquinaria de exterminio.
 
Lo interesante de la tesis de Arendt, es que dicha capacidad de obrar radicalmente mal, no radica en que tengamos una tendencia natural a la crueldad o que poseamos una esencia maligna. Se trata más bien de que cualquiera de nosotros, en contextos donde se actúa y obra sin discernimiento autónomo, podría ser parte de un engranaje malévolo, sin siquiera notarlo. De ahí que la filósofa nos habla precisamente de la “banalidad del mal”. 
 
Ser sujetos autónomos implica y exige siempre de nuestra reflexión; y ello requiere, de vez en vez, detenernos un segundo, retirarnos de las actividades cotidianas, y poner entre paréntesis el hacer para dar cabida a un pensar más sereno o meditativo –como lo llamará Heidegger, maestro de Arendt. Solo mediante la reflexión autotransparentadora acerca de lo que somos, atenta al mundo que habitamos, logramos ser cautelosos ante lo que nos rodea y gobierna, y así más responsables incluso en la más implacable de las burocracias o maquinarias impersonales que habitemos. 
 
Por lo mismo, en un escenario como el actual, con cambios avasalladores en ámbitos diversos, con la digitalización de las relaciones sociales, crisis migratorias, colapso de la legitimidad de las instituciones tradicionales, automatización del trabajo e, incluso, de un progresivo cuestionamiento sobre la democracia como la mejor forma de gobierno, merece la pena preguntarnos por nuestro rol como ciudadanos, el tuyo, el mío y el nuestro, y evaluar un instante la dirección que estas transformaciones están tomando.
 
Desde luego, la clave está en dar espacio al pensar autónomo y libre. Sin duda alguna, la filosofía representa precisamente aquella disciplina que de forma ejemplar permite y busca desarrollar este tipo de pensar. Aquel ámbito del conocimiento que sirve precisamente sin servir a nada más que a dar cabida a la libertad que somos –pensando(nos). En tiempos de penurias políticas globales como las actuales, del dominio aparente de la técnica por sobre lo social y/o humano, ella se reactualiza en una nueva voz exigida por el espacio público –por la misma plaza pública –ágora- que amaba Sócrates. 
 
Y no cabe duda de que hay muchas iniciativas a nivel universitario y propio de organizaciones sociales, comunitarias, que avanzan en esa dirección. Mas una de ellas inspira y emociona: La 5ta Versión de Debates Interescolares de Filosofía impulsado por la Universidad de Santiago de Chile.  Estos debates buscan actualizar la relación fecunda entre filosofía y sociedad, estimulando la reflexión en jóvenes secundarios y secundarias, aplicando planteamientos y teorías aparentemente abstractas y lejanas, a problemas concretos de nuestro mundo. 
 
Definitivamente ahí está la clave. 
 
Como estos jóvenes que desde distintas regiones del país debaten asuntos de filosofía política, atrevámonos también los mayores a aprender a debatir con razones, a argumentar con fundamentos y a asumir que nuestra gracia radica precisamente en ser mucho más que un mero eslabón en una cadena infranqueable que llamamos sociedad.
 
No se trata pues, de demonizar los cambios, sino en que seamos más conscientes de la dirección que toma nuestro mundo; evitando así la inacción, la desidia y una cierta resignación hacia lo supuestamente inevitable, como de manera magistral nos advierte “Years and Years”.

U. de Santiago incide en políticas públicas del sector energía

U. de Santiago incide en políticas públicas del sector energía

El Director del Departamento de Ingeniería Eléctrica de nuestra Universidad, Dr. Humberto Verdejo Fredes, expuso ante las Comisiones de Minería y Energía del Senado y la Cámara de Diputados, donde se discute la Ley Corta de distribución y la implementación de los medidores inteligentes, respectivamente. 
 
En la primera instancia, presidida por el senador Álvaro Elizalde, el académico de la Usach aseguró que la iniciativa que busca limitar la rentabilidad de las empresas eléctricas y así disminuir el costo de la luz para los usuarios “no apunta al beneficio directo de la ciudadanía y tampoco a mejorar su calidad de vida, demostrando que el objetivo de la política pública se perdió”.
 
“Desde el punto de vista de reducción tarifaria, esta no es la solución. Creo que no es una señal política adecuada como política pública para la ciudadanía. Es necesario tener la capacidad de reflexionar en el mediano y largo plazo”, sostuvo.
 
Para el Dr. Verdejo, la propuesta del Ejecutivo “se concentra solo en el nivel de rentabilidad de las empresas, postergando la urgencia de fortalecer la red eléctrica, y la urgente reforma del sector para introducir competencia, que permitirá bajar las cuentas”.
 
El experto agregó ante la Comisión del Senado, que las medidas no tienen un impacto significativo en disminuir las tarifas y menos en mejorar la calidad del servicio. “Con este proyecto el objetivo es la empresa y no el usuario, lo cual provocará incertidumbre en el sector y un desincentivo a la inversión de infraestructura y continuidad de suministro”, precisó.
 
Medidores inteligentes
 
Durante la tarde, el Dr. Verdejo participó de la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados, que preside la diputada Daniella Cicardini. En la oportunidad, se discutió la implementación de los medidores inteligentes y la Ley 21.076, que estableció que los aparatos y empalmes pasarán a ser propiedad de las empresas, como también que los usuarios deberán pagar por esos dispositivos a través de las tarifas.
 
“Hay 300 mil medidores instalados, dentro de los cuales 200 mil eran propiedad de Enel y 100 mil de los clientes”, puntualizó el Director del Departamento de Ingeniería Eléctrica de nuestra Universidad. 
 
En esa línea detalló que “si bien es cierto -según lo que estableció la Comisión Investigadora-, que los medidores no cumplen con el anexo técnico, sí cumplen con la labor, porque fueron certificados por la SEC en cuanto a seguridad y medición de calibración. Si son de propiedad de Enel, se tiene que mantener el arriendo”. 
 
Para el Dr. Verdejo el caso complejo radica en la cifra de 100 mil medidores de propiedad de los usuarios. Ante ello propuso “consultar a cada uno de los clientes si quieren mantener el medidor instalado o recobrar el que tenían previo al proceso de cambio”.
 
“Si el cliente o usuario quiere mantener su medidor antiguo, la empresa de distribución necesariamente tendrá que reinstalar un modelo equivalente al que estaba instalado antes del cambio”, explicó.
 
En caso contrario, añadió el experto, si la persona “voluntariamente quiere mantener su medidor, debe existir un arriendo asociado. En ambas situaciones, debe arribarse a un común acuerdo y el usuario es quien tiene que decidir”. 

Investigadores del Cedenna presentan estudio sobre creación de material nanométrico para repeler bacterias

Investigadores del Cedenna presentan estudio sobre creación de material nanométrico para repeler bacterias

Con el propósito de seguir acercando sus investigaciones a toda la comunidad, el Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología (Cedenna) liderado por nuestra Universidad, organiza una serie de charlas abiertas a estudiantes, académicos y público en general.
 
La próxima edición de estos encuentros se realizará el jueves 26 de septiembre, a las 16:30 horas, en el auditorio del Edificio de Investigación y será encabezada por los investigadores, Ana Carolina López De Dicastillo y Juan Escrig Murúa.
 
En la oportunidad, los expertos presentarán parte del trabajo que realizan en el Cedenna, además de los resultados de un proyecto Fondecyt multidisciplinario sobre el desarrollo de nanoestructuras aplicables en áreas como la salud o la conservación de alimentos.
 
En específico, las investigaciones se enfocan en el desarrollo de nanoestructuras de diferentes formas a partir de la técnica de electrospinning y deposición de capas atómicas (ALD). 
 
“Lo que hicimos en Cedenna –explica el Dr. Escrig, adelantando lo que abordará en la charla– fue tomar una nanoesfera producida mediante electrospinning y recubrirla con la técnica de deposición de capas atómicas o ALD por sus siglas en inglés, en la cual somos especialistas”.
 
La técnica de electrospinning o electrohilado –en la cual trabaja la Dra. López De Dicastillo–permite la fabricación de estructuras poliméricas, con formas de fibras o esferas, consiguiendo un material a escala nanométrica, que a simple vista se asemeja a un tejido delgado.
 
El Dr. Juan Escrig agrega que “esta es una técnica con mucho potencial y el Laboratorio de Nanomagnetismo es el único grupo en Chile que tiene un equipo con las características para desarrollarla, por lo tanto, tenemos una ventaja comparativa. La idea es que con esta técnica las esferas nanométricas se puedan recubrir con diversos materiales. En particular nosotros las recubrimos con dióxido de titanio, que presenta propiedades antimicrobianas”.
 
Trabajo interdisciplinario
 
La labor del Cedenna es abordada desde distintas disciplinas, por lo mismo, los investigadores que presentarán la charla señalan que está “todo el mundo invitado”. Ambos representan el trabajo desde miradas que se encuentran: Ana López De Dicastillo es especialista en química y tecnología de alimentos, mientras que Juan Escrig es físico.
 
“Algunos asistentes podrían estar interesados en su proceso de síntesis, otros en las técnicas de caracterización; quizás les puedan interesar sus propiedades físicas o antimicrobianas, o sus potenciales aplicaciones en el área de alimentos o en medicina; por lo tanto, están todos los estudiantes, académicos y público en general invitados”, sostiene el investigador del Cedenna.
 
Por su parte, la Dra. López De Dicastillo que se ha orientado al desarrollo de nanoestructuras de óxido metálicos o metales a partir de la técnica de electrospinning , señaló que durante la charla se referirá a los estudios de estas estructuras, tanto nanotubos como nanoesferas, con actividad antimicrobiana que puede tener uso en la industria del envasado de alimentos.

Expertos llaman a aumentar recursos para prevenir problemas de salud mental en universitarios

Expertos llaman a aumentar recursos para prevenir problemas de salud mental en universitarios

El 50% de los estudiantes de la educación superior tiene algún problema de salud mental, el 5% ha tenido la idea de quitarse la vida y la segunda causa de muerte de los jóvenes de 18 a 29 años es nada menos que el suicidio. Esas son las preocupantes cifras que reveló el Ministerio de Salud, en el marco de la presentación de la primera Guía Práctica en Salud Mental y Prevención del Suicidio para Estudiantes de Educación Superior durante el mes de septiembre (http://www.shorturl.at/cfks4).
 
Para los psicólogos de la Universidad de Santiago, Walter Kühne y Beatriz Painepán, lo relevante de que el país conozca estas cifras es que constituye un importante precedente al momento de discutir los recursos con los que cuentan las instituciones para enfrentar el problema. 
 
“En general, las Universidades manejan  recursos insuficientes en la materia, aunque, progresivamente, la tendencia es a contar con equipos de Salud Mental”, afirmó Walter Kühne, Magíster en Psicología Clínica y editor del libro Guía de Apoyo Psicológico para Universitarios, de la Editorial Usach (http://www.shorturl.at/iosvZ). “Nuestro sistema de salud público y privado es completamente insuficiente para los problemas de salud mental en Chile. Las Isapre prácticamente no cubren la atención psicológica y esto obliga a las Casas de Estudios a hacerse cargo del problema”, agregó.
 
“Los temas de salud mental siempre han sido importantes y, en ese sentido, faltan recursos para atenderlos e implementar iniciativas en esta línea”, sostuvo por su parte, Beatriz Painepán, Jefa de la Unidad de Promoción de la Salud Psicológica de la Usach, que presta servicios especializados en psicología a los estudiantes de la U. de Santiago. “Ya que ahora hay más conciencia de los problemas y riesgos asociados, podrían apoyarse más las implementaciones de los servicios de salud estudiantil”, afirma.
 
Protocolos 
 
Para Kühne, las cifras reveladas por la Subsecretaría de Salud Pública son alarmantes y dan cuenta de una sociedad cada vez más individualista, que entrega cada vez un menor apoyo social. Para Painepán, en tanto, es necesario que el país conozca esta realidad, pero que los números deben ser contextualizados, ya que si bien el suicidio es la segunda causa de muerte en jóvenes, la primera son los accidentes vehiculares. 
 
Con todo, ambos concuerdan en que la Guía entregada por el Minsal es adecuada, oportuna y didáctica. “Los protocolos de las Universidades para prevenir el suicidio de estudiantes deben informar a todos los estamentos sobre la prevención del suicidio y la depresión; contar con medios claros, expeditos y por todos conocidos para acceder a atención psicológica; y considerar un sistema de apoyo de compañeros de estudiantes suicidados”, considera Kühne.
 
Para Painepán, los protocolos deben “informar, sensibilizar y no estigmatizar problemáticas de salud mental; ayudar a identificar signos y síntomas que requieren atención; y considerar tanto especialistas que atiendan las necesidades psicológicas más inmediatas como la derivación oportuna y pertinente a las necesidades que se observan”.
 
Finalmente, la jefa de la UPS recalcó que en la Usach hay psicólogos también en el rol de docentes que ayudan en temas de prevención a la comunidad, se atienden urgencias y se realizan psicoterapias individuales y talleres grupales preventivos en temas de salud mental. Además, anunció que organizarán nuevamente la feria de bienestar psicológico para la comunidad universitaria el próximo 10 de octubre.
 
“Cada mes, atendemos cerca de 400 estudiantes en psicología clínica. Las primeras sesiones tienen en promedio una demora de 15 días e incluso menos”, aseguró. “Para nosotros lo más importante es la prevención, porque en la medida que se realiza hay menos situaciones críticas”, concluyó.

Investigadores de la U. de Santiago buscan establecer una propiedad universal de los plasmas espaciales

Investigadores de la U. de Santiago buscan establecer una propiedad universal de los plasmas espaciales

Con un diámetro de 1.391 millones de kilómetros (más de 100 veces el tamaño de la Tierra), el Sol es la estrella que alimenta de energía y calor a los planetas del sistema solar. Sus partículas inciden de forma directa en cuerpos celestes como la Tierra. Por ello que el llamado “viento solar” es un objeto de análisis entre los investigadores, ya que contiene partículas cargadas, como protones y electrones, que de forma constante buscan ingresar al mundo. 
 
Estas partículas componen un cuarto estado de la materia llamado plasma, que no existe en nuestro planeta, pero es más común en el resto del universo. Gracias al campo magnético que la cubre, estas partículas son reflectadas protegiéndola del viento solar. La interacción que se genera entre ellos es lo que se conoce como magnetósfera.
 
Un estudio reciente fue capaz de predecir algunas propiedades magnéticas del viento solar. Esto motivó a un grupo de académicos, encabezados por el investigador postdoctoral de la Vridei en el Departamento de Física, Dr. Cristóbal Espinoza, a buscar las mismas propiedades en la magnetósfera terrestre. Esta indagación podría entregar resultados reveladores que construyan las bases de una nueva ley universal.
 
Al estudiar los datos, los investigadores situaron a la Tierra y el Sol en un mismo plano. De esta forma, se consideró el comportamiento del plasma situado en la parte más alejada del planeta: “Es como una piedra en un río. Detrás de la tierra el plasma es súper turbulento y ahí hicimos las mismas mediciones y encontramos las mismas propiedades”, comentó el Dr. Espinoza.
 
La importancia de llegar a este hallazgo, advirtió, se basa en la posibilidad de fijar una ley para todos los plasmas del universo. Esto permitiría explicar mejor su comportamiento y aumentar su comprensión. Sin embargo, el desafío está en expandir los estudios a otras áreas de la magnetósfera: “Ahora queremos analizar otras regiones para poder decir que es algo universal. Una ley que permitiría entender qué es lo que está pasando incluso alrededor de planetas fuera del sistema solar”, afirma.
 
Satélites: vigilantes de la tierra y el cambio climático
 
Las mediciones de las propiedades de los plasmas son realizadas gracias al envío de satélites al espacio. Mediante el acceso a datos proporcionados por organizaciones europeas, estadounidenses o rusas, el equipo de investigadores de la Usach ha podido acceder a estos datos.
 
Contar con satélites que orbiten alrededor de la tierra es importante, no solo para el desarrollo de las ciencias, sino también para supervisar su estado climático. En la pasada 21 conferencia sobre el clima (Cop 21), celebrada el año 2015 en París, Jean-Yves Le Gall, Presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES), destacó que 26 de las causas del cambio climático son observables desde el espacio, lo que indica la necesidad de seguir trabajando con satélites para fines medioambientales.
 
Este año la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) puso en órbita el Orbiting Carbon Observatory -3 (OCO-3), un satélite que tiene como principal función medir los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera terrestre. Por su parte, la Agencia Espacial Europea (ESA), a través de los satélites Sentinel, dió a conocer recientemente la existencia de casi 4.000 incendios producidos en la Amazonía desde el 1 al 24 de agosto de este año, panorama distinto de los 1.110 incendios del año pasado (ESA).
 
Dada la relevancia de estos aparatos, es indispensable considerar posibles riesgos que los afecten, como las tormentas solares. En ellas ocurre un aumento del número de partículas provenientes del Sol que ponen en peligro a todos los satélites en órbita, interrumpiendo comunicaciones, alterando el normal funcionamiento de los sistemas GPS e incluso dañando satélites para siempre.
 
Si se tiene en cuenta que los satélites artificiales evidencian los índices de gases de efecto invernadero, deshielos, temperaturas oceánicas y el aumento del nivel marítimo, su destrucción significaría un impedimento para el registro de imágenes y datos que actualizan al mundo científico sobre la crisis climática.

Estancamiento de la matrícula de pregrado: Desafío a políticas públicas

Estancamiento de la matrícula de pregrado: Desafío a políticas públicas

En los últimos cinco años, se ha producido un estancamiento de la matrícula en Educación Superior de pregrado (diurno y vespertino) en Chile, en particular de la matrícula de primer año. Esta última creció fuertemente entre 2006 y 2011 (8,4% tasa promedio anual), pero su tendencia cambió desde 2013 a la fecha (2018), período para el que sus niveles anuales muestran un crecimiento negativo (-0,3% tasa promedio anual, pasando de 318.072 y 312.688 alumnos entre ambos años).

La matrícula total de pregrado de la Educación Superior también tendió a estancarse, levemente. En los últimos cinco años ha cambiado su tendencia, presentando una disminución esencialmente monótona en su tasa de crecimiento, observable para todos los tipos de instituciones de educación superior (Universidades, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica).

El factor que explica el reciente estancamiento es el proceso de envejecimiento de la población del país, el que, según las estimaciones y proyecciones del INE, no se detendrá y que, a la fecha, ha estado cambiando la moda poblacional, desde 8 años de edad en 1990, hasta 28 años en 2019 y se proyecta de 49 años en 2039. Así, está aumentando la población mayor de 60 años; se está reduciendo la base poblacional; y también comienza a reducirse, levemente, la población del tramo de edad de 18 a 24 años, jóvenes en edad de estudiar en Educación Superior, población que entre 2010 y 2018, disminuye de 2.027.546 a 1.974.667 personas.

La tendencia demográfica del país afecta, a la vez, a la matrícula de educación básica, que se reduce de 2.130.243 a 1.988.726 entre 2007 y 2018. Resultado que, a su vez, afecta la cantidad de matriculados en la enseñanza media, nivel que se debe aprobar para estudiar en la Educación Superior. La matrícula de media ha pasado de 1.039.437 estudiantes en 2007 a 896.726 en 2018. corroborando que, en la última década y de aquí en adelante, cada año saldrán menos jóvenes habilitados para matricularse en Educación Superior.

Los datos corroboran que la razón de matriculados en enseñanza superior sobre el tamaño de la población objetivo (18 a 24 años) tiende hacia un nivel de equilibrio alrededor del 66%, confirmando que cada vez es mayor la proporción de esta edad que se matrícula en Educación Superior, pero con lento crecimiento en los años recientes, confluyendo, aproximadamente, en dos tercios de la población objetivo. 

El Estado financia el acceso a la educación superior mediante el gasto público en ayudas estudiantiles (becas, créditos y gratuidad -desde 2016-), factor que podría explicar la fuerte expansión de la matrícula de Educación Superior entre 2006 y 2013 (su aumento tiene una correlación positiva con la matrícula solo hasta 2013), mientras que controversialmente, entre 2013 y 2018 (años en que este gasto continúa creciendo), sus mayores incrementos no muestran impacto sobre la matrícula de Educación Superior.

Preliminarmente, se puede afirmar que este fenómeno queda explicado porque, desde la Casen se observan aumentos de matrícula en los alumnos de los cuatro primeros deciles y disminuciones de matriculados pertenecientes a los deciles 7º al 10º, tendencias similares a las observadas en la población del país en el estrato de jóvenes de 18 a 24 años.

Estas conductas permiten concluir que hay cada vez más pobres y menos ricos, en términos relativos, en la Educación Superior chilena y ello está ocurriendo, básicamente, por las ayudas estudiantiles estatales.

Las diferencias entre salarios profesionales y técnicos y, egresados de media, tampoco muestran impactos concluyentes. En esta primera aproximación se concluye que el factor demográfico es el de mayor relevancia para explicar el estancamiento de la matrícula y como este es un proceso de largo plazo, se deberán analizar y reevaluar las políticas de gasto público que el Estado está realizando en la Educación Superior

También se considera que la estabilidad del comportamiento de los salarios relativos de profesionales y técnicos en relación a las personas con solo estudios de enseñanza media, no permite atribuirles calidad explicativa a estas dimensiones del mercado laboral.

En consecuencia, las tendencias demográficas del país son el factor básico que explica el estancamiento de la matrícula de pregrado en la Educación Superior chilena (de primer año y total).

El estancamiento de esta matrícula en años recientes por factores demográficos, por ser una tendencia de largo plazo, desafía a la política pública implementada en el sector.

“La reducción de la jornada laboral afectará el Producto Interno Bruto”, sostiene economista de la Usach

“La reducción de la jornada laboral afectará el Producto Interno Bruto”, sostiene economista de la Usach

“Hacienda dijo que con el proyecto de 40 horas se perderían 250 mil empleos… Pero lo que nos llama la atención es que ahora (con la reducción a 41 horas promedio) el Ministerio del Trabajo señaló que esto va a generar 340 mil empleos”.  Con estas palabras, el presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Alfonso Swett, cuestionó los cálculos del Gobierno asociados tanto a la propuesta de la oposición como a la del oficialismo.

Más allá de las cifras y de la última medida del Gobierno de bajarle el ritmo a su proyecto de flexibilidad laboral, para el economista experto en redes de producción y académico de la Facultad de Administración y Economía (FAE) de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. Francisco Castañeda, el impacto en el empleo será evidente. “Temo que esto genere menos inversión a mediano plazo y una tendencia a un mayor desempleo en una economía tan desigual como la chilena”, afirma.

El Ingeniero Comercial, Máster en banca y finanzas y Doctor en geografía económica, advirtió que reducir la jornada laboral provocará que cada hora de trabajo se vuelva más cara para el empleador. A su juicio, este último terminará optando por una de dos alternativas para mantener su productividad actual: desacelerando el ritmo de su inversión o contratando menos gente y automatizando más procesos. “Hay una tendencia a la automatización y digitalización que es real, pero esto lo acelerará”, afirmó.

El profesor Castañeda reconoció que la tendencia en países desarrollados es a reducir las horas de trabajo, pero indicó que ello ocurre cuando esas naciones alcanzan tasas de productividad acordes a dicha modificación. Según explicó, Chile no ostenta cifras altas en este sentido, sino que, al contrario, exhibe un estancamiento. Por eso, advirtió que reducir las horas no solo podría impactar en la contratación de personas, sino en el sistema completo.

“Si se baja el número de horas, se afectará en el mediano plazo el Producto Interno Bruto. Las empresas grandes pueden asumir este mayor costo laboral, pero una pequeña o mediana empresa con problemas de capital de trabajo o liquidez va a terminar contratando menos trabajadores”, consideró. “Hacer el tejido laboral más débil y precario en una economía que este año crecerá menos del 3%, o más cerca del 2,5%, hará que los efectos del desempleo que ya son fuertes, se noten un poco más”, enfatizó.

Académico Usach aportará a política para combatir la vulnerabilidad de los niños de Chile

Académico Usach aportará a política para combatir la vulnerabilidad de los niños de Chile

El académico del Departamento de Ingeniería Geográfica de la Universidad de Santiago, Dr. Marcelo Caverlotti, participará en la mesa de educación en el marco de los diálogos con que el Ministerio de Desarrollo Social y la Familia planea configurar una política nacional de la niñez.

El académico fue invitado a participar en esta instancia tras intervenir en la Mesa Regional de Niñez organizada por la cartera. “Las ciencias de la tierra permiten cartografiar los aspectos que pueden generar problemas de vulnerabilidad en la niñez  y mostrar los lugares que pueden ser más propensos a que sucedan calamidades”, sostuvo.

A juicio del Jefe de Carrera de Ingeniería en Geomensura, la planificación territorial es muy importante “para el desarrollo adecuado de nuestros niños y para diseñar espacios constructivos, de áreas verdes y de evaluación de proyectos que aportarían indudablemente a encausar de la mejor manera esta tan importante iniciativa”.

El encuentro en el que intervino el Dr. Caverlotti y que lo llevó a participar en la Mesa de Educación se realizó en el salón de reuniones del Gobierno Regional Metropolitano. Se trató de un encuentro de carácter intersectorial cuyo objetivo fue fortalecer el trabajo en red respecto a temas relacionados con la vulnerabilidad de los niños en nuestro país.

De acuerdo al académico, el Ministerio está formando núcleos de trabajo sobre prevención, participación y educación en el ámbito infanto-juvenil y los productos que se desarrollen servirán como insumos técnicos para fortalecer programas intersectoriales, que promuevan el crecimiento integral de niños y adolescentes.

La Mesa Regional de la Niñez estuvo conformada por la Seremi de Desarrollo Social y Familia; el Coordinador Regional de la Niñez; la Subsecretaría de la Niñez; el Equipo Regional de Servicios Sociales Seguridad y Oportunidades; la PDI; Carabineros de Chile; representantes de Municipalidades, Ministerios y otras entidades.

Arquitectura plástica: del reciclaje a la revalorización

Arquitectura plástica: del reciclaje a la revalorización

El 3 de agosto del 2018, la mayoría de los ciudadanos nos despertamos, como cualquier otro día, sin saber que se publicaría en el diario oficial la LEY 21.100, que prohíbe la entrega de bolsas plásticas de comercio en todo el territorio nacional. A casi un año de esa fecha pareciera que estamos viviendo un sueño. Si en el 2015, según datos de la Asociación Gremial de Industriales del Plástico ASIPLA, el consumo de plástico alcanzaba los 51 Kg/hab/año, al día de hoy las bolsas plásticas prácticamente han desaparecido del comercio formal. En poco menos de un año nos convertimos en ciudadanos sustentables y responsables con el medio ambiente.

El impacto provocado por la publicación en redes sociales de imágenes de mares contaminados con islas de plásticos, y  peces y tortugas atrapadas en mallas de polietileno de alta densidad PEAD, fue tan irrefutable  que hasta las grandes multi-tiendas nacionales se sumaron a la campaña. Las mismas que inundan el comercio con vestimentas importadas desde el otro lado del planeta con altas huellas ecológicas, a causa del gasto energético de su producción y el transporte de sus productos a lo largo de los miles de kilómetros que separan el punto de manufactura y el de venta. 

Los termoplásticos como el polietileno de alta densidad PEAD o el de baja densidad PEBD parecían ser el gran culpable de los problemas ambientales del planeta; una vez fuera de la vista del consumidor, gracias a la Ley 21.100, pareciera que después de todo no estamos tan mal en esta sociedad de consumo. Es curioso que una de las primeras acepciones del verbo consumir sea destruir, extinguir, es decir, vivimos en una sociedad de extinción donde nuestra satisfacción de necesidades y deseos se sostiene en una cultura de lo desechable; donde la triada marketing, créditos y obsolescencia programada mantiene un flujo constante de productos con vidas útiles limitadas, como por ejemplo los smartphone, a los cuales podemos acceder mediante créditos de consumo estimulados por una publicidad que alimenta el deseo. El problema de mantener un flujo ininterrumpido de nuevos productos desechables es el flujo constante de desechos.

A puertas de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP25, a realizarse en Santiago en noviembre del 2019, más que nunca tenemos la oportunidad de preguntarnos si nos interesa seguir viviendo una realidad material definida por el marketing verde o, en el peor de los casos, por el greenwashing o si realmente nos interesa entender la sustentabilidad desde su origen vinculado a la manera de producir, distribuir y consumir bienes, servicios y productos.

El impacto ambiental, cuantificado con índices como la huella ecológica o la huella de carbono, es en resumidas cuentas el resultado del tipo de energía que usamos (energías fósiles, renovables o no convencionales), el cómo y cuánta de esta energía usamos (eficiencia energética) y qué materias primas procesamos para transformarlas finalmente en un producto, bien o servicio.

Esa pregunta es la que nos viene quitando el sueño desde hace algún tiempo en el Laboratorio de Exploración en Materiales Arquitectónicos Ambientales LEMAA de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Santiago. Según datos del Ministerio de Vivienda y Urbanismo del 2018, la industria de la construcción aporta un 7,8% del PIB nacional, siendo al mismo tiempo la responsable de un 33% de las emisiones de gases de efecto invernadero, del 34% de los residuos sólidos, y del 90% de la contaminación por material particulado fino: el famoso MP2,5 que escuchamos en las noticias cuando aparecen las preemergencias ambientales por contaminación atmosférica en las diferentes ciudades del país.

Conscientes de que la industria de la construcción es una fuente de contaminación importante, como arquitectos debemos preguntarnos si entendemos que nuestras decisiones, al momento de elegir materiales, están directamente relacionadas al impacto ambiental final de nuestro diseño. Solo para poner un ejemplo: el consumo energético promedio de una vivienda en chile, según diferentes estudios, puede alcanzar los 105 kWh/m2/año. En contrapartida, construir un metro cuadrado de muro con ladrillos de 12x24x9 cm tiene un costo energético de 225 kWh, es decir, se necesita más del doble de la energía por metro cuadrado para hacer un muro de ladrillo que para mantener una vivienda por un año.

Este escenario nos hace cuestionarnos, desde el LEMAA, sobre la responsabilidad como arquitectos en cuanto al impacto ambiental de los materiales que usamos para diseñar. Nos interesa entender qué tipo de componentes arquitectónicos (revestimiento de fachadas, baldosas, paneles, etc.) podemos generar a partir de nuevos materiales reciclados, como por ejemplo el polietileno PEAD y PEBD de las bolsas de plástico o las botellas de polietileno de tereftalato PET. La discusión, a nuestro juicio, no es que desaparezcan las bolsas plásticas - hecho que no solucionará nuestros problemas ambientales- sino entender cómo se producen las bolsas plásticas y si una vez ya convertidas en desechos, pueden ser reciclados para ser transformadas en algo más, en otro producto o material.

A nivel nacional, la revalorización del plástico es baja alcanzando entre el 10 al 15%. Dentro de la industria del plástico en Chile, cerca del 45% está destinado a envases y embalajes, el segundo nicho es la minería con un 19% y la construcción con un 18%. El potencial de revalorizar este material, a partir de componentes arquitectónicos, se vislumbra como una oportunidad de diseño. Con un poco de imaginación podemos visualizar los residuos y desechos como una nueva materia prima. Si antiguamente la tierra se transformaba en el adobe de los muros de las casas de campo, pueblos y ciudades como Santiago, hoy podríamos perfectamente imaginar materiales de construcción 3.0 de plástico recuperado, centros de acopio y reciclaje convertidos en nuevas canteras de materiales que, de paso, disminuirían los problemas relacionados a los vertederos y rellenos sanitarios. Debemos abrirnos a entender la urgencia de crear nuevos materiales a partir de desechos, traspasando la frontera del reciclar hacia la revalorización.

Un polímero de una bolsa de plástico o una botella puede convertirse en otra cosa. De hecho, la ventaja de los termoplásticos es que son baratos y pueden moldearse a casi cualquier forma a través de procesos de termo-conformado, prensado e inyección. ¿Se imaginan un ladrillo de polietileno que incorpore nanopartículas para controlar la temperatura entre el interior y el exterior de una casa? ¿o un revestimiento para fachadas de edificio de plástico que con nanotecnología pueda absorber contaminación atmosférica?. Estos ejemplos son líneas de investigación en desarrollo en el laboratorio LEMAA de la Escuela de Arquitectura, desde una mirada interdisciplinaria, en colaboración con el laboratorio de polímeros POLILAB y académicos de tecnología en diseño industrial de la Universidad de Santiago, buscamos abordar los problemas relacionados a los residuos, la contaminación atmosférica, el confort térmico de las viviendas y el diseño de componentes entre otros, desde nuevos enfoques, aunando visiones distintas pero complementarias.

La academia más que nunca tiene la obligación de comprometerse con la industria y los gobiernos en apuestas intersectoriales. Es fundamental que midamos nuestros impactos particularmente en el ámbito del diseño, la arquitectura y la construcción. Tenemos una oportunidad única para hacernos la pregunta inicial con seriedad: ¿nos interesa maquillar nuestros problemas ambientales o realmente queremos dar un salto hacia una industria de la construcción y una disciplina arquitectónica consiente de sus maneras de producir, distribuir y consumir materiales y componentes arquitectónicos? La brecha no es menor, si nos equivocamos y nos quedamos en el marketing verde y el sobreconsumo desinformado, será demasiado tarde para entrar en una cultura de la sustentabilidad basada en el diseño responsable.

Dr. Arq. Alexandre Carbonnel
Escuela de Arquitectura
Director LEMAA

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