Simón Pérez Seballos

Emprendedora invita a sumarse a desafíos del desarrollo sostenible

Emprendedora invita a sumarse a desafíos del desarrollo sostenible

El 27 de abril, en la Sala de las Artes Víctor Jara de la Universidad de Santiago de Chile, se realizó la charla "Ser Humano e Infraestructura Verde para el Desarrollo Sostenible", a cargo de Nicole Henríquez Marchant, gerenta general de My Eden y titulada de Ingeniería Civil en Geografía de la Corporación.

La actividad, organizada por el Programa de Innovación Lions Up en conjunto con la Fundación de Egresados y Amigos del plantel (Fudea), profundizó en conceptos como desarrollo sostenible y educación ambiental, entre otros.

Desarrollo sostenible: tarea de todos y todas

A juicio de Henríquez, un hito clave para enfrentar el concepto de sostenibilidad se encuentra en la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, establecida en 1983 por las Naciones Unidades. “En ese momento, se decreta la necesidad de generar un término que integre todos los elementos del territorio y su constante evolución”, señaló.

Entre las principales conclusiones de dicha comisión, se encuentra la idea de que, “para satisfacer la necesidades del presente, sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias", la protección del medio ambiente y el crecimiento económico deben abordarse como una problemática integral.

“Así surge el informe ‘Nuestro futuro en común’, que a grandes rasgos lo que hace es dar los lineamientos para empezar a trabajar en conjunto en función del desarrollo sostenible, proponiendo nuevas formas de cooperación internacional y también entendiendo la necesidad de que todos los actores de la sociedad se involucren en este trabajo”, complementó Henríquez.

Para la experta, a fin de comprender el actual escenario y los desafíos pendientes, no debe olvidarse la Cumbre del Milenio (2000) y  la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (2012), «Rio+20». Esta última iniciativa, “es la primera muestra de que la sociedad debe trabajar en conjunto para poder construir el desarrollo sostenible, tanto la parte privada como pública”.

Dentro de sus objetivos, se encuentran tres aspectos fundamentales: crecimiento económico, protección del medio ambiente e inclusión social.

Sin embargo, puntualizó que estas reflexiones institucionales deben acompañarse de cuestionamientos individuales, del quehacer cotidiano, que propicien poner en tensión el tipo de relación que estamos estableciendo con la naturaleza.

Para la egresada, antecedentes históricos donde el tipo de relación humana era distinta –ejemplificando en la etapa de cazadores junto a la agrícola y ganadera-, las personas “aún custodiaban un sentido de comunidad. Entendían que dependían del entorno, cuidaban la naturaleza y mantenían un equilibrio”.

El punto de quiebre, agregó, se encuentra con la Revolución Industrial, donde “nos alejamos de la naturaleza. “Al perder el contacto, perdimos el vínculo, dejamos de darnos cuenta de lo importante que era para sobrevivir: hay una desconexión con el entorno natural vital”.

Para contrarrestar este escenario adverso y así reconectarse con la naturaleza, Henríquez precisó que el ser humano “tiene que aprovechar sus capacidades mentales y físicas, pero también otro tipo de habilidades. Por eso me gusta la educación alternativa, porque trata de conectar todos nuestros sentidos”.

Y, en esta línea, la idea de “propósito” sería fundamental, ya que “yo tengo el potencial de desarrollo, no lo tengo que buscar afuera. Además, tengo la maravillosa oportunidad de elegir quien quiero ser, si la sociedad me lo permite. El entorno idealmente te irá llevando por un camino que te permitirá encontrar ese propósito, donde junto mi pasión, misión, vocación y profesión”.

Pensamiento divergente

Por otra parte, la experta enfatizó que para avanzar hacia el desarrollo sostenible, la identidad, el propósito y el vínculo con la comunidad deben conformar una triada primordial. Sin embargo, tienen que enmarcarse dentro de una noción de educación que “estimule el pensar, el actuar y el sentir. Si logro conectar estas tres cosas, yo me convierto en un ser integral, que logra entregarle a la sociedad y reorienta su vida en el impacto que genera”.

Ejemplificó con Ken Robinson, quien asevera que “tenemos que ir modificando nuestra educación, relacionándola con un pensamiento divergente, que se vincula a la capacidad de ver muchas respuestas o soluciones a un problema en cuestión”.

El planteamiento radicaría en desplegar “con la máxima flexibilidad y eficacia el desempeño de las distintas funciones definidas por cada sociedad. Todos tenemos un rol que cumplir: lo importante es descubrir cuál es”.

Finalmente, realizó un llamado a la comunidad universitaria para que “descubran que su experiencia personal les va a dar el sello único de cómo van a abordar sus profesiones. El comportamiento sostenible idealmente se va a basar en esa experiencia personal y la clave está en que reorienten lo profesional en impactar su mundo, su vida y  su comunidad con lo que mejor saben hacer”.

“Chile debe sumarse a la Cuarta Revolución Industrial”

“Chile debe sumarse a la Cuarta Revolución Industrial”

Amante del género de las ucronías -ese que profundiza en realidades alternativas, viajes en el tiempo o conspiraciones-, con Stephen King como uno de sus autores de cabecera, Jaime Contreras Soria,  destacado profesional usachino, ha consolidado su trayectoria profesional en la promoción de la cultura de la innovación y el emprendimiento.

 

Con una destacada trayectoria en el mundo privado, trabajó por más de 10 años a cargo del Área de Estudios de la revista América Economía. Además, cuenta con un MBA en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey en México, país donde se desempeñó como panelista estable el año 2012 en Radio Trece Noticias.

 

Sin embargo, su camino académico, casi en la línea con las ucronías que tanto le apasionan, pudo desarrollarse en otra realidad, alejada de la gestión de proyectos o de planillas Excel, sino más cercana las encías o el tejido periodontal.

 

Cuenta que la faltaron dos puntos para entrar a estudiar Odontología, carrera que siempre quiso cursar desde tu etapa escolar. Ante esta inesperada y desconcertante situación, un académico lo convence de estudiar Ingeniería en la Universidad de Santiago de Chile, tomando en cuenta su excelente desempeño en ramos como Matemática o Física.

 

“Decidí hacerle caso y fue todo un descubrimiento. Me encantó la carrera, sentí que era lo mío”, señala. Ingresó a Ingeniería Civil Industrial el año 2000 y se tituló el 2006.

 

Al calificar su paso por la Universidad, no tiene dudas de reconocer lo importante que ha sido en su vida, recalcando la “preocupación por el otro”, que a su juicio no es algo que se aprecie con tanta nitidez en otros planteles universitarios.

 

“Más allá de que la competencia existe, acá siempre había un espacio de colaboración, de querer ayudar al otro y creo que eso es súper bueno. Esa preocupación por la educación, por el país en su conjunto, por el sistema de Educación Superior. Esas conversaciones, debates, yo encuentro que le agregan valor a los estudiantes de la Casa de Estudios”, subraya.

 

También se toma el tiempo de homenajear a sus profesores –como Osvaldo García de la Cerda o Agustín León-, que lo ayudaron a crecer en ámbitos tanto personales como profesionales. Y, junto a ello, destaca las enriquecedoras experiencias vividas en movilizaciones estudiantiles.

 

“Yo por lo menos recuerdo con agrado discusiones de alto nivel con personas de la carrera y de otras donde se debatía, lo que te abría la mente para luchar por cosas que en ese momento eran por un bien del país”, afirma.

 

En esa misma línea, destaca esas instancias de participación estudiantil como un “espacio cívico, ciudadano, que te permitía ser más empático con el otro, con el que no tenía la misma posibilidad que tú”.

 

También, enfatiza en el rol social que juega la Universidad en el país, señalando que “si pudiésemos medir la trazabilidad educacional, desde que el alumno entra hasta que sale en todos los ámbitos, como autoestima, formación, tanto en habilidades blandas como duras, impacto en lo económico, en lo social, yo creo que somos por lejos la mejor Universidad: de eso no tengo ninguna duda”.

 

Sobre el mismo punto, agrega que “la diversidad de estudiantes que entran acá es tremenda, yo creo que ahí la Universidad tiene un rol donde cada día se afirma más, además sus índices de calidad donde compite con el resto de las universidades está súper bien. (…) Es algo que cada persona que pertenece a esta comunidad debería estar muy orgulloso”.

 

Innovación y emprendimientos: temas claves

 

Al ser consultado por qué decide incorporarse al área de finanzas, economía e innovación, señala que su paso como asistente en el área de Administración y Finanzas en Prosegur le permitió aprender diversas habilidades relacionadas con su profesión, desde uso de sistemas, programas y diferentes modelos de trabajo.

 

Sin embargo, dicha experiencia lo hizo reflexionar sobre el rumbo de su desarrollo profesional, realizando un giro importante al ingresar a la revista América Economía como Coordinador en el área de Estudios, donde “encontré mi vocación y espacio profesional”.

 

“Me encantan los medios, el mundo editorial es muy entretenido. Mi señora siempre me echa la talla de que debería haber sido periodista y no ingeniero, pero creo que desde la Ingeniería generé un aporte al espacio editorial”, agrega.

 

En dicha empresa, llegó a encabezar el Área de Estudios, donde en su rol de director lideró la elaboración de diversos rankings y estudios en diversas áreas, a cargo de un equipo multidisciplinario de profesionales. “Estuve casi 10 años ahí y fue una cosa muy intensa”, añade.

 

Esa experiencia, tanto teórica como analítica, le permitió poco a poco enamorarse de la innovación y el emprendimiento, recalando en el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini, como Subdirector de Contenidos.

A su juicio, “la innovación y emprendimiento debe ser por lejos el tema que nos va a permitir avanzar como sociedad a un estado superior”.

 

El mundo cambió

 

Bajo su mirada y experiencia profesional, considera fundamental que como país asumamos con mayor fuerza la cultura de la innovación y el emprendimiento, que implica entender que “estamos en la Cuarta Revolución Industrial y que todas estas mega-tendencias que existen como ‘Internet de las Cosas’, “Big Data” o Inteligencia Artificial, no son para 10 o 15 años, sino ahora”.

 

La clave, reflexiona, es otorgarle un sentido de urgencia, “porque si las personas no se dan cuenta que tenemos una oportunidad enorme de subirnos a este carro, vamos a perder como en muchas otras ocasiones en la Historia de Chile, donde hay otros que toman el camino y nos adelantan”.

 

También, añade que la innovación no debería circunscribirse a ciertas carreras o áreas propias de la Ciencia y Tecnología, Diseño o Modelos de Negocios, sino que “todas las facultades en las distintas universidades deberían sentirse llamadas por la innovación y el emprendimiento, porque al final es algo transversal”.

 

Para Contreras, el mensaje a las nuevas generaciones sería que “el mundo cambió. Muchas de las competencias que ellos tienen hoy día las van a tener que mejorar o adherir otras para el mundo que viene, ahora ya. Que es un mundo con temas digitales muy fuertes, donde la robótica va a entrar muy fuerte.  Entonces, creo que no es que uno quede obsoleto de inmediato, existe una oportunidad de poder entrar en esta dinámica y ser parte de ella, no mirarla desde afuera”.

 

Momento de oportunidades

 

En relación a sus próximos desafíos profesionales, planea en un futuro impulsar un emprendimiento vinculado al área educacional, que mezcle su pasión por la Educación, la docencia (se desempeña como profesor del MBA de la Universidad y ha realizado clases desde escolares a estudiantes de pregrado) y la innovación. “Eso va también de la mano con generar impacto directo en la sociedad”, enfatiza.

 

Ya en el cierre, realiza un llamado a la comunidad Fudea de egresadas y egresados a asumir un rol más activo en la comunidad universitaria. “No se trata solo de ir a la cena de egresados todos los años y pasarla bien: se trata de que tú te sientas ligado a la Universidad. Si hay algo que nos falta a nosotros, es entender que la generación de redes está en nosotros mismos. Nadie va a generar redes por nosotros”.

 

También, aconseja a quienes deseen relacionarse con el ecosistema emprendedor, darle una mirada al área de la innovación, sobre todo porque “al menos en la Historia cercana no hemos tenido un momento donde van a surgir tantas oportunidades como en los próximos años que vienen”.

 

A su juicio, “a lo mejor no todos tienen la vocación de emprendedores, pero el que tú estés fuera profesionalmente te va a dejar obsoleto. Y eso va desde las personas que estudiaron Humanidades hasta las carreras relacionadas directamente con el área de Tecnología. Creo que ahí hay una oportunidad muy interesante para todos de ser partícipe de esta revolución que estamos viviendo”.

Egresada y hoy ejecutiva recibe Beca MBA Fudea U. de Santiago

Egresada y hoy ejecutiva recibe Beca MBA Fudea U. de Santiago

El lunes 27 de noviembre, en las dependencias de la Fundación de Egresados y Amigos (Fudea), se oficializó la entrega de la segunda galardonada con la Beca MBA USACH – Fudea U. de Santiago, beneficio dirigido a la comunidad de socias y socios de la Fundación.


Dicha iniciativa, instaurada el año 2016, busca potenciar académicamente a ex alumnos con talento que requieran esta especialización en el área de negocios.


En esta segunda convocatoria, fue reconocida Débora Pardo Hernández (28), titulada de Ingeniera Comercial y Tecnólogo en Administración de Personal de la Universidad de Santiago de Chile.


Actualmente, Pardo se desempeña en Sony Music Entertainment como Royalties and Copyrights Manager, donde, entre otras labores, realiza procesos derechos de autor y regalías de la compañía, a través de relaciones con sellos editoriales y la casa matriz de la entidad.


El presente beneficio le permitirá acceder al 100% de la cobertura del arancel del programa en su versión 2018.
Su ejemplo de esfuerzo, responsabilidad y excelencia académica en el plantel, junto a su destacada trayectoria profesional y sus perspectivas de desarrollo futuro, fueron algunos de los aspectos que la hicieron acreedora del beneficio.


La entrega de la beca fue oficializada por la directora de la Fundación de Egresados y Amigos (Fudea), Úrsula Schulz, junto al director del programa MBA USACH, Francisco Castañeda.


Ambas autoridades felicitaron la trayectoria de esfuerzo y perseverancia de Pardo, enfatizando en su mentalidad crítica y su permanente búsqueda hacia la excelencia.


Regreso a casa


Al referirse a la obtención de la beca, Pardo considera que “es una súper buena oportunidad para los ex alumnos. Para mí, continuar estudiando en la Universidad de Santiago de Chile es parte de un sueño profesional. Estoy súper agradecida de volver al plantel y genial que se den estas instancias para que los ex alumnos puedan seguir postulando y estudiando acá”.


En la misma línea, la egresada estima que el acceso al programa le ayudará “a ser una mejor profesional. Me va a ampliar mi abanico laboral y por supuesto que estudiar en la Universidad de Santiago me ha dado un plus profesional, así que feliz de seguir con esos valores”.


Finalmente, realiza un llamado a la comunidad de ex alumnas y ex alumnos, para que conozcan los diversos beneficios, actividades e iniciativas a las que pueden acceder en el asociándose a Fudea. “Invito a todos los ex alumnos a que se unan a la Fudea, hay hartos beneficios que están ahí. Lo más importante: están las oportunidades y es cosa de aprovecharlas”, concluyó.

“Es impagable haber recibido la formación y acervo cultural que entrega nuestra Universidad”

“Es impagable haber recibido la formación y acervo cultural que entrega nuestra Universidad”

Guillermo Gacitúa (83) estudió en la Escuela de Técnicos Industriales en Concepción e Ingeniería en Electricidad en la Universidad Técnica del Estado, desempeñándose en la actualidad como presidente del Consejo Nacional de Seguridad, organismo que lidera desde el año 1991.

Nació en Santiago, pero a los tres años –producto de la muerte de su padre-, se mudó a Talcahuano, donde se crio con su abuela, tíos y tías. 

 

Estudió en la mencionada ciudad, en San Carlos y también en Chillán, para posteriormente instruirse en la Escuela Industrial de Concepción –entidad que después integraría la Universidad Técnica del Estado- en la década del cincuenta.

Su interés en el ámbito eléctrico –impulsado por un tío Normalista que lo motivó a ingresar a una Escuela Industrial -lo llevó a trasladarse a Santiago. Ahí, entró a la Universidad Técnica del Estado, a la carrera de Ingeniería en Electricidad.

 

Al rememorar su paso tanto por la UTE como en la Escuela de Técnicos Industriales, destaca su rol como dirigente estudiantil en Concepción, representando a su recinto educacional en congresos y reuniones realizados en la Escuela de Artes y Oficios, que buscaban sentar las bases para la creación de la Universidad Técnica del Estado.

A su juicio, la comunidad de las escuelas técnicas a lo largo del país siempre buscó que sus especialidades tuvieran un rango universitario técnico, planteamiento que lo llevó a imbuirse fuertemente en la concreción de este objetivo. “No es que nosotros creáramos a la UTE, pero sí ayudamos a darle forma”, enfatiza con orgullo.

 

También, ya en Santiago y estudiando Ingeniería en Electricidad, participó en los inicios de la Radio Universitaria de nuestra Casa de Estudios, cuando estaba ubicada en el edificio de Fanor Velasco, en el centro de Santiago.

Ahí, ejerció como locutor, realizando programas misceláneos y de lectura de noticias, junto a un equipo de profesoras y profesores que lideraban la iniciativa, destacando con especial énfasis a la primera directora de la emisora, María Teresa Femenías. 

 

Su inquietud radial comenzó un poco antes, en Talcahuano, donde se desempeñó como locutor en iniciativas locales. “No era mucho lo que pagaban, pero era plata que no tenía”, señala entre risas.

 

Junto a ello, en la Escuela de Técnicos Industriales de Concepción, participó en el levantamiento de una pequeña radio, que con el esfuerzo tanto de los estudiantes como de los profesores, pudo salir adelante. “Compramos un equipo de música usado, los discos y nos conseguimos una salita (…).  Transmitíamos al patio de la escuela y poníamos música. Incluso, habían profesores que nos regalaban música clásica, vinilos y estuvimos un par de años en eso. Fue una bonita experiencia”, señala.

 

A su juicio, lo que vivió tanto en Concepción como en la Universidad Técnica del Estado, fueron experiencias muy enriquecedoras, destacando la heterogeneidad de contenidos y la vocación de servicio, a toda prueba, de los profesores que lo educaron.

“Eran educadores más que ‘enseñadores’. Ese afán educador va generando fuerzas, incentivos y semillas en los jóvenes. Eso se agradece realmente. Va engrandeciendo el sentido de la vida y le da un norte. Es impagable haber tenido esa formación y ese acervo cultural”, agrega.

 

Llegada a Chilectra

 

Posteriormente, realizó prácticas profesionales en Huachipato, en Inchalam y Endesa, para finalmente ingresar a Chilectra, donde primero se desempeñó en el área de distribución en San Bernardo y después ejerció como ejecutivo de Recursos Humanos en la Gerencia de Personal, especializándose en el área de Personal y Prevención de Riesgos.

 

Estando en Chilectra, ejerció como presidente del Sindicato de Profesionales, realizando diversas luchas en beneficio de las trabajadoras y trabajadores. “Fue una labor muy bonita. Logramos muchas conquistas sociales, de salud, médicas o de mejoras económicas (…). Yo estuve 16 años como presidente del sindicato”.

 

Ese impulso y contacto con diversos mundos laborales, de empresas y ejecutivos, lo llevó a vincularse al ámbito de la seguridad, ingresando al Consejo Nacional de Seguridad en representación de Chilectra.

La mencionada entidad, fue creada en 1953 basada en los principios del National Safety Council de Estados Unidos, buscando fomentar la prevención de riesgos y crear conciencia sobre la necesidad de evitar accidentes laborales.

 

En ella, primero ejerció como director, después como vicepresidente y finalmente liderando el organismo desde 1991. “Esa representatividad en el directorio fue tomando más fuerza y me fueron apoyando las otras empresas y tuve la presidencia hasta el día de hoy”, agrega.

 

A su juicio, esa experiencia ha sido muy enriquecedora, porque “uno se transforma en uno más de los aportadores de generar consciencia en la ciudadanía, en los trabajadores. Por ejemplo, realizamos concursos y premiamos a establecimientos educacionales que se preocupan por desarrollar la prevención en los colegios, reducir los accidentes y tareas formativas de seguridad”.

 

En la misma línea, añade, “todo eso enriquece y ayuda. Es como una vocación de servicio. Ayuda a salvar vidas, a que un trabajador vaya a laborar y vuelva del trabajo todos los días sano y salvo”.

 

Desafíos de seguridad en la sociedad

 

Como experto en seguridad, el también socio de Fudea considera importante ampliar los estándares en la materia fuera de los espacios de las empresas. Ejemplifica con el tránsito vial, donde “no hay consciencia preventiva y de seguridad”.

 

También, considera que deberían realizarse esfuerzos más importantes en términos formativos en los colegios, incluyendo como parte de la educación cívica “el respeto al otro, incluso el respeto a mí mismo, a lo que yo hago: eso falta fortalecer”.

 

Pese a valorar los esfuerzos que realizan organismos como las mutualidades, el propio Consejo que lidera, considera que “es insuficiente. Hay que hacer más cosas todavía”.

 

“Por ejemplo, nosotros hacemos cursos anuales a estudiantes en práctica de universidades e institutos para generar consciencia preventiva. Uno les pregunta si alguna vez se habló de prevención de riesgo y accidentes en sus estudios la mayor parte dice que no. Eso es una falencia social”, recalca.

 

Llamado a la comunidad

 

Finalmente, Gacitúa realiza un llamado a la comunidad de egresadas y egresados de diversas profesiones a avanzar con más fuerza en la cultura preventiva. “Tienen que salir con esa mentalidad”, enfatiza.

 

“Por ejemplo, si construyo un puente, tengo que preocuparme no solamente de los fierros, sino también de las personas que van a hacer el trabajo. Entonces, esa sensibilidad hacia el grupo de trabajo es importante. Hay una responsabilidad no solamente hacia un edificio, un puente o línea de transmisión. Hay que hacerlo bien, con las menores posibilidades de accidente”, recalca.

 

Bajo su análisis, es fundamental incorporar “mi sensibilidad hacia la seguridad de las personas, como una responsabilidad social”, concluye.

Licenciada en Estudios Internacionales se adjudica beca del Conacyt de México

Licenciada en Estudios Internacionales se adjudica beca del Conacyt de México

Desde muy pequeña, Daniela Araya Durán (28) ha estado ligada a la Universidad de Santiago de Chile. En su etapa escolar, asistía regularmente a las escuelas de verano del Plantel y era una acérrima participante de los conciertos de la Orquesta Clásica cobijados en el Aula Magna.

Este vínculo afectivo, tejido a fuego lento durante su adolescencia, se profundizó con sus intereses por la política y el área social, aspectos que confluyeron en su elección académica por la carrera de Licenciatura de Estudios Internacionales.

El año 2008 ingresó a la Casa de Estudios, motivada por las particularidades de dicho programa académico y las posibilidades de desarrollo que éste le podría proporcionar. “Es una Universidad exigente, con excelentes profesores, así que eso me enseñó a ser constante y perseverante con lo que quería lograr”, señala.

Fueron muchos los valores que aún conserva y cultiva dentro de su trayectoria tanto académica como profesional, relacionados con el compañerismo, la constancia o la responsabilidad a toda prueba, “que también me han servido mucho en lo laboral”.

“Al final uno es un ser íntegro que se va formando con el paso del tiempo y las experiencias vividas. Entonces, creo que todo lo aprendido me ha servido en lo personal.  En lo profesional, me entregó las herramientas necesarias para desenvolverme en mi área de estudios y poder ser un aporte en la sociedad”, enfatiza.

En la Corporación, no sólo pudo profundizar en aspectos que hasta hoy la apasionan, como la geopolítica y las relacionales internacionales, sino también consolidar un gran grupo humano, con vínculos y amistades que mantiene hasta el día de hoy.

Destaca, también, las “enseñanzas de vida” que le entregó el Plantel, asociadas a la superación constante y a una impronta resiliente, en la búsqueda de siempre aspirar a nuevas metas cada día más exigentes.

Aún recuerda con cariño y nostalgia el Campus Único, destacando también el importante aporte que ha jugado el Instituto de Estudios Avanzados en el área de Humanidades, donde cursó un Diplomado en Política Mundial.

Sin embargo, también vivenció momentos complejos, de aprendizaje. Sobre este punto, recuerda una experiencia límite, de esas dolorosas pero que a la vez permiten crecer y fortalecerte como persona.

Ocurrió después de una prueba en primer año, donde recibió un malintencionado comentario, señalándole que “no servía para la Carrera”. Incluso, su interlocutor enfatizó, de manera tajante, que no entendía “qué estaba haciendo” en ella.

“Si no hubiese tenido el apoyo de mi familia, amigos, mi constancia en los estudios y mi gusto por la política internacional, tal vez hubiese decidido dejar la Carrera. Todo esto me enseñó que nunca debo rendirme, por más que otras personas lo piensen, que debo ser perseverante y luchar por mis sueños y lo que yo creía correcto hacer”, recalca.

Relacionado con lo mismo, enfatiza que nunca debemos dejar “que nadie se interponga entre lo que quieres lograr y ser. Si se lo proponen, pueden lograr lo que ustedes quieran”.

Vínculo con México

Daniela se tituló el año 2015. Antes, en medio de su proceso formativo y gracias a su excelente desempeño académico y curiosidad permanente, realizó en México tres semestres de intercambio en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). También, en Relaciones Internacionales.

Posterior a su egreso, se integra a la Cámara de Integración Chileno Mexicana, donde se desempeñó desde mediados de 2014 hasta principios de 2017.

A su juicio, tomó esta decisión, ya que México “ha marcado varias etapas en mi vida, es mi segundo país. Entonces, para mí fue un gran orgullo ejercer en un trabajo que ayudaba al intercambio entre dos países que amo. Además, conocí a gente maravillosa con la que aún hoy mantengo contacto. Aprendí demasiado y estoy contenta con lo que me tocó hacer.”.

Sin embargo, este vínculo con el país azteca vivió una nueva etapa de consolidación, ya que a principios de este año Daniela fue becada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), organismo público mexicano dedicado al fortalecimiento del desarrollo científico y la modernización del país norteamericano a través de diversas acciones. Entre ellas, la formación de profesionales de excelencia donde se encuentra la egresada de la Casa de Estudios.

Actualmente, cursa el Magíster “Estudios de Desarrollo Global” en la Universidad Autónoma de Baja California.

En dicho programa, ha podido seguir profundizando en conceptos, teorías y de un intercambio cultural muy fructífero, focalizado en áreas como Economía Política, Globalización, Gobernanza o Economía Mundial.

Afirma que el programa tiene una serie de semejanzas con Estudios Internacionales impartido en la U. de Santiago, además de otorgarle la posibilidad de cursar el último semestre en otro país.

“Me siento muy orgullosa de mis logros, ya que tampoco ha sido fácil venir a otro país a vivir, dejando a mis amigos y familia. Pero me enseñaron que las cosas se logran con esfuerzo y que al final los logros que se consiguen, valen la pena”.

En este sentido, Araya asegura que aprovechará esta oportunidad al máximo, tejida y forjada con su  perseverancia y dedicación, que le permita cursar a corto plazo un doctorado en Estados Unidos.

Finalmente, Daniela realiza un llamado, tanto a la comunidad Fudea como de su Carrera en particular, invitándolos a perseverar, a nunca rendirse y confiar siempre en sus capacidades. “Si hay una oportunidad laboral, tómenla y siéntanse bien consigo mismo. Dicen que las cosas buenas tardan en llegar y tenemos que luchar más por darnos a destacar en el ámbito laboral y hacernos indispensables para un área del conocimiento que recién se está abriendo”, concluye.

Licenciada en Estudios Internacionales se adjudica beca del Conacyt de México

Licenciada en Estudios Internacionales se adjudica beca del Conacyt de México

Desde muy pequeña, Daniela Araya Durán (28) ha estado ligada a la Universidad de Santiago de Chile. En su etapa escolar, asistía regularmente a las escuelas de verano del Plantel y era una acérrima participante de los conciertos de la Orquesta Clásica cobijados en el Aula Magna.


Este vínculo afectivo, tejido a fuego lento durante su adolescencia, se profundizó con sus intereses por la política y el área social, aspectos que confluyeron en su elección académica por la carrera de Licenciatura de Estudios Internacionales.


El año 2008 ingresó a la Casa de Estudios, motivada por las particularidades de dicho programa académico y las posibilidades de desarrollo que éste le podría proporcionar. “Es una Universidad exigente, con excelentes profesores, así que eso me enseñó a ser constante y perseverante con lo que quería lograr”, señala.


Fueron muchos los valores que aún conserva y cultiva dentro de su trayectoria tanto académica como profesional, relacionados con el compañerismo, la constancia o la responsabilidad a toda prueba, “que también me han servido mucho en lo laboral”.


“Al final uno es un ser íntegro que se va formando con el paso del tiempo y las experiencias vividas. Entonces, creo que todo lo aprendido me ha servido en lo personal.  En lo profesional, me entregó las herramientas necesarias para desenvolverme en mi área de estudios y poder ser un aporte en la sociedad”, enfatiza.


En la Corporación, no sólo pudo profundizar en aspectos que hasta hoy la apasionan, como la geopolítica y las relacionales internacionales, sino también consolidar un gran grupo humano, con vínculos y amistades que mantiene hasta el día de hoy.


Destaca, también, las “enseñanzas de vida” que le entregó el Plantel, asociadas a la superación constante y a una impronta resiliente, en la búsqueda de siempre aspirar a nuevas metas cada día más exigentes.


Aún recuerda con cariño y nostalgia el Campus Único, destacando también el importante aporte que ha jugado el Instituto de Estudios Avanzados en el área de Humanidades, donde cursó un Diplomado en Política Mundial.


Sin embargo, también vivenció momentos complejos, de aprendizaje. Sobre este punto, recuerda una experiencia límite, de esas dolorosas pero que a la vez permiten crecer y fortalecerte como persona.


Ocurrió después de una prueba en primer año, donde recibió un malintencionado comentario, señalándole que “no servía para la Carrera”. Incluso, su interlocutor enfatizó, de manera tajante, que no entendía “qué estaba haciendo” en ella.


“Si no hubiese tenido el apoyo de mi familia, amigos, mi constancia en los estudios y mi gusto por la política internacional, tal vez hubiese decidido dejar la Carrera. Todo esto me enseñó que nunca debo rendirme, por más que otras personas lo piensen, que debo ser perseverante y luchar por mis sueños y lo que yo creía correcto hacer”, recalca.


Relacionado con lo mismo, enfatiza que nunca debemos dejar “que nadie se interponga entre lo que quieres lograr y ser. Si se lo proponen, pueden lograr lo que ustedes quieran”.


Vínculo con México


Daniela se tituló el año 2015. Antes, en medio de su proceso formativo y gracias a su excelente desempeño académico y curiosidad permanente, realizó en México tres semestres de intercambio en la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). También, en Relaciones Internacionales.


Posterior a su egreso, se integra a la Cámara de Integración Chileno Mexicana, donde se desempeñó desde mediados de 2014 hasta principios de 2017.


A su juicio, tomó esta decisión, ya que México “ha marcado varias etapas en mi vida, es mi segundo país. Entonces, para mí fue un gran orgullo ejercer en un trabajo que ayudaba al intercambio entre dos países que amo. Además, conocí a gente maravillosa con la que aún hoy mantengo contacto. Aprendí demasiado y estoy contenta con lo que me tocó hacer.”.


Sin embargo, este vínculo con el país azteca vivió una nueva etapa de consolidación, ya que a principios de este año Daniela fue becada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), organismo público mexicano dedicado al fortalecimiento del desarrollo científico y la modernización del país norteamericano a través de diversas acciones. Entre ellas, la formación de profesionales de excelencia donde se encuentra la egresada de la Casa de Estudios.


Actualmente, cursa el Magíster “Estudios de Desarrollo Global” en la Universidad Autónoma de Baja California.
En dicho programa, ha podido seguir profundizando en conceptos, teorías y de un intercambio cultural muy fructífero, focalizado en áreas como Economía Política, Globalización, Gobernanza o Economía Mundial.
Afirma que el programa tiene una serie de semejanzas con Estudios Internacionales impartido en la U. de Santiago, además de otorgarle la posibilidad de cursar el último semestre en otro país.


“Me siento muy orgullosa de mis logros, ya que tampoco ha sido fácil venir a otro país a vivir, dejando a mis amigos y familia. Pero me enseñaron que las cosas se logran con esfuerzo y que al final los logros que se consiguen, valen la pena”.


En este sentido, Araya asegura que aprovechará esta oportunidad al máximo, tejida y forjada con su  perseverancia y dedicación, que le permita cursar a corto plazo un doctorado en Estados Unidos.


Finalmente, Daniela realiza un llamado, tanto a la comunidad Fudea como de su Carrera en particular, invitándolos a perseverar, a nunca rendirse y confiar siempre en sus capacidades. “Si hay una oportunidad laboral, tómenla y siéntanse bien consigo mismo. Dicen que las cosas buenas tardan en llegar y tenemos que luchar más por darnos a destacar en el ámbito laboral y hacernos indispensables para un área del conocimiento que recién se está abriendo”, concluye.

“Trabajen por algo más que ganar dinero”

“Trabajen por algo más que ganar dinero”

Trascender y, junto a ello, dejar un legado significativo a las nuevas generaciones. Esa es una de las directrices que guía la trayectoria de la egresada de Ingeniería Civil en Geografía de la Universidad de Santiago de Chile, Nicole Henríquez Marchant. La profesional lidera el emprendimiento “My Eden”, el cual se dedica a la construcción y diseño de ecosistemas urbanos e infraestructura verde, como jardines verticales, techos verdes o “cuadros vivos”.

Su llegada al ámbito de la geografía y medioambiental podría parecer azarosa, producto de los vaivenes y misterios propios de la vida. Pero, a su juicio, no lo es. Se fue tejiendo sin prisa, con la calma de una existencia que se alimenta y nutre con heterogéneas fuentes de conocimiento. Una de ellas y muy importante: la música.

Nicole estuvo muy cerca de dedicarse profesionalmente al piano, ya que estudió desde los ocho años en el conservatorio de la Universidad de Chile. Sin embargo, una reflexión vocacional la llevó a abandonar dicha trayectoria a los 16 años, optando por ingresar a la Universidad de Santiago a la carrera de Licenciatura en Matemática.

Sin embargo, ya en dicha área de estudio, se dio cuenta de que el mencionado camino no era lo suyo, pero sí logró encantarse y empaparse con las bondades y particularidades tan propias de la U. de Santiago. “Lo que viví en esa primera instancia fue muy importante. La oportunidad que tienes de que estén todas las carreras juntas en la Biblioteca o incluso en los pastos. En esos espacios, logras hacer realmente Universidad.  Di la Prueba de Aptitud Académica y vine a una charla de la carrera de Ingeniería Civil en Geografía y me encantó: sentí que era el futuro”.

Su paso por la Corporación es recordado con cariño. Aquí mantuvo vivo su amor por la música, participando activamente en iniciativas estudiantiles, en semanas de su carrera – animándolas- e incluso interpretando “Canción Con Todos”  de César Isella en la inauguración del mítico mural del Foro Griego en la Facultad de Humanidades, acompañada en ese momento por su futuro esposo en guitarra, a quien conoció mientras ella estudiaba su primera carrera.

También, recuerda con emoción que cantó tres canciones en su ceremonia de egreso, “una para la Universidad, otra para los amores y parejas que se dan en el campus y la última para los amigos que generamos, pensando en que pasamos más tiempo en nuestra Universidad que en los propios hogares”.

En búsqueda del legado

Ya en el último periodo de su carrera, el año 2005, realiza su práctica en el programa “Quiero mi Barrio” ejecutado en la comuna de Rancagua, que busca mejorar las condiciones urbanas o rurales de un territorio en particular.

Ahí, señala, integró una instancia que le ayudó a desarrollar su vocación social, pudiendo aportar ideas concretas que tuviesen impacto en la ciudadanía. “También me empecé a dar cuenta del potencial que tenía la carrera que estudié, al tener una visión integral del territorio”, complementa.

Posteriormente, trabaja en un proyecto Fondecyt en la Universidad de Chile y se desempeña como ayudante de cátedra. También,  desarrolla labores en el área  de evaluación de impacto ambiental, imbuida durante siete años en proyectos de minería, infraestructura y energía.

Dichas labores la llevan a reflexionar sobre cómo podría conectar de manera concreta sus habilidades e intereses profesionales con sus ideales y sueños personales. En este punto, se encuentra el génesis de su emprendimiento “My Eden”, formulado el año 2014.

En él, logra condensar su amor por la naturaleza –inculcado por su familia y principalmente por su abuelo- con una mirada del ser humano compleja e integral, que incluyera una concepción asociada a comunidad y, sobre todo, de sostenibilidad humana, incorporando aspectos propios del arte y la cultura, pasiones que hasta el día de hoy siguen acompañándola.

Junto a ello, también se encuentra otro hito fundamental de su vida, que jugó un papel clave en la conformación de este emprendimiento: el nacimiento de su hijo.

Con la maternidad, pronuncia, “empecé a cuestionarme cuál era el legado que quería dejar (…), cuál podría ser mi real aporte juntando lo personal con lo profesional”.

Con estos elementos comenzó a enhebrar “My Eden”, “un mundo colaborativo, donde el medioambiente juega un rol fundamental, donde existen los conceptos de reciclaje, eficiencia, sustentabilidad, sostenibilidad y educación ambiental. Ahí me di cuenta que era lo que trataba de hacer con mi hijo, reivindicando la importancia que tenía la naturaleza en nosotros como seres humanos”.

La iniciativa, según sus palabras, busca “devolver el paisaje natural a las ciudades, al reivindicar la importancia que tiene la naturaleza”.

En esta misma línea, “My Eden” también se focaliza en “mitigar la contaminación ambiental y la huella de carbono (…). Por eso ‘My Eden’, es decir, yo utilizo la infraestructura verde como un mecanismo alternativo, innovador que me soluciona no solo algo ornamental, sino que tiene un valor ambiental y social muy importante”.

Entre los hitos del emprendimiento,  destaca la alianza que estableció con la empresa española Paisajismo Urbano, líderes en jardinería vertical alrededor del orbe. “Fue importante encontrar esta tribu porque logré visualizar con ellos el mismo espíritu y una línea muy parecida”, afirma.

Generar vínculos

Bajo su perspectiva, considera necesario continuar avanzando en una educación potente hacia la ciudadanía en materias medioambientales y de sustentabilidad. El desafío, recalca, “es que la gente entienda que el desarrollo sostenible no se alcanza, es un estado constante de evolución, de un progreso y que no tiene un tope. Un ser humano sostenible, empresa o un hogar, es mucho más que reciclar, es llevarme bien con el otro, tener empatía o generar vínculos. Es un reto muy importante en nuestra sociedad”.

Junto con rescatar la importancia de que el trabajo o los estudios no deben consumir tu vida, llama a la comunidad usachina a trabajar “por algo más que ganar dinero. Reorienten sus trabajos, desarrollo profesional o sus motivaciones, en donde el pago sea el aporte que están generando a la sociedad. Que su motivación sea construir otra sociedad: otro mundo”.

Finalmente y a modo de cierre, exhorta a la comunidad Fudea a “crear y a confiar en que son efectivamente capaces de impactar su territorio y de mejorar las condiciones en que vivimos, para así lograr una sociedad y un desarrollo sostenible”.

“Trabajen por algo más que ganar dinero”

“Trabajen por algo más que ganar dinero”

Trascender y, junto a ello, dejar un legado significativo a las nuevas generaciones. Esa es una de las directrices que guía la trayectoria de la egresada de Ingeniería Civil en Geografía de la Universidad de Santiago de Chile, Nicole Henríquez Marchant. La profesional lidera el emprendimiento “My Eden”, el cual se dedica a la construcción y diseño de ecosistemas urbanos e infraestructura verde, como jardines verticales, techos verdes o “cuadros vivos”.
Su llegada al ámbito de la geografía y medioambiental podría parecer azarosa, producto de los vaivenes y misterios propios de la vida. Pero, a su juicio, no lo es. Se fue tejiendo sin prisa, con la calma de una existencia que se alimenta y nutre con heterogéneas fuentes de conocimiento. Una de ellas y muy importante: la música.


Nicole estuvo muy cerca de dedicarse profesionalmente al piano, ya que estudió desde los ocho años en el conservatorio de la Universidad de Chile. Sin embargo, una reflexión vocacional la llevó a abandonar dicha trayectoria a los 16 años, optando por ingresar a la Universidad de Santiago a la carrera de Licenciatura en Matemática.


Sin embargo, ya en dicha área de estudio, se dio cuenta de que el mencionado camino no era lo suyo, pero sí logró encantarse y empaparse con las bondades y particularidades tan propias de la U. de Santiago. “Lo que viví en esa primera instancia fue muy importante. La oportunidad que tienes de que estén todas las carreras juntas en la Biblioteca o incluso en los pastos. En esos espacios, logras hacer realmente Universidad.  Di la Prueba de Aptitud Académica y vine a una charla de la carrera de Ingeniería Civil en Geografía y me encantó: sentí que era el futuro”.


Su paso por la Corporación es recordado con cariño. Aquí mantuvo vivo su amor por la música, participando activamente en iniciativas estudiantiles, en semanas de su carrera – animándolas- e incluso interpretando “Canción Con Todos”  de César Isella en la inauguración del mítico mural del Foro Griego en la Facultad de Humanidades, acompañada en ese momento por su futuro esposo en guitarra, a quien conoció mientras ella estudiaba su primera carrera.


También, recuerda con emoción que cantó tres canciones en su ceremonia de egreso, “una para la Universidad, otra para los amores y parejas que se dan en el campus y la última para los amigos que generamos, pensando en que pasamos más tiempo en nuestra Universidad que en los propios hogares”.


En búsqueda del legado


Ya en el último periodo de su carrera, el año 2005, realiza su práctica en el programa “Quiero mi Barrio” ejecutado en la comuna de Rancagua, que busca mejorar las condiciones urbanas o rurales de un territorio en particular.
Ahí, señala, integró una instancia que le ayudó a desarrollar su vocación social, pudiendo aportar ideas concretas que tuviesen impacto en la ciudadanía. “También me empecé a dar cuenta del potencial que tenía la carrera que estudié, al tener una visión integral del territorio”, complementa.


Posteriormente, trabaja en un proyecto Fondecyt en la Universidad de Chile y se desempeña como ayudante de cátedra. También,  desarrolla labores en el área  de evaluación de impacto ambiental, imbuida durante siete años en proyectos de minería, infraestructura y energía.


Dichas labores la llevan a reflexionar sobre cómo podría conectar de manera concreta sus habilidades e intereses profesionales con sus ideales y sueños personales. En este punto, se encuentra el génesis de su emprendimiento “My Eden”, formulado el año 2014.


En él, logra condensar su amor por la naturaleza –inculcado por su familia y principalmente por su abuelo- con una mirada del ser humano compleja e integral, que incluyera una concepción asociada a comunidad y, sobre todo, de sostenibilidad humana, incorporando aspectos propios del arte y la cultura, pasiones que hasta el día de hoy siguen acompañándola.


Junto a ello, también se encuentra otro hito fundamental de su vida, que jugó un papel clave en la conformación de este emprendimiento: el nacimiento de su hijo.
Con la maternidad, pronuncia, “empecé a cuestionarme cuál era el legado que quería dejar (…), cuál podría ser mi real aporte juntando lo personal con lo profesional”.


Con estos elementos comenzó a enhebrar “My Eden”, “un mundo colaborativo, donde el medioambiente juega un rol fundamental, donde existen los conceptos de reciclaje, eficiencia, sustentabilidad, sostenibilidad y educación ambiental. Ahí me di cuenta que era lo que trataba de hacer con mi hijo, reivindicando la importancia que tenía la naturaleza en nosotros como seres humanos”.


La iniciativa, según sus palabras, busca “devolver el paisaje natural a las ciudades, al reivindicar la importancia que tiene la naturaleza”.
En esta misma línea, “My Eden” también se focaliza en “mitigar la contaminación ambiental y la huella de carbono (…). Por eso ‘My Eden’, es decir, yo utilizo la infraestructura verde como un mecanismo alternativo, innovador que me soluciona no solo algo ornamental, sino que tiene un valor ambiental y social muy importante”.


Entre los hitos del emprendimiento,  destaca la alianza que estableció con la empresa española Paisajismo Urbano, líderes en jardinería vertical alrededor del orbe. “Fue importante encontrar esta tribu porque logré visualizar con ellos el mismo espíritu y una línea muy parecida”, afirma.


Generar vínculos


Bajo su perspectiva, considera necesario continuar avanzando en una educación potente hacia la ciudadanía en materias medioambientales y de sustentabilidad. El desafío, recalca, “es que la gente entienda que el desarrollo sostenible no se alcanza, es un estado constante de evolución, de un progreso y que no tiene un tope. Un ser humano sostenible, empresa o un hogar, es mucho más que reciclar, es llevarme bien con el otro, tener empatía o generar vínculos. Es un reto muy importante en nuestra sociedad”.


Junto con rescatar la importancia de que el trabajo o los estudios no deben consumir tu vida, llama a la comunidad usachina a trabajar “por algo más que ganar dinero. Reorienten sus trabajos, desarrollo profesional o sus motivaciones, en donde el pago sea el aporte que están generando a la sociedad. Que su motivación sea construir otra sociedad: otro mundo”.


Finalmente y a modo de cierre, exhorta a la comunidad Fudea a “crear y a confiar en que son efectivamente capaces de impactar su territorio y de mejorar las condiciones en que vivimos, para así lograr una sociedad y un desarrollo sostenible”.

Aporte a la inclusión social

Aporte a la inclusión social

La preocupación por temáticas sociales ha guiado la trayectoria personal y profesional de Fabián Lobos (32) desde que tiene uso de razón. Tanto en su etapa escolar en la comuna de San Joaquín –que aún sigue siendo su hogar-, participando en agrupaciones deportivas, ecológicas o inspirado por el ejemplo de su madre –que desde pequeño le inculcó la importancia de organizarse y luchar por sus derechos-, ha mantenido viva esta fuerza nodal a la hora de llevar a cabo diversos proyectos e iniciativas.
Por cierto, la elección de su Carrera profesional, no podía estar fuera dentro de este énfasis ético.
En un comienzo, pensó estudiar Comunicación Audiovisual, considerando el foco social que, estimaba, podía desarrollar en dicha área profesional. Sin embargo, su excesivo costo y sus excelentes resultados en asignaturas como Física o Matemática, lo motivaron a adentrarse en el área de la Ingeniería.
Entre los aspectos que le llamaron la atención, estaba la posibilidad de aprender a desarrollar proyectos y “después, a medida que fui estudiando, me di cuenta que puedo estar en espacios de toma de decisiones y siento que ahí uno puede hacer hartos cambios”.
Ingresó a estudiar Ingeniería en Ejecución Industrial el año 2004. Después del primer año, producto de su destacado desempeño académico, decide cambiarse a Civil Industrial, titulándose el año 2011.
Sin embargo, su paso por el Plantel no se redujo sólo a lo académico. Participó en colectivos estudiantiles, integró el Centro de Estudiantes de su carrera –liderándolo el año 2010-, fue un activo integrante de voluntariados de la Facultad de Ingeniería y un asiduo futbolero, recordando con nostalgia épicas pichangas en la semana aniversario de su carrera.
Entre risas, también recuerda algunas legendarias jornadas de la “Electrofonda” o su participación en las movilizaciones estudiantiles del año 2005 y 2008.
“Fue un periodo de mucho aprendizaje, al darme cuenta de muchas cosas y ampliar mi perspectiva de mundo”, pronuncia. En este sentido, destaca la posibilidad de “compartir con gente súper diversa y diferente”.
En la misma línea, añade que mediante ese sello distintivo  “nos sacamos muchos prejuicios. En el mundo laboral yo no voy a trabajar con puros ingenieros, sino que con gente de todas las áreas”.
Junto a ello, se toma un tiempo para destacar otro aspecto de los profesionales usachinos, caracterizados por su proactividad, ya que ante diversas dificultades que puedan surgir “nos arremangamos las manos y comenzamos a ejecutar (…). Yo creo que es un sello que no nos damos cuenta. Cuando uno va interactuando en el mundo laboral lo nota”.

 

Ingreso al aula


Fabián egresa el año 2010, realizando su práctica en el Centro Félix Klein. Posteriormente, trabaja en la empresa Eulen, como Coordinador de Proyectos.
En medio de esa labor profesional, es invitado para participar en Enseña Chile, para desempeñarse como profesor en colegios con vulnerabilidad social. “En la Universidad yo hablé mucho de educación y siempre me importó. Por consecuencia, dije, me voy a aventurar y meterme a la sala de clases”.
Ingresó el 2011 y se mantuvo hasta el año 2015 en el Liceo Politécnico de San Joaquín, proceso que califica como complejo y a la vez desafiante. “Fue una tremenda experiencia en la cual aprendí mucho, hasta el día de hoy me trae mucha alegría”.
Motivado por su experiencia en Enseña Chile, decide ir un paso más allá, al invitar a estudiantes secundarios del establecimiento a que conozcan la U. de Santiago. Primero, junto a los jóvenes “modélicos” y, en segundo lugar, en compañía de los alumnos calificados como “conflictivos”.
Destaca la segunda visita, ya que “la experiencia que tuvieron ellos fue fantástica. Por esa misma personalidad que tienen terminaron siendo los protagonistas de la charla. Ellos empezaron a interactuar con la gente, conversar con profesores, estudiantes y les abrió un mundo de posibilidades”.
A juicio de Lobos, esta vivencia les permitió enfrentar de otra manera su rol dentro del aula. “Cuando volvimos al colegio ya eran otros alumnos en la sala. Esos líderes negativos eran positivos y se dieron cuenta de que si querían entrar a la Universidad o hacer algo más tenían que estudiar y tenían que aprender. Pasaron a ser protagonistas y colaboradores para espacios positivos en la sala”.
Esta positiva experiencia lo llevó a evaluar la posibilidad de replicarla pero con un mayor impacto y alcance.
El 2013 decide llevarla a cabo y participa en la realización del encuentro  “Moviliza tu presente, alcanza tu futuro” en la U. de Santiago, donde 200 estudiantes participaron en diversas actividades dentro del plantel, interactuando así con estudiantes y profesores. “Se dieron cuenta de que la Universidad no es un lugar inaccesible para ellos”, recalca.
Posteriormente, el año 2014 y motivado por el éxito de estas experiencias, la iniciativa se constituye como corporación y ONG, manteniendo de esta manera la realización de encuentros en la Universidad, charlas motivacionales en colegios, además de generar vínculos con empresas.
Entre los objetivos declarados de la iniciativa, está la idea de empoderar a la sociedad hacia la inclusión, pensando el concepto asociado a “conexión social, ya que hoy en día estamos tan segregados que necesitamos conectarnos y empoderarnos. Por eso trabajamos en los colegios”.
En este sentido, complementa que “lo más importante es que los estudiantes se vayan conectado y viendo nuevos referentes. No solo los de la televisión o gente que tiene plata, sino con un sentido más humano, más esencial”.
Al calificar su experiencia dentro de “Moviliza tu Presente”, la define como “un sueño ideal de formación”, ya que le ha permitido generar iniciativas y obtener una retribución inmediata de los estudiantes. “Ahí uno siente que la pega está bien hecha, que está haciendo algo que le gusta”, señala.
Paralelo a este proyecto, Lobos dicta el curso “Tópicos en Gestión de Organizaciones” en la Universidad y también se desempeña como director de la OTEC “Sercap Educa”, también ligada al ámbito educacional. “Me ha tocado trabajar con organismos públicos, en el ámbito privado, pero pensando también la capacitación como una herramienta de desarrollo personal”.


Empoderar la sociedad


A modo de reflexión, el  también socio de la Fundación de Egresados y Amigos (Fudea) invita a los profesionales usachinos a “atreverse a hacer cosas. Y tiene que ver con los intereses, porque las herramientas uno las puede aprender y hay muchas cosas que uno puede ir aplicando. Al final, nos quejamos mucho y hacemos poco. Y nadie va a venir a resolver nuestros problemas sino nosotros mismos: nadie va a ejecutar nuestras ideas como podemos hacerlo nosotros”. Por eso, enfatiza, ha hecho propio el concepto de “empoderar”.
Junto a ello, considera que en numerosas ocasiones, temáticas sociales “muchos las ven más como beneficencia o filantropía y tiene que ver con el día a día, con cómo nos vinculamos con nuestros vecinos, nuestra familia,  nuestros amigos y desde ahí empezar a generar algo. Cada uno puede hacer un pequeño impacto en nuestro entorno más cercano”.
Finalmente, Lobos llama a la comunidad de egresadas y egresados a que “no se olviden de las cosas que vivieron (en el plantel) y siempre busquen vincularse con sus compañeros y su Alma Mater. Pero que no se cieguen en el quehacer, sino que busquen disfrutar y ver cómo compartir, ya que sus experiencias valen mucho para las futuras generaciones”.

Culmina con éxito taller “Aprende, emprende” sobre modelos de negocios

Culmina con éxito taller “Aprende, emprende” sobre modelos de negocios

Con la participación de egresados y estudiantes de la Casa de Estudios, se realizó el 8 de agosto en el Edificio de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio, el taller gratuito “Aprende, emprende”, a cargo de la egresada de la Universidad de Santiago de Chile, Josefa Villarroel, especialista en programas público-privados para la promoción y apoyo del emprendimiento.

La actividad, que incluyó la revisión de conceptos teóricos, además del uso de ejemplos y aplicaciones prácticas, permitió interiorizar a la comunidad de ex alumnos y estudiantil en torno al ecosistema emprendedor presente en el país y sus múltiples vías de acción.

Junto a ello, la especialista invitó a los participantes a tomar resguardos a la hora de participar en los fondos disponibles dentro del ecosistema emprendedor, recalcando en el modo de postulación –prioritariamente online- o de la necesidad de generar un “video pitch” -de un máximo de dos minutos-, que dé cuenta de las características del emprendimiento impulsado. Tomando, por ejemplo, resguardos en la calidad audiovisual de dicho material, que permita otorgarle credibilidad y seriedad al proyecto.

De acuerdo a Villarroel, es fundamental conocer “más allá del listado de los fondos y comenzar a planificar una estrategia de financiamiento del negocio como un todo, desde la idea transformadora hasta el máximo potencial de crecimiento esperado”.

Para esto, la especialista –quien es titulada en Administración Pública del Plantel y Magíster en Gerencia y Políticas Públicas-, planteó algunas preguntas claves para realizar este proceso, relacionadas con la finalidad del capital y el monto requerido, el conocer la etapa actual en la que se encuentra el emprendimiento, además del estado de desarrollo tecnológico que este posee. Incluyendo, por cierto, cuáles son las proyecciones de crecimiento esperadas.

A juicio de Villarroel, es primordial conocer con claridad la etapa de tu proyecto, “porque la mayoría de los fondos que existen, particularmente de Corfo, se concentran en la etapa entre idea y el escalamiento inicial”.

 

Tipos de emprendimientos

 

Dentro del taller, Villarroel –quien es socia Fudea- también clasificó a los emprendimientos dentro de dos grandes grupos, calificándolos, por un lado, como de “necesidad” (vinculados a una lógica de subsistencia, con una tasa de crecimiento baja y facilidad de abandono), y por otro, vinculado a “oportunidad” (relacionados con un “estilo de vida” y características dinámicas, con alto potencial de crecimiento).

“Dentro de este segmento de fondos que hay para apoyar ideas, la mayoría se concentra en querer apoyar emprendimientos por oportunidad que tengan características dinámicas”, recalcó.

También, enfatizó en la necesidad de conocer para qué necesito el financiamiento que voy a solicitar dentro de los diversos fondos públicos, ya que no necesariamente tengo que utilizarlos para comprar equipamientos, sino que podrían requerirse para una certificación, participar en exposiciones o desarrollar giras comerciales.

Por  otro lado, llamó a quienes se encuentran en una etapa inicial de su proyecto a “hacer propios” los tres componentes que debe tener un emprendimiento, circunscribiéndolos al problema, al cliente y a la solución. “En general, la dificultad que hay es que los emprendedores cuando cuentan su idea te hablan de la solución y no del cliente”, señaló.

Al tomar en cuenta estos elementos de análisis, sería posible, agregó, “saber qué fondos les pueden servir para postular,  conociendo y analizando las características de cada fondo concursable y cuáles podrían ser pertinentes para participar”.

La actividad, que se extendió por cerca de tres horas, finalizó con un ejercicio práctico, donde los participantes analizaron diversas bases de postulación, conociendo sus características y evaluando su pertinencia a la hora de postular un determinado proyecto.

 

Cautela y rigurosidad

 

Andrea Lara, egresada de Ingeniería Civil Química y participante del taller, se mostró satisfecha con la actividad, señalando que “nos mostró todas las oportunidades que existían para que emprendiéramos, nos empoderáramos y conociéramos las alternativas disponibles”.

La profesional usachina, también exhortó a la comunidad de egresados a sumarse a estas jornadas, ya que “es súper importante formar una comunidad de ex alumnos fuerte y así sigamos creciendo como Universidad”.

Junto a ella, Paulina Rubilar, Bioquímica de la Universidad, señaló que el taller le permitió avanzar en su camino para formalizar su emprendimiento, en el sentido de complementar sus conocimientos científicos –es Magíster y Doctora- con el ámbito administrativo. “Esa era mi idea, saber más del financiamiento que hay en Chile y no estar perdida en el mar de posibilidades”.

En tanto, Villarroel señaló estar “súper contenta con el nivel de participación de las personas que asistieron. Tuvimos muchos participantes en la etapa de idea y algunos que ya estaban en la puesta en marcha de su emprendimiento”.

Adicionalmente, la especialista invitó a la comunidad universitaria a conocer las diversas alternativas de financiamiento para desarrollar emprendimientos que actualmente están disponibles para diversas áreas, pero enfatizó en analizarlas con cautela y rigurosidad, ya que existe “una sensación de que con tantos fondos que tenemos en el país, hay plata fácil. Y no, porque hay un esfuerzo (asociado) para poder postular, para ganarse los fondos, después para ejecutarlos de forma adecuada y así sirvan para tu proyecto”.

Finalmente, llamó a la comunidad de egresados Fudea y estudiantil a que “participen de estas instancias que se hacen y les entregan valor. Fudea siempre está constantemente preocupado de ver en qué ámbito hay inquietudes para generar estos talleres. Y también invitar a quienes tienen algo que compartir. En mi caso, fue venir a realizar este taller a la Universidad, instancia súper grata, al compartir algo que puede ser valioso para el resto de los socios y la comunidad”.

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