- Investigador de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad, Dr. Miguel Reyes, propone la elaboración de “drogas promiscuas” para actuar simultáneamente sobre varios receptores involucrados en una patología. De este modo, es posible abarcar todos o varios de los factores que generan enfermedades del sistema nervioso central, como la ansiedad y la depresión.
Actualmente, la mayor parte de las patologías son tratadas con medicamentos selectivos que apuntan a un gen o una proteína. No obstante, señalan los expertos, los fenotipos patológicos fuertes nacen a partir de una red de componentes alterados y no de una vía específica, por lo que las drogas selectivas no son eficientes en el tratamiento.
En este escenario, gracias a recursos otorgados por el Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico, Fondecyt, el investigador de la Facultad de Ciencias Médicas de nuestra Universidad, Dr. Miguel Reyes, propone la elaboración de drogas compuestas para actuar simultáneamente sobre varios receptores involucrados en una patología y abarcar así una amplia gama de enfermedades del sistema nervioso central, como la ansiedad y la depresión.
La investigación “Diseño de drogas que interactúan simultáneamente con receptores nicotínicos y monoaminérgicos, basándose en similitudes entre sus sitios de unión”, propone la elaboración de moléculas que tengan la capacidad de atacar-al mismo tiempo- todos los nodos de una red de componentes alterados que derivan de una u otra enfermedad.
El Dr. Miguel Reyes explica que se está pensando “en drogas que actúen sobre patologías del sistema nervioso central como la ansiedad, depresión, adicción, esquizofrenia. Por eso usamos proteínas como los receptores nicotínicos que producen adicción o placer, y monoaminérgicas, que producen euforia y adrenalina. Buscamos drogas que sean capaces de interactuar con estos dos tipos de proteínas simultáneamente y, una vez que las tengamos, veremos sus efectos sobre variadas patologías para buscar a través de estas nuevas drogas promiscuas, soluciones a patologías de alta prevalencia”.
En términos generales, cuando una droga ejerce sus efectos, lo que hace es anclarse como una llave en una cerradura dentro de algún tejido humano. “Lo que estoy proponiendo es tratar de generar una llave, en este caso la droga, que abra varias cerraduras, las proteínas, al mismo tiempo, según sus similitudes”, plantea el investigador de la U. de Santiago.
El académico agrega que para lograr este objetivo, y gracias al desarrollo de la cristalización de proteínas, cuenta con una foto detallada (a través de tecnología computacional) de la mayoría de las proteínas que estudiará, factor que facilitará la búsqueda de estas semejanzas.
Sin embargo, existe un marco de entre 30 a 40 proteínas que deben analizarse que no tienen estructura cristalina. Por esta razón, durante los dos primeros años de esta investigación, se generarán modelos estructurales para todas aquellas proteínas a través de moldes preestablecidos.
Posteriormente, se realizará la comparación de “todas contra todas”, determinando sitios de unión similares, estableciendo pares, tríos y cuartetas de proteínas que presenten similitudes y, posteriormente, se analizará en qué patologías dichas podrían estar involucradas. Los últimos dos años, detalla el Dr. Reyes, se verificará si la teoría desarrollada funciona, a través de evaluaciones farmacológicas experimentales. Estos últimos experimentos, aclara el experto, son la fase inicial del desarrollo de posibles nuevos medicamentos, aspecto que sin duda llevará mucho más tiempo y recursos.
El investigador de la Facultad de Ciencias Médicas trabaja junto a un equipo multidisciplinario, compuesto por un farmacólogo y un químico orgánico de la Universidad de Chile, una farmacóloga de la Universidad Católica y un bioinformático de la Universidad de Talca.
El Dr. Reyes diseñará drogas no selectivas, cambiando el paradigma hacia la creación de drogas promiscuas, con la dificultad de enfrentar proteínas o genes completamente diferentes, pero que, además, “podría evitar la molesta ingesta de muchos medicamentos en distintos horarios, reemplazándolos por uno solo y en un horario fijo” concluyó.
Por Scarlet Alarcón