Investigadores de la Facultad de Química y Biología de la Universidad, Dr. Franco Rabagliati y Dr. Hugo Cárdenas, desarrollan el nuevo dispositivo en base a meloxicam, antiinflamatorio que no contiene esteroides; tratando de reducir los riesgos de estas patologías en mujeres que utilizan estos métodos de anticoncepción.
La primera causa de muerte en las chilenas son las enfermedades cardiovasculares. En la última década, varios estudios a nivel mundial han abordado la relación de esta afección con el uso de anticonceptivos orales (ACO), los más utilizados por su bajo costo, concluyéndose que las pacientes que los utilizan tienen mayor riesgo de padecer un infarto o una trombosis venosa.
Estos datos fueron, en parte, los que motivaron a los investigadores de la Facultad de Química y Biología de la U. de Santiago de Chile, Dr. Franco Rabagliati y Dr. Hugo Cárdenas, a indagar más en la materia a través de un proyecto financiado por el Departamento de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Dicyt) titulado “Compósitos y nanocompositos base homo- y copolímeros: síntesis y caracterización de compositos polímero/fármaco. Parte I: Meloxicam".
“Trabajo en síntesis y caracterización de polímeros, mientras que el Dr. Cárdenas hace lo propio en biología, especialmente en control de natalidad. Tras una conversación que sostuvimos, le interesó el uso de los plásticos como transportadores de fármacos con liberación programada. Empezamos a tejer ideas y finalmente surgió el proyecto”, señala el Dr. Rabagliati, haciendo alusión a una iniciativa anterior que desarrolló un anillo anticonceptivo con antiinflamatorios no hormonales, el cual fue patentado a principios del año 2013.
Luego de esta experiencia, los dos académicos decidieron dar un paso adelante y desarrollar otro anillo de anticoncepción de liberación prolongada, pero con un antiinflamatorio específico: Meloxicam. Este medicamento fue creado para combatir el dolor de la artritis, no obstante, se ha comprobado, en la última década, que es muy efectivo como anticonceptivo.
“La idea de esta investigación es desarrollar un método anticonceptivo eficaz, seguro y barato. Por eso buscamos una opción que no use esteroides sexuales como el estradiol o la progesterona”, expuso el Dr. Cárdenas.
La demanda de ACO dentro de la población es alta, debido a su bajo precio. Sin embargo, su popularidad no significa que sea el más efectivo, ya que los resultados van a depender de la regularidad diaria de su uso. “Los polímeros tienen la capacidad de retener fármacos y liberarlos progresivamente, siendo una aplicación adecuada para la medicina. Esto libera al paciente tomar el fármaco diariamente, porque este dispositivo se mantiene en el cuerpo”, asegura el Dr. Rabagliati.
“Para nosotros era esencial desarrollar un prototipo que fuese accesible a toda la población, porque hoy en día el costo de los métodos anticonceptivos expone a los sectores de menos recursos a una situación de vulnerabilidad en materia de salud reproductiva”, expresa el Dr. Cárdenas, agregando que para esto usarán los materiales más comunes y económicos como el polietileno, en el caso del polímero, y el meloxicam, en el caso del fármaco.
El proyecto está planteado en dos etapas, en la primera fabricarán el anillo, donde se sintetizará, mezclará y moldeará el polímero, buscando la compatibilidad y la liberación progresiva del medicamento, mientras en la segunda, se realizarán las pruebas in vitro en mujeres voluntarias. Los académicos creen que este estudio dará buenos frutos.