El Informe de Finanzas Públicas entregado esta semana por la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda a la Comisión Mixta de Presupuestos proyectó que la deuda bruta del Gobierno Central totalizaría US$75.580,5 millones, lo que equivale al 24,8% del PIB estimado para 2018. Se trata del mayor nivel de deuda pública desde 1993.
Para el economista y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Víctor Salas, esta cifra repercutirá negativamente en el crecimiento de años posteriores. “En la medida que el mejor rendimiento de los ingresos se utilice para pagar deuda y reducir el déficit fiscal, que fue la promesa de campaña, podemos volver a tener tasas bajas de crecimiento”, sostiene.
De acuerdo al académico de la Facultad de Administración y Economía (FAE) del plantel estatal, el crecimiento del gasto se estableció en un nivel bajo, de 3,2%, pese a una tasa de crecimiento del PIB estimada por el mismo Gobierno de 4,1% para el próximo año.
“Desde el punto de vista externo, no nos verán tan bien y nos convertiremos en más riesgosos, lo que puede afectar el crecimiento de la deuda”, afirma.
Sin embargo, reconoce que la buena señal en este sentido es que la deuda ha ido reduciendo su incremento -de 2,3% del PIB entre 2016-2017 a 1,2% desde año pasado a este. Por lo tanto, no avizora mayores complicaciones respecto a la calificación de riesgo del país.
“Estamos en la disyuntiva de ajustarnos el cinturón, lo que implica crecer menos o generar malas condiciones para crecer, en términos de crecimiento de la demanda interna por la vía del gasto fiscal”, concluye.