La Escuela de Notre Dame es el nombre que se usa habitualmente para identificar al grupo de compositores que trabajaron en torno a la emblemática catedral de París, entre los siglos XII y XIII. La mayoría de sus identidades se perdieron en el tiempo, pero no sus obras.
Entre ellas, se conservan algunos de los primeros motetes de la historia: piezas vocales, con textos religiosos, que son un testimonio de la transformación que vivió la música durante la Edad Media, en los albores de la polifonía.
Esas creaciones que se remontan a través de los siglos fueron un punto de partida. El motete tuvo su auge durante el Renacimiento y a lo largo del tiempo ha sido recuperado por múltiples compositores, incluso contemporáneos.
Es un género que ha atravesado la historia y así se podrá escuchar en el próximo concierto del Coro Madrigalista Usach: Antología del motete, desde el siglo XIII al siglo XXI, es el título del programa que la agrupación ofrecerá el próximo miércoles 3 de agosto (19:30 hrs.) con entrada gratuita, previa inscripción en este formulario.
El escenario será el Teatro Aula Magna Usach, que volverá a acoger público en una presentación propia del Coro Madrigalista Usach luego de las restricciones impuestas por la pandemia. Aunque el elenco participó del estreno de la zarzuela Destinos vencen finezas, en el Festival Internacional de Música Antigua (FIMA) realizado en abril pasado, hay que retroceder hasta la temporada 2019 para encontrar otro concierto con estas características.
“Hay una gran alegría por volver a los escenarios, porque es el contexto de todos los músicos”, valoró Rodrigo Díaz, director del conjunto, que en los dos años anteriores solo pudo realizar actuaciones televisadas. “Una grabación es interesante, pero los cantantes tienen un vínculo especial con el público”, subrayó.
También integrante del grupo Syntagma Musicum Usach, Díaz añadió que el programa tiene un objetivo educativo: “Me interesa que el público vea el desarrollo que tuvo el motete a través del tiempo. Hacer un panorama histórico es atractivo desde el punto de vista pedagógico y para mostrar que la voz humana es quizás el único instrumento que se ha mantenido por siglos”, señaló.
“Motete viene de la palabra mot, que en francés significa ‘palabra’, porque en el origen se empezaron a intercalar textos dentro del canto gregoriano, que era la base”, explicó. “Es una forma de música sacra que siempre ha interesado a los compositores, porque permite experimentar y es más libre que otras formas como la misa, que siempre tiene una estructura similar. Es como lo que ocurre con el madrigal en la música profana”.
De este modo, el concierto comenzará con un motete de un autor anónimo de la Escuela de Notre Dame, fechado en el siglo XIII, y avanzará cronológicamente con otras nueve obras de compositores que representan diversos periodos: Guillaume Dufay (1397-1474) y Tomás Luis de Victoria (c.1548-1611) desde el Renacimiento; Claudio Monteverdi (1567-1643) y Johann Sebastian Bach (1685-1750) para el Barroco; Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791) en el Clasicismo; Anton Bruckner (1824-1896) como un ejemplo romántico; y Maurice Duruflé (1902-1986), Arvo Pärt (1935) y Franz Biebl (1906-2002) desde el siglo XX hasta la actualidad.
El del miércoles 3 de agosto será el primero de los tres conciertos que realizará el Coro Madrigalista Usach a lo largo de 2022. En septiembre dedicará una presentación al repertorio hispánico, entre los siglos XVI y XVIII, y en diciembre hará un concierto de Navidad.