- A través de una charla cercana organizada por el Cedes y el Fudea, Alejandra Mustakis repasó algunos momentos significativos de su trayectoria profesional. Junto a ello, realizó un diagnóstico crítico sobre los desafíos y necesidades de la sociedad actual y una visión de cómo el emprendimiento puede jugar un rol clave en su fortalecimiento.
Con la presencia de estudiantes, académicos, funcionarios del Plantel y público general, se desarrolló el pasado viernes 17 de junio, en el Salón de Honor de la Universidad de Santiago de Chile, la charla “Emprendimiento: Trabajo, Colaboración y Éxito”, organizada por el Consejo de Desarrollo Social Empresarial de la Casa de Estudios (Cedes), en colaboración con la Fundación de Egresados y Amigos del plantel (Fudea).
La actividad contó con la participación de Alejandra Mustakis, destacada emprendedora nacional, quien ha fundado y liderado diversos proyectos e iniciativas de alto impacto, tales como Stgo MakerSpace, Medular, o el célebre “IF”, empresa que promueve un inédito ecosistema colaborativo de organizaciones relacionadas con la innovación.
La charla fue presidida por el presidente del Consejo de Desarrollo Social Empresarial (Cedes), Raúl Ciudad, quien dentro de su alocución de bienvenida, afirmó que como institución “nos sentimos muy complacidos de impulsar esta instancia de diálogo y encuentro ciudadano, que se inserta en la línea de potenciar la creatividad y la innovación de nuestra comunidad universitaria”.
A juicio de Ciudad, la trayectoria de Alejandra Mustakis, “busca romper con estructuras anquilosadas sobre cómo comprendemos nuestras relaciones en las empresas y en el mundo del trabajo. Esto nos interpela a repensar qué rol jugamos en estos espacios y cómo, desde nuestra propia subjetividad, podemos contribuir a mejorarlos”.
“Por cierto, nuestra Universidad no está ajena a este desafío. El arduo trabajo desarrollado por Innovo Usach, el exitoso concurso Despega Usach o el trabajo que realizamos desde Cedes, son solo algunos de los ejemplos de cómo institucionalmente hemos posicionado estas temáticas como ejes centrales de nuestro quehacer institucional”, agregó.
Temor a la diferencia
Al momento de tomar la palabra, Mustakis se mostró agradecida por la posibilidad de dialogar con la comunidad universitaria. “Admiro mucho el trabajo y la cantidad de talento que tienen dentro de la Universidad. Ojalá que se motiven mucho más y que se den cuenta que el mejor camino y una de las mejores decisiones de vida que uno puede tomar, sobre todo cuando joven, es partir siendo emprendedor”.
Como hilo conductor de su ponencia, recurrió a un planteamiento desarrollado por Humberto Maturana y Ximena Dávila, relacionado con la pérdida de las confianzas. A su juicio, a través de ese “quiebre”, es posible construir “una nueva historia”, espacio donde el emprendimiento puede jugar un rol preponderante.
Para ejemplificarlo, expuso diversas dificultades que tuvo que afrontar al momento de impulsar algunos de sus proyectos, vinculados con suspicacias y cierta incredulidad por parte del medio.
Estas vivencias y, sobre todo, su espíritu resiliente y obstinado, la llevaron a analizar la problemática desde una mirada propositiva, que pudiese hacer frente a las reiteradas barreras que se les presentan a quienes buscan emprender.
Una de ellas, tiene que ver con el temor a la diferencia. “Hemos tomado el ser distinto como algo que nos separa y nos divide (…). La diferencia es la mejor manera de colaborar”, afirma.
Esto, de acuerdo a Mustakis, se manifiesta con la endémica segregación presente en el país, donde empresarios, inventores e incluso artistas, sólo interactúan con sus pares. Este escenario desconocería las potencialidades y oportunidades que se pueden presentar al momento de trabajar en conjunto, que enriquece miradas y posibilita la aparición de nuevas ideas.
Junto a ello, también puso acento en la idea de la “desconfianza” -incluso propia-, invitando a cada uno de los asistentes a creer en sus capacidades y, sobre todo, a pensar en grande. “Es primordial vivir desde la confianza. La gente que desconfía todo el día la perjudican igual y además lo pasa mal”.
Por otra parte, enfatizó en un aspecto de carácter más estructural, relacionado con la falta de oportunidades presentes en el país. “Las personas que no nacieron con las oportunidades suficientes, por mucho que tengan el talento, les cuenta un montón partir. Eso es súper injusto y es algo que tenemos que tratar de cambiar”.
Sobre este punto, según Mustakis, la única manera que cambiarlo es que todos, desde nuestro espacio, enfrentemos esta realidad activamente, “apoyando a quienes tienen talento y contribuyendo a generar más oportunidades”.
Otro punto clave que problematizó se vinculó con el perfil de quienes serán los encargados de liderar los grandes cambios en el país. Ahí, planteó que circunscribirlos dentro de indicadores educacionales tradicionales o en áreas específicas del conocimiento, podría llevar a conclusiones equivocadas.
“En Chile, todo el mundo cree que la gente inteligente es la que tiene una buena PSU o estudió un Master afuera. Son inteligentes en un área, buenos administradores, pero no son los que van a cambiar el mundo. Hoy día, el capital no es lo que debiera cambiar el mundo: son las personas que piensan distinto. Y cualquiera puede pensar distinto y ser ingenioso”, enfatizó.
Lo que uno ama
A modo de cierre, junto con responder preguntas de los asistentes, Mustakis llamó a los presentes a vincularse con proyectos que realmente amen y que los apasionen, que sean significativos en sus vidas.
En la misma línea, los invitó a integrarse en redes de contacto de emprendedores, con la finalidad de intercambiar experiencias y así conocer diversas realidades.
“Mi visión, desde la empresa y el empresariado, es que seamos parte de hacer una sociedad justa, más humana, donde cabemos todos y todos somos importantes. Y para quienes quieren emprender, sus emprendimientos deben ser un legado de sus fundadores y participantes. Se tienen que sentir orgullosos todos los días de lo que están haciendo”, concluyó.