“Nuestra Universidad es heredera de una larga tradición que la posiciona como una de las instituciones educativas más importantes en Chile, fruto del esfuerzo que cada uno/a de sus integrantes ha puesto en favor de ella. Sin embargo, nos encontramos ante nuevos desafíos que deben ser reconocidos y resueltos con vigor para asegurar el cumplimiento de la misión de la Universidad de Santiago de Chile, como institución clave para nuestro país.
Creemos profundamente en el valor de la Universidad Estatal como institución generadora de conocimiento, formadora de profesionales de excelencia, comprometida con la construcción de una sociedad más plural, justa y democrática, y con un fuerte sentido de pertinencia frente a los desafíos sociales, culturales, económicos, científicos y tecnológicos que nos impone el país y la sociedad actual.
Nuestra Universidad enfrenta un momento decisivo para su futuro. Creemos que cumplir cabalmente nuestro rol frente al país supone fortalecer nuestra institucionalidad y nuestra forma de gobierno universitario. La Universidad solo podrá aspirar a una mejor posición externa al consolidar un modelo de gobernanza con alternancia evitando la personalización y los efectos no deseados de una prolongación excesiva del gobierno universitario.
Los desafíos para mejorar el gobierno de la universidad son relevantes y requieren ser enfrentados con evidencias sólidas y decisión basada en principios: en primer lugar, gestionar la Universidad para crear el mejor ambiente posible para toda la Comunidad; perfeccionar procedimientos para trabajar con eficacia; generar condiciones apropiadas para que nuestros/as investigadores/as puedan desarrollar de manera óptima su labor; organizar el trabajo para permitir que el tiempo de nuestros/as docentes sea dedicado a sus actividades propias y no a labores administrativas; entregar a nuestros funcionarios mejores condiciones laborales y mayor seguridad; resolver responsablemente nuestro déficit de planta física; responder efectivamente a los cambios culturales que demandan comunidades educativas más respetuosas de los derechos de todos y todas; asumir que el sistema de educación superior chileno ha tenido un desmedido crecimiento privado lo cual nos obliga a una gobernanza con permanente sentido crítico.
Estos son algunos de los desafíos a los cuales los convoco para construir con todos/as, durante los próximos años, una nueva forma de gobierno para la Universidad de Santiago de Chile”.
