- Una vez más la FAE abre sus puertas a un tema emergente como es la “economía del bien común”, sistema económico alternativo promovido por el economista austriaco Christian Felber, y que se condice con la responsabilidad social del Plantel. La iniciativa está orientada a estudiantes, académicos y público en general, y se realizará entre el 6 y 16 de enero de 2015.
La Facultad de Administración y Economía, FAE, a través del Departamento de Contabilidad y Auditoría, realizará entre el 6 y 16 de enero próximo, una Escuela de Verano que tendrá como eje articulador la economía del bien común.
La iniciativa es impulsada por los profesores del Departamento de Contabilidad y Auditoría, Cristina Castillo y Ramón Ramos, con apoyo de los estudiantes Pablo Silva, Juan Araya y José Tomás Grondona, quienes ya están en pleno proceso de preparación del programa que incluirá charlas, talleres y paneles de debate.
El principal objetivo de esta actividad es dar a conocer el concepto, alcances y proyecciones de la economía del bien común, y motivar la aplicación de sus técnicas (balance y auditoría), y está destinada a estudiantes, académicos y público en general.
La economía del bien común es un proyecto económico diseñado en 2010 por el economista austríaco Christian Felber, en conjunto con empresas de ese país. Su objetivo es implantar y desarrollar una economía sostenible y alternativa a los mercados financieros en el que necesariamente tienen que participar las empresas.
Este nuevo sistema pretende adaptar la economía real capitalista (donde priman valores como el afán de lucro y la competencia) a los principios constitucionales que promueven los países occidentales. Es decir, la economía del bien común se rige por premisas básicas que representan valores humanos: confianza, honestidad, responsabilidad, cooperación, solidaridad, generosidad y compasión, entre otros, y aquellas empresas guiadas por estos principios, deben obtener ventajas legales que les permitan sobrevivir a los valores del lucro y la competencia.
Para medir el grado de aplicación de estos parámetros en cada empresa, los impulsores del proyecto crearon la Matriz del Bien Común (una serie de pautas a aplicar por las empresas) y el Balance del Bien Común (un sistema de medición de la aplicación de la matriz). Estas dos herramientas permitirán determinar qué empresas deben obtener (o cuáles no) beneficios fiscales y a los consumidores, elegir a quién “premiar” por esta conducta, consumiendo sus productos.
Interés de los estudiantes
El interés de los estudiantes de la FAE por este tema, surgió tras la visita que Christian Felber hizo a Chile hace algunos meses. En esa ocasión, el economista propuso nominar a Frutillar como la primera comuna del bien común en Chile y, tomando como ejemplo esa propuesta, los jóvenes pensaron hacer algo similar. “Nuestra idea es ser los primeros en formar parte de un grupo de contadores del bien común", afirmó José Tomás Grondona.
Los jóvenes comentaron, además, que sería positivo que en algún momento en la Facultad de Administración y Economía, se dicte una cátedra electiva de Economía del Bien Común.
Por ahora, explica Juan Araya, a través de la Escuela de Verano, se pretende generar un acercamiento de los estudiantes a este concepto, que cada día registra más adeptos.
La actividad se realizará en el Edificio Citecamp y en el Salón Enrique Fröemel del Ceni-Vime. Inscripciones en economiadelbiencomunusach@gmail.com.