Con el endurecimiento de las medidas de restricción por parte del Gobierno, la cuarentena es una de las que genera mayor impacto en la salud mental de las personas.
El nuevo confinamiento en gran parte de las comunas del país, se decretó como un intento de contener el avance de COVID-19. Sin embargo, especialistas advierten un aumento del estrés en la población.
Para la psicóloga clínica y académica de la Facultad de Humanidades, Dra. Margarita Loubat, este nuevo encierro "vuelve a revivir el trauma y la misma angustia que sentimos al inicio de la pandemia, pero incrementada por la ambivalencia en la que se da esta medida".
"Esto porque por un lado veíamos el proceso de vacunación que generaba cierta esperanza, pero por otro estamos observando las cifras y las consecuencias, lo que hace entrar en un clima de desesperación, angustia y mucho estrés", señaló la especialista.
En ese aspecto, agregó que este nuevo confinamiento "es bastante desesperanzador porque revive una situación muy alta en estrés y es muy dañino para la salud mental de las personas".
Lo anterior, insistió, es preocupante para la población que tiene patologías preexistentes, como depresión o trastornos de ansiedad, pero es aun más crítico para los pacientes con trastornos graves.
Aumento de trastornos
"La ansiedad reapareció de manera más acentuada en los pacientes. Lo más común en el último tiempo tiene que ver con síntomas de depresión, abuso de sustancias, trastornos del sueño e irritabilidad", indicó la psiquiatra y académica de la Escuela de Medicina, Maritza Bocic.
Se podría esperar que con la experiencia acumulada el año pasado, la sociedad está más preparada para enfrentar un nuevo confinamiento. Sin embargo, la especialista sostuvo lo contrario. "En primer lugar estamos con la carga de estrés crónico de lo que fue el 2020 y luego se nos mandó una información que no era la real durante diciembre, enero y febrero de que las cosas iban mejorando, y claramente eso no pasó ni iba a pasar", remarcó.
"Obviamente esto encuentra a las personas cansadas de no tener la libertad de poder salir y de hacer cosas rutinarias que antes no valoraba mucho, como ir a la plaza o a comprar", puntualizó la psiquiatra.
El cambio de hora también afecta. "Cuando hay menos luz, nuestro sistema y biorritmo cambian. Tenemos la percepción de que nuestro día se acaba más temprano y ya no hay mucha gracia en que te digan que tienes una hora más para dormir o para estar en tu casa", explicó.
Por eso la especialista recomienda tener una rutina, dividir las tareas de la casa entre las distintas personas, incorporar ejercicios y comidas saludables, pero también hablar con la familia y el entorno de nuestros sentimientos y emociones. Esto último "disminuye la irritabilidad y ayuda a mejorar el ambiente dentro de la casa", enfatizó.
¿Hasta dónde llega la resistencia?
"Va a depender de los recursos psicológicos de cada persona, de sus redes de apoyo y circunstancias de vida", aseguró la académica de la Escuela de Psicología, Dra. María José Rodríguez. "El ser humano es resiliente, pero esta situación ha desafiado la resiliencia de todas y todos", añadió.
Para la psicóloga, la cuarentena que vivimos actualmente "adquiere sentido si la contextualizamos en la pandemia, por tanto no es sólo el encierro el que nos afecta, sino que el problema en toda su magnitud".
"Hay formas de estar mejor preparados que pueden variar de persona a persona, familia a familia, pero un común denominador es cómo gestionas tu vida en toda su dimensión con los recursos que tienes disponibles. Y lo mejor es hacerlo es comunidad", detalló.
En ese sentido, la Dra. Rodríguez recomienda el autocuidado colectivo, practicar un estilo de vida saludable y la búsqueda de estrategias de afrontamiento a la situación con otras personas, a pesar del confinamiento, en especial para quienes viven solos o solas, que se mantengan lo más conectados posibles a sus redes de apoyo.