Una de las preocupaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, es disminuir las pérdidas y el desperdicio de alimentos. Por esto, a nivel local, FAO – Chile realizó un encuentro entre académicos y otros profesionales relacionados con la gestión de la agricultura, con especialistas de países latinoamericanos y del Caribe, quienes se refirieron a la importancia de educar y sensibilizar a la población para disminuir las pérdidas de alimentos y promover su mejor aprovechamiento.
El académico del Departamento de Gestión Agraria de la Facultad Tecnológica, Luis Sáez, fue convocado a esta reunión, orientada a formar una red de expertos en Chile en este ámbito.
Luego de esta experiencia, el académico le propuso a un grupo de estudiantes y egresados de la carrera de Ingeniería en Agronegocios de nuestra Universidad, hacer la primera “Disco Sopa” en Chile, iniciativa también conocida como Disco Food o Disco Salad, que se trata de un evento que mezcla lo festivo con lo reivindicativo y que ha tenido diversas versiones en otras ciudades del mundo.
Los estudiantes conocían el tema, e incluso, cuatro tesistas de esa carrera, han trabajado midiendo pérdidas en lechugas, papas, arroz y desperdicios en pan. Por eso, cuando se planteó la posibilidad de realizar la Disco Sopa e invitar a los vecinos de la Villa Portales, hubo voluntarios dispuestos a difundir la idea, recolectar alimentos y prepararlos.
Así, el sábado 20 de diciembre, entre 8 y 15 horas, se reunieron en el patio de la Facultad Tecnológica cerca de 80 personas que disfrutaron de música en vivo, acompañada de comida hecha con frutas y verduras rescatadas.
Feas y maduras o dulces y jugosas
Los alimentos que se ofrecieron fueron hortalizas y frutas recolectadas de ferias libres y mercados como La Vega y Lo Valledor, consideradas no aptas para la venta o rechazadas por el público debido a su aspecto poco atractivo, por lo que los comerciantes las destinan a desperdicio. Sin embargo, la idea es recuperarlas y aprovecharlas, porque se trata de comestibles en buen estado.
“No son residuos – explica el profesor Sáez-, son frutas y hortalizas que estaban a punto de ser desechadas, pero sólo por su mal aspecto físico (deformes o sobremaduras), y que son consideradas ‘feas’, pero en perfecto estado de conservación”.
El docente advierte que sólo es necesario lavarlas, quitarles las partes que estén demasiado feas y picarlas o prepararlas para el consumo. Justamente, eso fue lo que se les explicó a los vecinos de la Villa Portales que asistieron al evento, quienes se sorprendieron, disfrutaron de la comida y reconocieron que desperdician demasiada comida en sus casas. Además, hubo un chef que preparó brochetas y platos que pudieron degustar, y que dio recetas para aprovechar alimentos maduros; e hicieron zumo de frutas con una juguera impulsada por fuerza humana, como una bicicleta.
“Todo eso lo queremos repetir en distintos puntos de Santiago, en barrios concurridos, para seguir incentivando a que la población deje de botar tanta comida. La idea es que se motiven los estudiantes y voluntarios para hacer muchos encuentros de este tipo no sólo en la capital, sino también en regiones”, puntualiza el académico.
La Disco Sopa de Ingeniería en Agronegocios ofreció cerca de 200 kg de frutas y hortalizas que los comerciantes estuvieron a punto de botar, y contó con el apoyo de la FAO, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria de la U. de Chile (Inta), Agencia Chilena para la Inocuidad Alimentaria (Achipia) y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), ambos del Ministerio de Agricultura.