A través de un proyecto de 17 pasos, los jóvenes del octavo nivel de esta Carrera, aprenden a presentar, desarrollar y crear nuevos productos que deben mejorar las propiedades nutricionales y funcionales de los alimentos, enfocándose principalmente en el mercado nacional.
En el Taller de Prototipos de la asignatura Desarrollo de Productos, los estudiantes son capaces de innovar, aplicando los conocimientos adquiridos en los años anteriores en la carrera.
Algunas de sus primeras fases son estudio de mercado y sugerencia de un alimento que aporte a la salud de la ciudadanía.
Presentación de las propuestas
Durante la jornada, y dentro del programa del curso, se realizó este taller de prototipos donde los estudiantes dieron a conocer productos alimenticios seleccionados a través de una encuesta aplicada de manera online y por Facebook a un total de 55 consumidores.
Dicha presentación fue realizada a sus pares y al director del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Decytal), Dr. Francisco Rodríguez Mercado.
En esta instancia, el curso mostró sus trabajos y avances para compartirlos con sus pares e interesados en esta materia tan fundamental para la sociedad actual, con altos índices de sobrepeso y obesidad, así como enfermedades relacionadas con el alto consumo de sal (presión arterial, entre otras) y el alto consumo de azúcar (diabetes, entre otras).
Para la Mg. Elena Cavieres, académica responsable de la cátedra Desarrollo de Productos, la importancia fundamental es que todas las actividades que se realizan en el curso son supervisadas por un profesor, que es partícipe del proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes, acompañándolos durante todo el proceso.
Liderazgo, autonomía y trabajo en equipo
“La idea principal del curso es potenciar el liderazgo, la autonomía y el trabajo en equipo que ellos pueden lograr para, posteriormente, ser capaces de desenvolverse en las empresas del área. Al comienzo, a los estudiantes les cuesta un poco desplegarse por la nueva forma de trabajo, pero todo se logra con éxito al final”, comenta.
Especifica la investigadora que el primer paso en este taller es realizar un análisis del mercado donde se posicionarán los nuevos productos, con el fin que los estudiantes puedan proponer sus ideas y finalmente desarrollarlos.
“En primer lugar, se ve el mercado. Después, se generan las ideas que se transformarán en un proyecto, el cual se optimiza acorde a los objetivos, hipótesis y metodologías adquiridas”, explica la .
Esas iniciativas son respaldadas por investigaciones científicas, para luego pasar a una encuesta de mercado y poder validar lo que estamos haciendo. El prototipo no es elegido por un profesor ni los estudiantes, sino por un público objetivo; es decir, por los consumidores”, explica Elena Cavieres.
El aporte del taller
Para los estudiantes, el valor del curso recae en poder expresar su creatividad, sus ideas y aprender ejecutando acciones que están directamente relacionadas con su futura profesión.
El valor que le atribuyen quienes alcanzan el octavo nivel, es que pueden desarrollar ideas, recibir la aprobación y apoyo de la profesora, y poner en práctica lo propuesto.
Destacan que se les dan las herramientas para llegar al producto final, incluyendo el envase, por lo que todo el desarrollo del programa es un aprendizaje concreto, ya que aplican objetivos como si estuviesen desempeñándose profesionalmente en empresas.
Dentro de las proyecciones de este taller se espera que las nuevas propuestas de alimentos cuenten con mayor apoyo económico para la experimentación y actividades de difusión.
Uno de los objetivos presentados tiene que ver con la posibilidad para desarrollar una feria tecnológica en la Facultad, lo que les permitiría a los estudiantes presentar estas ideas a las empresas, como también fortalecer los valores profesionales que se entregan y adquieren los estudiantes.