- Mientras los líderes mundiales participaban en París, Francia, en la XXI Conferencia de las Partes (COP21) de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en nuestra Universidad la Dra. Sharon Robinson, exponía la gravedad de este tema a estudiantes de la Facultad de Química y Biología. “Los océanos se están calentando de manera rápida y los glaciares están empezando a derretirse desde abajo, por lo que es urgente reducir los gases de efecto invernadero para impedir el calentamiento de la Tierra", afirmó la experta de la U. de Wollongong de Australia.
Mientras los líderes del mundo discutían un tema crucial para la subsistencia del ser humano y las especies del planeta, en Chile, la profesora Sharon Robinson de la Facultad de Ciencia, Medicina y Salud de la Universidad de Wollongong (Australia), una de las expertas en el tema, anunciaba las catástrofes que se pronostica que ocurran, en caso de que el actual escenario se mantenga sin que se tomen las acciones adecuadas.
“Los océanos se están calentando de manera rápida y los glaciares están empezando a derretirse desde abajo, por lo que es urgente reducir los gases de efecto invernadero para impedir el calentamiento de la Tierra", afirmó la profesora Robinson en el contexto de su visita a la Facultad de Química y Biología de nuestra la Universidad, en el marco de investigaciones conjuntas en temas antárticos con el Dr. Gustavo E. Zúñiga.
Enseguida, se explayó ese drástico anuncio: "Es sumamente importante para los seres humanos, animales y plantas no permitir que la Tierra se caliente lo suficiente como para derretir el hielo de la Antártica Oriental. Si esto sucede, el nivel del mar aumentará más de 50 metros, lo que sería catastrófico. Como sea, los océanos ya están comenzando a calentarse de manera rápida por lo que los glaciares están empezando a derretirse desde abajo. Esta es un razón de muchas del porqué tenemos que actuar, reducir los gases de efecto invernadero e impedir que la Tierra se vuelva demasiado caliente".
Currículo
El currículo de la profesora Robinson incluye su condición de investigadora antártica y editora de la publicación científica “Global Change Biology”, considerada la tercera revista científica de mayor importancia en la lista de los Journal más citados en investigaciones sobre cambio climático después de Science y Nature.
El fin de ese medio especializado es promover el entendimiento de todos los aspectos relacionados con el cambio ambiental y sistemas biológicos, incluyendo el ozono, concentraciones de CO2, y la pérdida de la biodiversidad, entre otros temas.
A su vez, la experta es miembro del Grupo de Evaluación de Efectos Ambientales del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, donde se dedica a analizar los efectos que tiene la disminución de la capa de ozono en humanos, animales y plantas, lo cual le ha permitido formarse una opinión respecto del impacto y la relevancia de la discusión que se desarrolló en Paris hace unos días.
Con la gran cantidad de estudios que se manejan a esa instancia, enfatiza en los graves efectos que habría en el planeta en el caso de que las actuales condiciones climáticas se agudizaran y critica la inercia que existe en torno al tema.
Escuchar a los científicos
Al respecto, la Dra. Robinson sugiere que es tiempo de "escuchar a los científicos" y el momento "de hacer fuertes compromisos para reducir los gases de efecto invernadero a nivel mundial".
"Podemos tomar acciones a nivel global si tenemos la voluntad política y social. Ese es un buen mensaje para Paris y el mundo", enfatizó la investigadora en su exposición.
Al contrario de lo que se pudiese pensar, la Dra. Robinson conserva esperanzas respecto a los acuerdos de la cumbre COP21, recordando lo sucedido en el 1989 con la firma del Protocolo de Montreal "como un gran ejemplo de cómo las personas están actuando para salvar el planeta donde vivimos y no provocar más daño".
"Creo que ello ha sido a una historia bien positiva porque los gobiernos del primer mundo escucharon a los científicos dándose cuenta de que se debía hacer y actuar rápidamente para evitar una mayor disminución en la capa de ozono. Como resultado, el agujero en la capa de ozono está empezando a recuperarse pero no antes del año 2060, fecha en que estará completa. En relación a eso, incluso ahora estamos descubriendo que el agujero en la capa de ozono tiene efectos generalizados sobre el clima, más que sólo incrementar la radiación UV-B en la antártica", destacó la investigadora.
Volviendo a Paris, en momentos en que las acciones para combatir el cambio climático se discuten y las negociaciones comienzan, la investigadora sentencia: "necesitamos actuar ahora para que la Tierra sea un gran lugar para las futuras generaciones y para su biodiversidad. Es realmente importante para la Antártica y para todos nosotros".