El académico del Departamento de Física de nuestra Corporación, Dr. Ernesto Gramsch Labra, cree que medidas tales como emergencia ambiental, más que contribuir a mejorar las condiciones atmosféricas, apuntan a crear conciencia en los ciudadanos respectos a su entorno.
La conciencia, a la cual alude el experto, hará que más personas opten por el transporte público en vez de vehículos particulares.
“Eso es lo más importante, no tanto que baje la contaminación hoy día, sino que ayuda a mejorar la conciencia ambiental”, explica.
Ayer, el intendente Claudio Orrego decretó emergencia ambiental en la Región Metropolitana debido a los elevados niveles de toxicidad presente en el ambiente. Ello ocurrió16 años después de su última aplicación.
La medida se gestó luego de que en la estación de medición de Cerro Navia se registrara, durante la tarde del domingo pasado, 503 de índice de Calidad de Aire por Partículas (Icap); superior al límite inferior (500) que determina emergencia ambiental.
La decisión consideró medidas inmediatas, como la prohibición para circular a vehículos sin convertidor catalítico y algunos con sello verde, todo ello según el dígito identificador; junto con la suspensión de actividades productivas de alrededor de tres mil fábricas.
Además, se agregó la aplicación del plan de ejes ambientales, el cual establece el uso exclusivo de buses del Transantiago en diversos tramos de algunas de las arterias más importantes de la ciudad.
Si bien está considerado para los días de preemergencia, su fin tiende a incentivar el uso del transporte público, y con ello a descontaminar el ambiente. Por lo mismo, la vuelve una herramienta fundamental para tales contextos de crisis de ventilación.
Finalmente, a los ciudadanos se reiteró la prohibición de estufas que usan leña y se sugirió a los colegios la suspensión de las clases de educación física.
“Lo que se mide es material particulado, y este proviene, principalmente, de los vehículos y las estufas a leña”, dice el académico del Departamento de Física, Dr. Ernesto Gramsch Labra, sobre las principales fuentes que contribuyen a las malas condiciones del aire que afectan a la Región Metropolitana.
Explica el experto que entre algunos de los hidrocarburos que emiten los automóviles, está el benceno tolueno, que es “más o menos tóxico”. Sobre las estufas a leña, en cambio, lo más dañino es el benzopireno, “material cancerígeno y con probable presencia en la atmósfera”.
Profundiza Gramsch que los vehículos generan contaminación de tres maneras. Primero, a través de las emisiones expulsadas por el tubo de escape; segundo, por el desgaste del freno y el movimiento de las distintas piezas que hay en el motor y, tercero, por el levantamiento de polvo y sustancias nocivas que están en la superficie donde transita.
Añade el especialista, que respecto de la calefacción a leña, el humo que expele es perjudicial para el cuerpo humano. “Hay estudios que demuestran que las emisiones de leña son nocivas para la salud”, concluye.
Las medidas adoptadas
Cree el Dr. Gramsch, que las medidas adoptadas por la autoridad, tendrán una repercusión positiva en la calidad del aire. Sin embargo, “si se hubiera decretado ayer (domingo) emergencia podría haberse evitado lo que pasó hoy día (lunes)”, opina.
Frente a la sugerencia, y no prohibición, de no realizar actividad deporte en los establecimientos educacionales, el académico cree que con la recomendación es suficiente, pues “la mayor parte de los colegios tienen una conciencia ambiental, así que es muy difícil que alguien efectivamente realice educación física”. Además, “la gente tiene que ir haciendo las cosas sin la necesidad de que las obliguen”.
“Una de las cosas más importantes es que la gente entienda que tiene que usar más el transporte público, y menos los autos. La manera de hacer eso es con conciencia y esta se obtiene con medidas de éste tipo”, reflexiona Gramsch.
Argumenta el experto que las personas se dan cuenta de que algo está pasando, y “empieza de a poco a cambiar su manera de trabajar, de moverse en Santiago”.
Para el académico, más allá que la emergencia mejore las condiciones del aire, contribuye a que los ciudadanos sean más responsables con su entorno. “Eso es lo más importante, no tanto que baje la contaminación hoy día, sino que ayuda a mejorar la conciencia ambiental”, enfatiza.
Consejos para ‘capear el frío’
Sobre las medidas adoptadas por la autoridad, relativas a la emergencia ambiental, el Dr. Gramsch cree que son correctas. En esa línea, estima también que cada persona, desde su propia actitud frente al tema puede aportar.
Uno de los problemas que tienen las casas en la zona central, consiste en que poseen mala aislación térmica, dice el Dr. Gramsch. “Eso se puede mejorar, poniendo aislante térmico en el techo. Si uno se sube al entretecho, muchas veces no hay ningún tipo de aislación. Por ahí se arranca mucho calor”, explica.
“Una de las cosas, que cada uno debería tratar de hacer, es mejorar la aislación térmica de las casas”, explica el académico. “Muchas veces las casas tienen ranuras, agujeros y lugares por donde entra el frío”, complementa.
Cubrir los vidrios de las ventanas, también representa una medida importante que contribuiría a mantener ciertos niveles de calefacción, y prescindir de sistemas nocivos para la salud. “Se podría poner un plástico trasparente sobre el vidrio, y eso tiene el mismo efecto que uno doble. Ese plástico trasparente, podría ser una solución parcial”, sentencia.