El experto en políticas públicas de salud, Claudio Castillo, insistió en que no existen razones sanitarias para flexibilizar restricciones. Para el director de la Escuela de Periodismo de la Usach, René Jara, las medidas del Ministerio de Salud han sido comunicadas de manera “errática”; mientras que la experta en comunicación y dimensión sociopolítica de la salud, Verónica Rocamora, estimó que “los errores comunicacionales son un lujo que no nos podemos dar”.
“Lo que hemos visto respecto a las medidas de las Fiestas Patrias ha sido una improvisación de las autoridades. La información no ha sido clara, no ha sido precisa, ni pertinente. Es todo lo contrario a la comunicación de riesgo que se espera frente a la peor pandemia del último siglo”, sostuvo Claudio Castillo.
En medio de la pandemia por el Coronavirus, el Gobierno decidió implementar permisos especiales de Fiestas Patrias en el marco del plan ‘Fondéate en tu casa’. Sin embargo, equivocaciones, rectificaciones y nuevos anuncios han marcado esta estrategia, que ha recibido una serie de críticas de autoridades regionales y sanitarias.
Las últimas modificaciones al plan las dio a conocer este lunes el vocero de Gobierno, Jaime Bellolio. De esta manera, las comunas que se encuentran en cuarentena “van a mantener todas las restricciones que hoy día están vigentes, sin poder acceder a permisos especiales de desplazamiento para los días 17, 18 y 19 de septiembre”. Es decir, solo se podrán pedir “los permisos individuales que hoy están vigentes”, afirmó.
Los vecinos de las comunas en paso 2 o de Transición, por su parte, podrán solicitar solo un permiso especial de Fiestas Patrias que pueden ocupar una vez en alguno de los tres días. Dicho permiso durará seis horas y no permitirá trasladarse hacia una comuna en cuarentena.
Por último, para los habitantes de las comunas en etapa 3, 4 ó 5, se introdujeron modificaciones al aforo permitido. En espacios privados, las familias podrán recibir a cinco integrantes adicionales. Mientras, en los espacios abiertos, el número total de personas que pueden reunirse será de diez.
Mantener resguardos
Para el académico de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago y experto en políticas públicas aplicadas al área de la salud, Claudio Castillo, pese a la confusión general que generaron las nuevas medidas del Minsal, no hay ninguna razón sanitaria para agregar estos permisos o medidas sanitarias especiales para las fiestas.
“Lo que hemos visto respecto a las medidas de las Fiestas Patrias ha sido una improvisación de las autoridades. La información no ha sido clara, no ha sido precisa, ni pertinente. Es todo lo contrario a la comunicación de riesgo que se espera frente a la peor pandemia del último siglo. Es importante que se planteen los riesgos que esto implica por el aumento de la movilidad, porque incluso las visitas pueden incluir a personas mayores que tienen mayor riesgo de enfermarse y de agravarse”, sostuvo.
Para Castillo, es de suma importancia mantener los resguardos y no disminuir la percepción de riesgo de la población, porque ello puede generar cambios en el comportamiento de las personas, provocando una mayor exposición al contagio. Por otro lado, también es necesario robustecer el sistema de trazabilidad, ante el aumento de reuniones, que actualmente “solo daría cobertura a un 30% y no daría abasto para todos”, dijo.
Confusión y molestia
Para el periodista, doctor en ciencia política y Director de la Escuela de Periodismo de la Usach, René Jara, la comunicación de las medidas desde la autoridad sanitaria hacia la ciudadanía ha sido “errática” durante gran parte de la crisis de salud.
“Esto genera confusión y molestia en la población”, afirmó. “En primer lugar, lo que ocurrirá será que se producirá confusión porque hay personas que se quedarán solo con la información de un anuncio, sin llegar a conocer la rectificación en los otros”, explicó.
“En segundo lugar, quienes no sean objeto del permiso especial en Fiestas Patrias sentirán molestia contra privilegiados que podrán reunirse en comunas desconfinadas -por ejemplo, del sector oriente de Santiago-, lo que puede tener impacto en la conflictividad social”, agregó.
Para Jara, lo que debiera primar en el tono de las autoridades a cargo de salvaguardar la salud de la población es la cautela. Sin embargo, a su juicio, los últimos hechos revelan que las decisiones no han sido consultadas previamente con alcaldes u otras autoridades. “Ya no hay mucho que enmendar”, criticó.
“Un lujo que no nos podemos dar”
La académica del Magíster en Ciencias de la Comunicación de la U. de Santiago y experta en comunicación y dimensión sociopolítica de la salud, Verónica Rocamora, sostuvo que, en situaciones de crisis sanitarias como la que vive el país, “la confianza de la ciudadanía en quienes dan la información es fundamental”.
En palabras de la profesional, las autoridades deben procurar mantener, principalmente, la coherencia en los mensajes. “Y creo que, en este sentido, todas estas contradicciones que hemos visto con el plan Fondéate en Casa, no están ayudando en nada al manejo de esta crisis”, señaló.
Ante la consulta respecto al posible origen de esta contradicción comunicacional, Rocamora considera que, además de los criterios sanitarios al momento de adoptar medidas, “muchas veces existen decisiones de otro orden como, por ejemplo, el cálculo político por la falta de popularidad que puede tener prohibir juntarse en estas fechas; o si se asume que la gente se va a juntar de todas maneras y no hay forma de hacer un control”.
En cuanto a las acciones que las autoridades deberían adoptar para mejorar la entrega de información, la académica sostuvo que, “quienes trabajamos en comunicaciones del sector de la salud hemos insistido en la importancia de mantener la confianza y la coherencia de los mensajes”.
“Esta pandemia nos ha mostrado cómo es trabajar con incertidumbre, entendiendo que no siempre se tienen todas las respuestas y que, a medida que se va teniendo más información los mensajes pueden ir cambiando. Eso es propio del conocimiento científico y de la comunicación de la ciencia, y la ciudadanía lo puede entender. Pero lo que no se entiende es la incoherencia que merma la confianza en quienes entregan la información y, a largo plazo, tiene efectos. Eso es un lujo que, en esta etapa, no nos podemos dar, porque estamos trabajando con la vida y la salud de las personas”, puntualizó la experta en comunicación.
Autor:
Alex Araya, Cristóbal Miranda y María José Sandoval
Fotografía:
Minsal