El producto, un particular tipo de arroz originado mediante un proyecto de la Facultad Tecnológica en 2008, con el apoyo de la Fundación de Innovación Agraria (FIA), se encuentra en proceso de obtener su respectiva patente.
Alto impacto, a nivel nacional e internacional, generó en mayo de 2008 la obtención de un nuevo tipo de arroz reconstituido a partir de subproductos del proceso de pulido de este cereal, como puntas, fragmentos defectuosos, harinas y harinillas. La gracia es que necesita menos tiempo y sólo una cuarta parte de agua de la que usualmente utiliza el arroz tradicional para su cocción. Además, se ha desarrollado con diversidad de sabores, nutrientes y fibras para hacerlo más competitivo.
Lideró este proyecto la investigadora del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Facultad Tecnológica, Laura Almendares, quien contó con apoyo de la Fundación de Innovación Agraria (FIA) y la colaboración de otros investigadores de la Universidad y de productores arroceros de Parral, en la Región del Maule; y de El Huique, de la Región de O’Higgins.
A cuatro años de esa fase de la investigación, la académica Almendares trabaja ahora activamente en la obtención de la respectiva patente de su creación y en la generación de proyectos para lograr la comercialización de este innovador producto.
En este contexto, la académica expuso recientemente en Brasil en el workshop “Potencialidades y Cualidades del Arroz de la zona Frontera Oeste”, instancia que reunió a investigadores, agricultores y empresarios arroceros de Santa Marta, -donde se produce el 80 por ciento del arroz en Brasil-, y que fue organizada por la Universidad Federal de Pampa, con el financiamiento del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Nacional.
“Con el apoyo de Unipampa logramos generar contactos con empresarios en la perspectiva de consolidar el modelo de negocio de nuestro arroz, para que pueda producirse a nivel industrial e ingresar al mercado”, comentó la especialista Almendares sobre su visita a Brasil.
Las gestiones también se realizan en Chile. En ese sentido, la investigadora de la Facultad Tecnológica explora distintos instrumentos que permitan comercializar su producto a nivel de consumo masivo, incluso a nivel de la Corfo.
“No ha sido fácil porque no es común que una universidad genere una patente para un producto que se vaya a comercializar (a nivel masivo)”, sostiene la investigadora Almendares. No obstante, reconoce que hay una gran empresa arrocera chilena interesada en producir y distribuir el arroz creado en los laboratorios de nuestra Universidad. De esta forma, prontamente podría estar en las góndolas de supermercados chilenos y extranjeros.