"Cuentos atrevidos, golpes en el estómago, donde el ambiente familiar y las relaciones íntimas son escenario de frustraciones, temores y trastornos; de amores profundos y grandes esperanzas (…)”, esta es parte de la presentación que la prestigiosa editorial brasileña Mundareu hace de “No aceptes caramelos de extraños”, galardonado libro de la académica de la Facultad de Humanidades (FAHU), Dra. Andrea Jeftanovic.
Argentina, Cuba, Dinamarca, España, México, y ahora Brasil, son lugares en donde ha sido publicado el texto ganador del Círculo de Críticos de Arte de Chile y de los Juegos Literarios Gabriela Mistral. A la autora de “Não aceite caramelos de estranhos”, nombre en portugués, le llama la atención el camino que ha tomado la obra. “Que un editor que no conozco me busque, se consiga mi correo electrónico, me lo proponga y que el libro avance en lugares insospechados, me sorprende”. Además, “que llegue a un país enorme, vecino y que implique una traducción, es interesante”, aseguró.
Para la académica el éxito que han tenido los cuentos tienen que ver con que hay “temáticas universales” que traspasan las barreras culturales y que hace que “exista, curiosamente, interés en cada uno de los lugares” en donde se vende. El vínculo padre e hijo, tabúes sociales, concepción de familia, entre otras temáticas, hacen que la obra se adapte a las sociedades donde se edita. Ejemplo de este ajuste es la temática de las personas desaparecidas en el régimen militar de Pinochet. La socióloga asegura que “la figura del desaparecido que yo pensé era asociado a la dictadura. Pero a medida que el libro fue viajando me di cuenta que también aparecía algo más universal y que no es precisamente en el contexto de esa época, sino que algo pasa en la sociedad que se ensaña con estos pueblos más vulnerables”, dijo.
Coyuntura y metáforas
La crítica cultural y profesora universitaria, siempre se hace presente en las discusiones políticas y sociales del país, lo que se refleja en su obra. En ese sentido no es raro que el texto hable sobre lo que pasaba en 2012 y que luego del dieciocho de octubre del año pasado se hace más evidente. Usando metafóricamente la palabra “abuso”, la ensayista quería demostrar que en Chile no solamente existían los abusos de carácter sexual, también hay injusticias presentes en salud, educación, etc.
“Creo que abuso ha sido la gran palabra del estallido social. Y lo pensé bastante antes y no es que sea un genio (ríe). Pero me refiero que la figura del abuso en la sociedad chilena trasciende a lo sexual. Es una cosa de trato y para mí esa incomodidad ya estaba dando vuelta en el libro. Por eso me gusta mucho que el libro siga leyéndose, editándose y recorriendo otros lugares”, concluye.
Para mediados de año se espera que el texto sea publicado en Centroamérica, además existen conversaciones para que se edite en inglés.