Un fructífero paso por Alemania tuvo el Dr. Maximiliano Salinas, académico del Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades, quien durante su estadía participó en tres eventos científicos, dando a conocer sus trabajos y avances de investigación a sus pares alemanes.
El primer evento fue organizado por la Universidad de Osnabrück, Baja Sajonia, y se enmarcó en la conmemoración de los quinientos años de la Reforma Luterana. En la actividad, titulada “El tiempo de la Reforma desde una visión diferente. Una perspectiva latinoamericana- ecuménica”, el investigador de esta Casa de Estudios presentó ante científicos reunidos en la ciudad de Magdeburg un trabajo centrado en Gabriela Mistral.
“He trabajado sobre la figura de Gabriela Mistral como cristiana siempre preocupada del ecumenismo. A ella le parecía un pecado contra el Espíritu el que los cristianos estuvieran divididos”, comentó.
Detalla el académico que desde la década de 1920 Gabriela Mistral estaba interesada por el ecumenismo. En su visión, el cristianismo era lo único que reunía de verdad al conjunto de los habitantes de las Américas. Ella era cristiana, pero compartía sus creencias con un espíritu oriental y budista.
La propuesta, según expresó el Dr. Salinas, fue gratamente recibida por los investigadores que participaron en esta actividad, ya que les permitió acceder a una visión más amplia sobre el tema, añadiendo nuevas perspectivas.
En su paso por Alemania, además, dictó en la Universidad de Osnabrück una conferencia titulada “El amor y la santidad: las experiencias interreligiosas de la plenitud del tiempo en Iberoamérica”, experiencia que en América Latina es multicultural y multirreligiosa.
Al investigador siempre le intrigó que la santidad católica, desde la época colonial, se presentara como un modelo que estaba determinado por un canon colonialista y racista, ortodoxo y excluyente. El catolicismo se impuso en América Latina profanando las religiones indígenas y africanas.
“Mi propuesta es examinar la santidad como una experiencia de perfección religiosa que incluye horizontes indígenas, africanos, incluso judíos y musulmanes”, indica.
Para el académico no es difícil identificar estas temáticas, ya que el amor es una experiencia humana central y un ideal religioso en todas las culturas. Por otra parte, a través de sus búsquedas historiográficas se ha preocupado de dilucidar si el mundo ibérico que llegó a América era un mundo monoconfesional.
“Al pueblo español que llega a América se le abre una disyuntiva: abrirse a una herencia espiritual islámica que llama más bien a cultivar el amor, la solidaridad, la preocupación por los débiles y no acumular riquezas, como lo planteaba el misticismo sufí de hondo arraigo en el mundo ibérico, o incorporarse al pillaje capitalista del saqueo colonial. Quiero instalar este desafío en el pueblo español y no verlos como personas condenadas de entrada a la violencia colonial. Cultural y éticamente este pueblo debe haberse sentido desafiado por esta disyuntiva”, indicó.
Su tercera conferencia la ofreció en la capital de Alemania, en el Instituto Ibero-Americano de Berlín, con el título “Representaciones amorosas y convivencia humana en América del Sur, siglos XIX y XX”. El doctor Maximiliano Salinas llamó la atención en esta oportunidad al hecho que la historia de la región ha sido narrada desde una perspectiva academicista y extrínseca a la vida cotidiana de las culturas populares. Ha primado la homogeneidad de un canon patriarcal donde abundan prejuicios sexistas, nacionalistas, y capitalistas.
El investigador consideró las dimensiones emocionales de un convivir que ha trazado las experiencias indígenas, africanas y del Mediterráneo europeo en un mestizaje que se abrió a un sentimiento colectivo de estimación y respeto por el vivir en común. Hay allí un tiempo central y subterráneo, vivido a contrapelo de la historia oficial de la dominación. La conferencia fue presentada y comentada con gran interés por la directora del Instituto Ibero-Americano de Berlín, Dra. Barbara Göbel.