Chile tiene uno de los mayores potenciales solares del mundo, pero este potencial solar no es constante y está cambiando debido al calentamiento global.
Esta es una de las proyecciones que el estudio del grupo de académicos del Departamento de Física de la U. de Santiago conformado por el Dr. Raúl Cordero, la Dra. Sarah Feron y el Dr. Alessandro Damiani, en conjunto con el profesor de la Universidad de Standford, Robert Jackson, destacó como uno de los cambios que se esperan a mediados de siglo.
Si bien, la capacidad fotovoltaica instalada en Chile es actualmente cercana a los 3 GW y durante el 2019 generó el equivalente al 8% del consumo eléctrico nacional, el gran talón de Aquiles es su intermitencia.
En el estudio se postula que factores como el atenuar la radiación solar, el polvo en suspensión y la nubosidad pueden disminuir la producción de energía fotovoltaica, además del viento y la temperatura, y que estos estarían cambiando debido al calentamiento global.
“Nuestro nuevo estudio proyecta los cambios esperados en el número de días con condiciones poco favorables para la generación fotovoltaica, debido a cambios en la frecuencia de nubosidad asociados al cambio climático. Mientras que una caída en la nubosidad puede disminuir la intermitencia, un aumento en las nubes puede aumentar la variabilidad en la generación fotovoltaica, afectando a su vez la estabilidad de la red”, sostiene el Dr. Raúl Cordero, climatólogo de nuestra Casa de Estudios.
El documento, publicado recientemente por Nature, también indicó una diferencia en sus alteraciones donde los mayores cambios de intermitencia solar se esperarían en Europa y Medio Oriente. Sin embargo, las proyecciones son opuestas para la Península Arábiga y el Noroeste de África, donde el número de días nublados durante el verano podría duplicarse hasta mediados de siglo.
“Nuestro estudio proyecta hasta mediados de siglo significativas alzas en el número de días con condiciones muy favorables para la generación fotovoltaica en Europa Central debido a una caída en la nubosidad, especialmente en verano, reforzada por una caída de la contaminación atmosférica. El potencial solar de Europa se incrementará y la generación fotovoltaica será menos intermitente”, indicó el especialista en cambio climático.
¿Qué sucederá en Chile?
La investigación académica apunta que nuestro país también enfrentará cambios, proyectando perdida de la nubosidad para la zona centro-sur, y que si bien, para el académico del Departamento de Física esto significa “malas noticias en términos de precipitaciones y sequía”, también se espera que ante la menor nubosidad el número de días de verano aumente en un 30% la generación fotovoltaica en algunos puntos hasta mediados de siglo.
Por otro lado, las proyecciones para el norte de Chile son más bien mixtas, y si bien no se esperan cambios significativos en los promedios anuales de la generación fotovoltaica, sí se esperan cambios en la variabilidad.
“Hasta mediados de siglo, el debilitamiento esperado en el invierno altiplánico probablemente provoque bajas de hasta 20% en el número de días de verano con presencia de nubosidad en el norte grande; alzas en similares porcentajes se esperan hasta el 2050 en el número de días nublados en la zona centro-norte”, apuntó el Dr. Cordero.
Finalmente, la investigación destacó que, aunque basados en 7 modelos climatológicos, las proyecciones podrían tener un cambio por la rapidez con que el mundo pueda abandonar los combustibles fósiles o por características regionales que los modelos no logran capturar adecuadamente.