La nada, como concepto, ha sido estudiada desde disciplinas como la filosofía, la física y las matemáticas, por mencionar algunas áreas. Saber cómo por medio del lenguaje y el arte se puede referir a este concepto es algo que durante siglos ha llamado la atención de artistas y pensadores, debido a que por medio de disciplinas como la literatura y las artes plásticas es posible representar una idea de la nada.
Por lo mismo, y gracias a la adjudicación del Proyecto Fondecyt Regular (1161021) “Poéticas Negativas”, el Dr. Felipe Cussen junto a Marcela Labraña y Megumi Andrade, co-investigadoras y profesoras de la Universidad Finis Terrae, pretenden investigar y reflexionar en torno la obra de escritores chilenos, latinoamericanos y europeos, con un enfoque cercano a los estudios sobre mística y estética contemporánea.
Segunda mirada al arte
“A muchas personas les puede parecer absurdo dedicar tanto tiempo a estas disquisiciones, pero lo que nos anima, en definitiva, es que nuestra investigación permitirá leer de otro modo a algunos autores ya conocidos, o incorporar también otras obras que aún no han circulado en nuestro ámbito”, indica el académico.
El proyecto surge gracias al cruce de trabajos realizados por todo el equipo de investigación, específicamente en disciplinas como arte y literatura, como la influencia de la teología negativa, una tendencia del cristianismo que considera que de Dios es imposible decir nada, en algunos trovadores medievales y también en poetas contemporáneos como Claudio Bertoni.
Junto con lo anterior, las representaciones del silencio en la literatura y las artes visuales; la relación entre literatura y artes visuales, particularmente en ciertas formas de caligrafías ilegibles; así como la experiencia conjunta en el ámbito de la literatura comparada en un proyecto Fondecyt anterior: “Samples y Loops en la poesía contemporánea”.
Para el Dr. Felipe Cussen la importancia de este proyecto está en dar una segunda mirada al arte, específicamente a la literatura, agregando que “muchas veces se escucha que la función de la literatura es ‘contar historias’ o ‘transmitir emociones’ y nos parece que nuestra propuesta puede resultar provocativa en este contexto. Creemos que nuestros análisis podrán ayudar a tomar conciencia del acto mismo de la lectura del que todos participamos cotidianamente”.
Agrega que, “or ejemplo, si abres un libro cuyas páginas están en blanco quizás por primera vez te fijarás con atención en su materialidad, en el color de sus páginas, su textura, su tamaño. Estamos tan acostumbrados a concentrarnos en el contenido que muchas veces olvidamos todos los elementos que integran el soporte del libro. La operación negativa de eliminar las palabras, en este caso, permite que emerjan otras superficies de lectura, que obligan a que allí proyectamos nosotros mismos nuevas interpretaciones”.
A su vez, el académico da cuenta de la importancia que tiene la difusión del proyecto, específicamente en la vinculación con estudiantes, académicos, artistas y personas interesadas en la investigación y sus resultados.
Cursos de la temática
“Tenemos considerado dictar cursos en nuestras respectivas unidades académicas, y dirigir tesis relacionadas con esta temática pero, además, queremos formar un grupo de estudios en el que puedan reunirse regularmente otros académicos y estudiantes interesados. Consideramos muy importante realizar actividades como diálogos, lecturas y conciertos, en los que se pueda establecer una relación estrecha entre nuestras reflexiones y las de escritores y artistas contemporáneos chilenos”, plantea.
El académico, que se integró al Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) hace cinco años, valora las instancias de investigación interdisciplinaria que ha incentivado nuestra Casa de Estudios, remarcando que “trabajar en IDEA ha sido una experiencia muy positiva, porque se trata de un espacio casi único en nuestro país, donde se valora y se entregan las condiciones necesarias para dedicarse prioritariamente a la investigación”.
Resalta “el alto nivel de mis colegas y su perfil interdisciplinario son, asimismo, una motivación constante. He tenido mucha libertad para desarrollar cursos e investigaciones de temas poco estudiados y creo que también he podido contribuir a que IDEA sea un lugar en que tanto los académicos como los escritores, artistas y músicos puedan compartir sus visiones”.