Investigador propone nuevo proceso para secar lodos residuales y usarlos como biocombustible

  • Utilizando lodos residuales provenientes del tratamiento de aguas de las industrias, el académico e investigador del Departamento de Ingeniería Química, Dr. César Huiliñir, elaboró un nuevo modelo matemático para el proceso de biosecado que propone reutilizar estos sedimentos como biocombustible que proporcione energía. Esta propuesta surge de un proyecto Fondecyt de Iniciación (11121160).

 




Tras tres años de trabajo, y utilizando lodos residuales provenientes del tratamiento de aguas de las industrias, el académico e investigador del Departamento de Ingeniería Química, Dr. César Huiliñir, elaboró un nuevo modelo matemático para el proceso de biosecado que propone reutilizar estos sedimentos.

Esta propuesta surge como uno de los resultados de su proyecto Fondecyt de Iniciación (11121160) “Development of a new dinamic model for bacth biodrying process of dewatered sewage sludge”.

De acuerdo al investigador, el lodo que las empresas desechan tiene un 80 por ciento de agua; es decir, por cada kilo de lodo residual están perdiendo 800 gramos de agua. A esto se suma que las industrias deben pagar por el traslado de estos desechos para evitar la acumulación y malos olores en sus plantas, por lo que encontrar una solución alternativa puede reducir gastos.

“Nosotros apostamos a que si reducimos la cantidad de agua del lodo residual, éste puede ser ingresado como combustible a las calderas. Por eso es que empresas como las papeleras pueden verse beneficiadas, porque si esto funciona les permitirá reducir los costos de transporte y podrían tomar este lodo y quemarlo, transformándose en un nuevo biocombustible, como ya se usa en Holanda o Canadá, donde hay ejemplos concretos de plantas industriales que han implementado un sistema similar”, detalla el académico. 

Para esto, el académico propuso junto a su equipo de trabajo un modelo matemático sencillo de implementar que permitió un sistema más flexible para mejorar la predicción de la perdida de humedad en el sistema; aspecto que no existía en la literatura del área, y que podría efectivamente mejorar la operación.
 

Resultados del estudio 


Otro de los aportes de este estudio, según explica el académico, son los antecedentes que obtuvo sobre la cinética de degradación de los residuos, sólidos volátiles, información que no estaba disponible en la literatura del área.

“Con esto podemos saber cuánta es la cantidad de energía que se entrega al proceso, entre mayor es el consumo de sólidos, mayor es la energía liberada que permite el secado del lodo, y eso va a permitir predecir el comportamiento y evaluar sin necesidad de experimentar”, plantea el investigador.

Por otra parte, también pudo analizar la cantidad de agua y energía necesaria para remover este elemento durante los diferentes pasos que conforman el proceso de degradación, agregando que “a través de la investigación construimos un diseño experimental donde determinamos cómo afectan ciertas condiciones de operación a la remoción de agua y que cantidad de energía que permite la evaporación del agua proviene de la reacción bioquímica del proceso”.

Para llegar a este modelo alternativo trabajaron con lodos provenientes de plantas papeleras y ahora están trabajando con lodos de tratamientos de aguas, pero de un matadero y un frigorífico.

Finalmente, el académico rescata el rol que cumplieron sus estudiantes de pre y postgrado, quienes estuvieron a cargo del trabajo de laboratorio para probar este modelo. “El aporte de los estudiantes fue fundamental, sin ellos este proyecto no hubiese podido desarrollarse y obtener estos resultados”, sentencia.