- Para el coordinador del Centro de Estudios Coreanos de nuestra Universidad, académico Rodrigo Álvarez, es posible concluir que la decisión de Corea del Norte de detonar una bomba nuclear busca llamar la atención del mundo, para obtener ayuda económica que le permita resolver sus problemas de política interna.
Para el coordinador del Centro de Estudios Coreanos de nuestra Universidad, académico Rodrigo Álvarez, es posible concluir que la decisión de Corea del Norte de detonar una bomba nuclear busca llamar la atención del mundo, para obtener ayuda económica que le permita resolver sus problemas de política interna.
Además, añade, pretende reducir la presión del sistema internacional contra ese país, aunque finalmente genera lo contrario. Explica que los programas nuclear y de misiles en un país muy inestable, “transforma en insegura a toda una región”.
Con anterioridad, Corea del Norte realizó pruebas nucleares en los años 2006, 2009 y 2013, por lo que ha recibido sanciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Aunque no ha sido ratificado por los organismo internacionales, el líder norcoreano Kim Jong-un, señaló que se trató de una bomba de hidrogeno (H), la que es tres mil veces más potente que la usada por Estados Unidos en Hiroshima en 1945.
El también académico de la Carrera de Periodismo y de Relaciones Internacionales, agrega que ellos “saben que estas resoluciones no van a ser modificadas en tanto mantengan su programa nuclear, por lo tanto, estas detonaciones no tienen como objetivo que se levanten las sanciones”.
Peligro
El académico puntualiza que con estas actitudes que ha llevado adelante Kim Jong-un, expone a su país a nuevas sanciones, donde si se comprueba que corresponde a una detonación de bomba H, la comunidad internacional podría reaccionar de forma más activa y con mayor fuerza.
El otro problema que genera dicho país es que está en un lugar geográfico donde se produce gran parte del comercio internacional. Por lo tanto, podría implicar complicaciones en un continente donde se concentra gran parte del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, lo que generaría volatilidad en gran parte del comercio internacional.