La bienvenida al ‘Lanzamiento de las Directrices para la Construcción de una Política de Equidad de Género para la Corporación’ realizado ayer en el Salón de Honor de nuestra Universidad, la inició la Vicerrectora Académica, Patricia Pallavicini Magnere, quien señaló que “una instauración de una política de género para la comunidad a la que pertenecemos, es de gran trascendencia en el fortalecimiento del rol que posee nuestra casa de estudios en el escenario nacional, y somos el espacio que muchos hombres y mujeres estamos trabajando para mejorar al país”.
Además, la Vicerrectora resaltó que en los últimos 15 años nuestra Universidad ha luchado por equiparar las brechas existentes entre hombre y mujeres, llegando este año a construir una política de equidad de género, como respuesta a las desigualdades existentes.
Luego, la encargada de género del Programa de Responsabilidad Social Universitaria de nuestro Plantel, Andrea Hurtado Quiñones, presentó las directrices para las construcción de una política de igualdad de género en nuestra institución, destacando que “se busca incorporar la identidad de género de manera más orgánica; además de formar un criterio que nos entregue valores institucionales, formando derechos y deberes en la comunidad de la institución a la que pertenecemos, acudiendo a los acuerdos suscritos por nuestro país a nivel internacional”.
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Por su parte, la Oficial Superior de Asuntos Sociales de la Cepal, Pamela Villalobos Koeniger, subrayó que “un elemento fundamental para lograr esto es la voluntad política y convertir el proceso transversal en parte de la rutina de trabajo. En cuanto a los elementos que presionan para que las cosas sigan igual está la relación de poder, pero también hay temas de cultura como resistencia a cualquier cambio”.
El miembro del Consejo Directivo del Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer Género y Equidad, Cedem, José Olavarría Aranguren, resaltó que “es importante que la universidad tome esta iniciativa y le dé una institucionalidad, reflejándolo en su propio quehacer, tanto en sus institucionalidad de las personas que trabajan, como en el marco académico, y no solo orientarse la incorporación de distintas diversidades, ya sea hombres y mujeres, sino también trabajar fuertemente en lo que es investigación para que haya riqueza en la producción académica”.
“El desafío a una equidad de género parte desde las máximas autoridades, en la asignación de recursos, incorporación de las personas, y generar mecanismos de participación que obliguen a las mallas curriculares que incluyan cursos de asignatura de género, particularmente en profesiones que tienen trabajos con personas, como las de ciencias sociales y las ciencias de la salud”, agregó Olavarría.
Finalmente, la representante del Servicio Nacional de la Mujer, Sernam, María Eugenia Bersezio, concluyó que “se debe generar una ruptura al orden existente, respecto a un conjunto de procesos de exclusión con determinadas lógicas y prácticas, que afectan a la democracia. Por lo tanto, es un tema que nos atañe a todos, por lo mismo, debe ser un tema central en el debate universitario”.