Obtener energía y calor a través de la basura, como también fortalecer la investigación nacional e internacional de asociaciones públicas y privadas en el desarrollo sustentable, la minimización de emisiones de gases de efecto invernadero y la recuperación de energía a través de la gestión de residuos líquidos y sólidos, fue la principal motivación del ‘Simposio Internacional de Emisiones de Metano, Medio Ambiente y Sustentabilidad’, que organizó el Departamento de Ingeniería en Obras Civiles en conjunto con el Departamento de Ingeniería Geográfica y la Facultad de Ingeniería de nuestra Universidad.
Se destacó que otras fuentes renovables no convencionales pueden generar electricidad y quizás calor como la solar, pero la alternativa del metano es más completa al ser una fuente de carbón inicial además de tener una huella de carbono neutral, por lo que es más amigable con el medio ambiente, y permite además de electricidad la generación de calor, plástico, fertilizantes, y el reciclaje de los vertederos de basura.
O sea, la solución al problema energético proviene del manejo de residuos mediante la producción de metano.
Director Christian Seal
El director del Departamento de Ingeniería en Obras Civiles, Christian Seal, señala que esto viene a ser energéticamente positivo, porque reemplaza las fuentes tradicionales de energía, ya sea, carbón, petróleo, o algún otro, al emplear con esto energía renovable.
Añade que “en la descomposición de la basura y del agua servida se genera dióxido de carbono (CO2) y metano. Entonces, la idea de nosotros es que la energía que se ocupa para tratar la basura sea la mínima posible y poder maximizar el metano generado para transformarlo en energía”.
“Así, por medio de microorganismo anaeróbicos -los que se comen la materia- tratamos los residuos ocupando menos energía en ese proceso y reemplazando así la electricidad que se ocuparía en la red. En otras palabras, esto viene a ser energéticamente positivo, porque reemplaza las fuentes tradicionales de energía, ya sea, carbón, petróleo, o algún otro, con esta energía renovable”, explica.
Expresa el director que “el otro mecanismo de generación de metano es que la basura genera un pellet o algún compuesto para generar biocombustible o biomasa, por lo tanto, también son neutros en la huella de carbono”.
“Estos biocombustibles son de la tercera generación. En la primera y segunda se ocupaban grandes extensiones agrícolas para generar biocombustible desde el maíz o de las semillas. Ahora, desde los residuos que provienen, por ejemplo, de los arboles descompuestos, del estiércol de las vacas, o los restos de nuestras propias comidas, le agregamos un valor agregado, para convertirlo en un recurso renovable no convencional que puede ser utilizado en la matriz energética, como fuente calórica, o en el reciclaje de los vertederos de basura”, destaca.
Menos dañino para la atmósfera
Para reafirmar las ideas anteriores, el académico del Departamento de Ingeniería Geográfica, René Garrido, manifiesta que “la idea es transformar ese metano en dióxido de carbono (CO2), que es menos dañino para la atmosfera, porque una molécula de metano causaría el daño equivalente a 26 moléculas de CO2”.
“El metano y el CO2 son carbono, el tema es como ese carbono se emite a la atmosfera para que sea menos dañino. El sistema que estamos promoviendo es principalmente materia orgánica, y esta capta CO2 por medio del proceso de fotosíntesis, obteniendo un equilibrio debido a la enorme cantidad de plantas que ya existen”, explica el experto.
Complementa René Garrido que “en la descomposición de los residuos sanitarios, se encuentran presenten microorganismos, y cuando las condiciones son adecuadas, donde no haya oxigeno presente, dichos organismos se alimentan de los residuos que hay en los rellenos sanitarios, y debido a los procesos metabólicos, el producto que ellos excrementan generan metano. Luego las plantas absorben ese CO2, para generar energía, y nosotros podemos ocupar esas plantas para ocupar otras formas de energía. Entonces, se saca esa energía como carbono neutral”.
Añade que “nosotros con el petróleo estamos usando los ‘dinosaurios en descomposición’ como materia orgánica que se transformó en petróleo, y ese carbón se vuelve después gas, liberando carbono a la atmosfera que antes no existía. En cambio, con nuestro sistema lo que botamos a la atmosfera lo volvemos a utilizar por medio del proceso de fotosíntesis”.
“Nosotros estamos apoyando los Acuerdos de Producción Limpia, APL, a través de la Responsabilidad Social Universitaria; tenemos un apoyo fuerte con la Empresa Metropolitana de Residuos Sólidos, EMERES, donde sus socios son 20 municipalidades del Gran Santiago, como también con el Observatorio de Residuos de Chile, y de la Asociación de Municipios Ciudad Sur integrada por las municipalidades de La Granja, El Bosque, San Joaquín, Pedro Aguirre Cerda, Lo Espejo y San Ramón”, agrega.
A su vez, la académica del Departamento de Ingeniería Mecánica, Patricia Mery, expresa que “en estos momentos se emiten gases invernaderos a la atmosfera, de ellos metano que se genera de forma natural en los tratamientos de los residuos, tanto líquido como sólido. Entonces, la idea es tratarlos para recuperar ese metano como una fuente de energía, porque eso se transformaría en biogás para convertirse finalmente en energía eléctrica o venderlo a las compañías de gas. Además ese metano no se emitiría a la atmosfera”.
Participantes
En el Simposio participaron el director de Environmental Engineering Iniciative at Avcase-Villanova Center for the Advancement of Sustainability in Engineering, Dr. Metin Duran; El profesor asociado de la University of Tennessee College of Engineering, Dr. Qiang He; el director de Biomass Conversion and Resources Technology Laboratory-Villanova University, Justinus Satrio, y eñ representante de Environmental Program Specialist Climate Change Division, Usepa, Christoper Godlove.
En la organización también contribuyeron Emeres, Gestión Local Sustentable; Global Methane Initiative, y Climate and Clean Air Coalition to Reduce Short Lived Climate Pollutants.