- Como “un éxito total, que superó todas nuestras expectativas”, calificó la realización de la XI versión del Festival de Música Antigua Europea y Americana, el coordinador general del encuentro, Rodrigo Díaz. La actividad convocó durante ocho días en nuestro Campus a eximios ejecutantes de Europa y América Latina. “Los artistas invitados, los repertorios y las clases magistrales de instrumentos, constituyeron todo un logro; consolidando al Aula Magna como el mejor escenario para la música antigua en esta parte del planeta”, puntualiza Díaz.
De trascendencia mundial resultó la décima primera edición del Festival Internacional de Música Antigua, Europea y Americana que organizó la Universidad de Santiago de Chile durante 8 días, consolidándose como el mejor escenario para este estilo de música en esta parte del planeta.
El Aula Magna de la U de Santiago congregó durante una semana a lo más granado de la Música Antigua, brindando el escenario perfecto para los 12 conciertos que dieron forma a un Festival que nos transportó a otras épocas y lugares, de la mano de destacados invitados nacionales y extranjeros.
Como “un éxito total, que superó todas nuestras expectativas”, calificó la realización de este encuentro, el coordinador general, Rodrigo Díaz.
“Los artistas invitados, los repertorios y las clases magistrales de instrumentos, constituyeron todo un logro; consolidando al Aula Magna como el mejor escenario para la música antigua en esta parte del planeta”, añadió Díaz.
Contenidos de las jornadas
Así, el concierto de apertura sirvió también como celebración de los 330 años del nacimiento de Georg Friedrich Haendel, en el que tomó parte nuestra orquesta Universitaria, dirigida por el prestigioso director argentino Juan Manuel Quintana y la participación de la mezzosoprano chilena Evelyn Ramírez.
El dúo colombiano “Música Cortesana” nos entregó un repertorio íntimo de canciones y piezas europeas del Siglo XVI y comienzos del XVII. Mientras que “Terra Australis” nos trajo el sonido de la América colonial.
El Estudio Musicantigua de la PUC trajo un programa dedicado la música en la época de William Shakespeare.
El destacado laudista chileno Wladimir Carrasco nos mostró el estilo galante de Sylvius Leopold Weiss uno de los mayores genios del Laúd Barroco. “La Pulsata” rescató la circulación de la música para guitarra barroca en América.
La agrupación “Il Telescopio di Galileo” presentó Suites y Conciertos de Georg Philipp Telemann y del celebrado Haendel.
Johann Sebastian Bach no podía estar ausente en este periplo, y lo presentó a través de su obra para laúd el reconocido instrumentalista alemán Joachim Held.
Los Ministriles de Marsias, galardonado conjunto español, mostraron el nacimiento y evolución de instrumentos de vientos presentes en todas las catedrales españolas del renacimiento.
Syntagma Musicum, conjunto anfitrión, con más de 30 Años de reconocida trayectoria, brindó un panorama de la Música Misional Jesuita del siglo XVII y XVIII en su programa “In Hoc Mundo”.
Este año además se incorporaron los “Conciertos a Mediodía”, espacio para grupaciones emergentes como “Mira Gestorum”, “The Broken Consort”, “La Compañía de Santiago” y conjuntos escolares como el “Conjunto de Música Antigua LEA”, el “Conjunto de flautas del Colegio Giordano Bruno” y el “Taller Interescolar de Música Antigua” quienes mostraron todo su talento presentándonos programas de música medieval, renacentista y barroca.
El componente académico, presente en todas las ediciones del Festival, volvió a ser parte de la programación, con clases magistrales realizadas por nuestros destacados invitados extranjeros, a las que asistieron un centenar de músicos profesionales y estudiantes de música.
Además, el público general pudo visitar y disfrutar de una interesante exposición de instrumentos históricos realizada en el Espacio Isidora Aguirre de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio.
“Tras estas once ediciones, hemos crecido y nos hemos consolidado en el tiempo. Al revisar los objetivos que nos trazamos cada año, vemos con alegría que nuestro Festival se constituye como referente de la actividad musical en Chile, rescatando los sonidos del pasado, y promoviendo la memoria, identidad y la integración cultural entre el mundo europeo y americano”, enfatiza Rodrigo Díaz.