- Los recursos obtenidos permitirán la ejecución de tres iniciativas en las áreas de Tecnología de la Información y Comunicación, Agropecuaria y Manufactura.
Financiamiento por la suma de 345 millones de pesos, para llevar adelante innovadores proyectos se acaba de adjudicar en el marco de la primera versión del Programa IDeA del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef), dependiente de la Comisión Nacional Científica y Tecnológica (Conicyt). Esta línea de financiamiento, reemplazó este año al Concurso Anual de Proyectos de Investigación y Desarrollo.
Los recursos obtenidos permitirán el financiamiento de tres proyectos en las áreas de Tecnología de la Información y Comunicación; Agropecuaria; y Manufactura, liderados por el académico del Departamento de Ingeniería en Informática, Mauricio Marín; las Doctoras Milena Cotoras y Leonora Mendoza, de la Facultad de Química y Biología; y por el académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Facultad de Ingeniería, Claudio Urrea, respectivamente.
El Programa IDeA de Fondef, en esta primera versión, asignó más de seis mil millones de pesos para desarrollar 55 iniciativas de investigación científica y tecnológica en diversas áreas del conocimiento, con potencial de convertirse en el futuro en productos o servicios con un gran impacto productivo, económico y social para nuestro país.
En particular, el objetivo del Concurso de Ciencia Aplicada es apoyar proyectos de investigación científica y tecnológica que planteen una hipótesis científica que sustente la obtención de resultados y que éstos alcancen un nivel de prueba de concepto, modelo o prototipo, evaluados en condiciones de laboratorio o a pequeña escala.
Iniciativas
El proyecto del académico del Departamento de Ingeniería en Informática, Mauricio Marín, consiste en la construcción de un software para el procesamiento eficiente y escalable de grandes flujos de eventos en tiempo real. El desarrollo de este sistema permitirá, básicamente, “construir productos de software donde es crítico priorizar y procesar eficientemente miles de eventos por segundo en aplicaciones tales como gestión de emergencias, detección de fraude en bancos y predicción del comportamiento, tendencias y preferencias en clientes de empresas que ofrecen servicios en la web".
En tanto, la iniciativa del grupo de investigación liderado por las Doctoras Milena Cotoras y Leonora Mendoza, académicas de la Facultad de Química y Biología, busca desarrollar un fungicida contra el hongo fitopatógeno Botrytis Cinerea, uno de los principales causantes de pérdidas millonarias en la producción de frutas y vino en nuestro país. Las investigadoras producirán un biofungicida natural, biodegradable y de bajo impacto en el ecosistema, considerando que se creará a partir de los propios residuos generados por la industria vitivinícola, que alcanzan a 18 kilos por cada 100 litros de vino.
El tercer proyecto, liderado por el académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica y director del Programa de Modelación Industrial y Simulación Computacional de la Facultad de Ingeniería, Claudio Urrea, propone mejorar los índices de productividad industrial y minera, gracias al diseño, construcción e implementación de un nuevo tipo de manipulador robótico, que empleará técnicas de control tolerantes a fallas.“Las características de este robot, que no se encuentra disponible en el mercado mundial, nos permiten establecer un impacto en dos sectores de la industria: por un lado, en aquellas que ya poseen robótica en su línea de producción y, por otro, en las pequeñas y medianas empresas, que podrán optar a sistemas de automatización tolerantes a determinadas fallas, con tecnología local, desarrollada, implementada y adaptada a sus necesidades”, explica el académico Urrea.
Del mismo modo fue adjudicada una iniciativa, liderada por la Universidad Católica, en la que nuestra Universidad participa como institución asociada, mediante la académica de la Facultad de Química y Biología, Carolina Aliaga. El proyecto consiste en desarrollar una tecnología para determinar la dosis de radiación gamma que se aplica actualmente a los alimentos y que puede afectar la salud humana. Su objetivo es detectar la cantidad de radicales libres y su vida media en el alimento, mejorando los procedimientos que se realizan actualmente para alcanzar los estándares internacionales.