- Representantes de las distintas expresiones de la tradición oral del norte, centro y sur del país, iniciaron ayer el primer Seminario La palabra hablada como patrimonio inmaterial de Chile, que los reunirá hasta hoy viernes en el Salón de Honor de nuestra Casa de Estudios. Payadores, cantores a lo divino, poetas populares, guitarreros y otros cultores dialogaron con expertos de diversas instituciones culturales. La primera propuesta fue elaborar un documento que sirva de soporte para análisis en instancias educativas y culturales de todo el país.
Con gran asistencia de público, se desarrolló la segunda jornada del seminario ‘La Palabra Hablada como Patrimonio Inmaterial de Chile’ en el Salón de Honor de nuestra Corporación. La actividad comenzó con el panel ‘Recopiladores e Investigadores de nuestra Oralidad’, que contó con la destacada participación de los expertos Micaela Navarrete, Patricia Chavarría, Santiago Figueroa y Rodrigo Torres.
Micaela Navarrete, historiadora de dilatada trayectoria abocada a la recopilación de obras en torno a la cultura tradicional, destacó como valiosa la instancia de discusión desde la perspectiva que su marco es una institución de educación superior como nuestro Plantel.
“Encuentro que tiene un tremendo valor que se organicen en el ámbito universitario, y quien lo impulse sea la gente joven, que recién está egresando”, dijo Navarrete, en alusión a que Nicole Castillo, parte del comité organizador, es una periodista recién titulada por nuestra Casa de Estudios.
A juicio de la investigadora, la oralidad pese a ser parte del patrimonio nacional, es entendida como de segunda clase.
“Yo creo que la oralidad es muy importante, y no le damos la relevancia que merece. Desde los ámbitos más oficiales, como los académicos, a veces no se le da el valor que merece. Además, el chileno común y corriente, tiene la tentación de mirar en menos a quien se rige por una cultura oral.
En ese sentido, llamó a empaparse de la riqueza contenida en la mente de muchísimos cultores del estilo, que siendo analfabetos tienen un acervo cultural enorme en su interior.
“Lo maravilloso de personas, que ni siquiera tuvieron acceso a la escuela, es que tienen un verdadero libro en su memoria. Poseen muchísimos saberes que nosotros no tenemos”, subraya.
Añadió que, por lo mismo, esta actividad es un impulso “para seguir trabajando el patrimonio inmaterial”.
Santiago Figueroa
Como una oportunidad inestimable, y hasta esencial para el cultivo y desarrollo de la cultura oral chilena, estimo la actividad el reconocido folclorista, investigador y recopilador del canto popular, Santiago Figueroa.
Su currículo artístico indica que desde niño estuvo inmerso en el viejo arte de contar historias. A su juicio, esa es una característica que constituye algo esencial para la comunicación humana, porque la oralidad consiste en que “quien habla y escucha se miran siempre”.
Figueroa advierte que esa interacción rica en sentimientos y emociones, está en peligro de desaparecer con las nuevas tecnologías de la información. “Hay gesticulaciones y una serie de elementos en ese intercambio oral, que hoy en día no transmiten la intencionalidad y veracidad de lo que están comunicando”, explica.
“Si la oralidad deja de poseer esa interacción rica en sentimientos y emociones, ya no es oralidad; transformándose en otra cosa, como en hablar por hablar. Es un poco lo que sufrió la humanidad cuando se inventó la escritura”, reflexiona.
“Esta experiencia humana que es mucho más rica que inventar un cohete que va para la luna”, sentencia.
Manuel Dannemann
El Vicepresidente para América Latina de la Sociedad Internacional para la Investigación de la Narrativa Folclórica, y eximio especialista en el área, Manuel Dannemann, además de entender positivamente la asistencia de jóvenes al encuentro y sentirse “optimista” por ello, hizo hincapié que lo que se debe hacer en cuanto a la oralidad es destacarla, ya que es un elemento presenten en la vida cotidiana; tanto en el mundo urbano como rural.
“Yo diría que la oralidad hay que destacarla, apreciarla en su cabalidad. Lo que ocurre es que es un fenómeno que está presente constantemente en nosotros, no solamente en sectores campesinos y rurales sino que en urbanos y suburbanos”, explicó.
Asimismo, sopesó que el aporte del seminario radica en que posibilita la reflexión sobre un tema que define a cada individuo de la sociedad chilena, por lo que puede construir nuevos caminos de entendimiento y respeto.
“El poder examinar y reflexionar acerca de este hecho, nos permite encontrar nuevos caminos para entender el comportamiento de las personas. Por lo tanto, se deben valorar todos los esfuerzos que se realicen, como llamar la atención de que existe un espejo que deberíamos utilizar para entendernos mejor a nosotros mismos, y es un hecho cultural tan cotidiano y tan permanente, como es la oralidad”, expuso Dannemann.
Una propuesta que siembra futuro
“Me parece excelente la disposición de la Universidad de Santiago de Chile para acoger esta iniciativa que han hecho los jóvenes, a través de un proyecto FONDART”, expresó Manuel Dannemann.
Además, el investigador propuso, como conclusión del evento, la entrega de referencias bibliográficas en torno al a oralidad, para acercar y clarificar conceptos sobre el tema.
“Sería importante que algunas personas recibiésemos el encargo de los organizadores, por así decirlo, para promocionar fuentes bibliográficas y referencias, para que personas interesadas puedan tener mayor conocimiento. Eso entregaría un mayor impulso a esta valiosa iniciativa”, enfatizó el experto.
Organización
La iniciativa de este seminario corresponde a Andrés Montero Labbé y Nicole Castillo Ramírez, integrantes de la Compañía de Cuentacuentos La Matrioska (www.lamatrioska.cl, @CiaLaMatrioska, www.facebook.com/lamatrioskacuentos).
El proyecto fue financiado por el Fondo Nacional del Desarrollo cultural y las Artes, Ámbito Regional de Financiamiento, Convocatoria 2015, con el patrocinio de la Universidad de Santiago, a través del Departamento de Comunicaciones de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio (ViME).