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Altos niveles de estrés en Chile plantean urgencia a la discusión sobre una Ley de Salud Mental

Altos niveles de estrés en Chile plantean urgencia a la discusión sobre una Ley de Salud Mental

  • El académico de la Escuela de Psicología, Dr. Sergio González, explica que la cifra de quienes declaran padecer este estado de cansancio mental (42%), que se duplicó este año con respecto a 2012, es resultado de una peligrosa constante. “Tenemos un grupo etario que entra cada vez más temprano a los cuadros de estrés”, advierte. Por eso, el psicólogo social indica que se requiere de manera inmediata implementar una ley que contemple financiamiento para la prevención y tratamiento de estos pacientes.

 


Este martes se conocieron los resultados del estudio Chile Saludable V de Adimark y Fundación Chile, que entre sus conclusiones arrojó que un 42% de los chilenos se declara estresado. La cifra representa casi el doble de lo que se había registrado en 2012 (22%).

Para el académico de la Universidad de Santiago, doctor en psicología y antropólogo Sergio González, este resultado “tiene antecedentes en otras indagatorias donde se comprueba que la constante es la misma” y que se relaciona con “el estilo de vida actual”, marcado por el endeudamiento y extensas jornadas laborales. Por eso, sostiene que es prioritario impulsar una Ley de Salud Mental, que actualmente no existe.

“La Ley de Salud Mental y el financiamiento para la prevención y atención de las personas con cuadros depresivos y ansiosos es algo urgente, porque el tema ya está instalado”, enfatiza.

El académico de la Escuela de Psicología del plantel estatal advierte que la normativa “es necesaria porque tenemos un grupo etario que padece cada vez más temprano los cuadros de estrés. Hoy, tenemos depresión en el mundo del trabajo entre los 20 y los 40 años, cuando se suponía que era algo que se manifestaba a más avanzada edad”.

“La urgencia de la ley es absolutamente inmediata y ya estamos partiendo tarde”, continúa el psicólogo social. Sin embargo, reconoce que “aquí hay muchos intereses que están en juego como, por ejemplo, quién paga las prestaciones de salud. Por eso, hay que instalar el tema en la agenda política y ciudadana”.

“Lo primero es tener los programas que permitan entender que la salud mental forma parte de las prestaciones que deben entregarse a la población por parte del Estado y los privados. Eso, afortunadamente, ya está en la agenda, pero no ha avanzado como corresponde. Claramente, es un tema ineludible a partir de los altos niveles de cuadros depresivos o de manejo de ansiedad y estrés a los cuales está expuesta la población de manera permanente y cíclica”, indica.

Flexibilidad laboral

Por otra parte, el especialista sostiene que  la cifra de personas estresadas en el país impulsa a debatir cambios respecto al modelo de trabajo tradicional.

“En Alemania, Suecia o Dinamarca se discute el hecho de tener jornadas laborales de 6 horas, flexibles o asociadas a un tele-trabajo, lo cual implica un mayor nivel de bienestar laboral y psicológico para las personas. En nuestro país, donde tenemos el problema de largas permanencias en el trabajo, largos trayectos para acudir a éste y baja productividad, es un tema ineludible que vamos a tener que enfrentar en los próximos años”, subraya.

Recomendaciones

El experto sostiene que se pueden llevar a cabo acciones individuales para enfrentar el estrés. Una de ellas es reflexionar y evaluar el proyecto de vida personal. “Las personas debemos tener jornadas diarias en que tengamos momentos para cada uno. No solo el tiempo dedicado a la familia, sino también un espacio personal que permita contactarse consigo mismo”, señala.

También, indica que es muy necesario realizar actividades que saquen de la rutina. “Es necesario recuperar la capacidad de asombro”, sostiene.

Dr. Mario Morales Navarro inicia su segundo periodo como director: “El desafío de la Escuela de Psicología es trabajar en grande con los sectores público y privado”

Dr. Mario Morales Navarro inicia su segundo periodo como director: “El desafío de la Escuela de Psicología es trabajar en grande con los sectores público y privado”

  • Con once años de desempeño en esta Unidad, el director Mario Morales Navarro, asegura que desde su llegada siempre ha habido académicos muy destacados gracias a sus investigaciones, como también destaca la excelencia de la carrera que, a su juicio, ostenta un sello diferenciador: “Esta Escuela, acreditada desde 2013 y hasta 2019, está considerada entre las tres mejores del país”, asevera. 

 





Recientemente el Dr. Mario Morales Navarro inició su segundo periodo como director de la Escuela de Psicología de la Universidad de Santiago de Chile. Siempre ligado a la psicología educacional, se ha desempeñado en áreas como el diagnóstico educacional y psicológico, la intervención en la escuela y las dificultades del aprendizaje. A eso hoy suma su participación con estudiantes en práctica y guiando tesis de pregrado y doctorado.

“No es fácil cuando uno trabaja con las emociones. Además, existe una mayor exigencia social hacia los psicólogos”, plantea el académico, quien a sus 59 años de edad se enorgullece de integrar la Asociación Latinoamericana para la Formación y Enseñanza de la Psicología (Alfepsi). “Ahí se está pensando en una psicología propia de América Latina, a propósito de sus problemáticas y preocupaciones”, explica, anticipando la posibilidad de que su próximo Congreso se realice en este Plantel.

¿Por qué continuar en la dirección de la Escuela? Asegura que su decisión se dio a partir de la necesidad de concretar diversos proyectos ya iniciados, agradeciendo para ello el respaldo de los académicos de esta Unidad. Asimismo, el permanente apoyo de su familia. Son 36 años de matrimonio y tres hijos. El hombre también es psicólogo. Las mujeres, actriz y socióloga.

“Cuando he realizado capacitaciones para profesores, como en los liceos prioritarios, mi hija actriz me ha ayudado a trabajar con las emociones”, manifiesta, declarándose un amante del parapente y del tenis, a los que califica como excelentes terapias. “Juego todas las semanas aquí en las canchas de la Universidad”, reconoce.

Sus primeros pasos en la psicología

“Siempre tuve el deseo de poder interactuar con el otro, de escucharlo e ir construyendo juntos”, recuerda el Dr. Mario Morales. “En mi imaginario estaba la investigación y tener una consulta, pero nunca pensé que esto me llevaría también a dirigir una Escuela de Psicología”, asegura.

Paulatinamente aparecería en su vida el ámbito de la academia, junto a su permanente deseo de seguir estudiando. A su primer título de profesor de Educación Diferencial en 1979 se sumó, nueve años después, un magíster en Educación. Sus intereses también se centraron en la Psicología, licenciatura que obtuvo en 1990. “A partir de mis conocimientos en pedagogía me fui formando en el ámbito de la psicología educacional”, relata.

Siete años después, fue el turno para el doctorado en Ciencias de la Educación, cuya tesis la desarrolló en Israel. “Aprendí un modelo muy distinto a lo que conocía, contrario a lo que era la psicometría. La idea era pensar en un proceso de la inteligencia más adaptativo que cognitivo, lo que me permitió descubrir nuevos elementos”, detalla.

Su interés investigativo radicaba en el ámbito de los niños con necesidades educativas especiales, con deficiencia mental. “Comencé a dedicarme a la integración de estos niños con discapacidades. Trabajé en algunas fundaciones para capacitar a estos jóvenes e integrarlos en distintas empresas a nivel laboral”, explica. Un proceso en el que paralelamente desarrollaba la docencia en distintas universidades.

Positivo balance de un trabajo en equipo

Fue en 2005 cuando se integra a la Universidad de Santiago de Chile. “Desde que llegué siempre han habido académicos muy destacados por sus investigaciones, así como una carrera con un sello muy potente”, valora el Dr. Mario Morales, quien antes de asumir la dirección de la Escuela en 2014 también se desempeñó como subdirector de la misma.

Hoy la Unidad cuenta con 20 académicos con jornada completa y 120 profesores hora. “Es una carrera en la que junto con la formación, los estudiantes van creciendo desde un punto de vista psicológico, a nivel personal, de las emociones y de la resolución de conflictos”, analiza.

El mismo que luego de estos dos últimos años destaca el trabajo en equipo que ha permitido ejercer un importante liderazgo. En ese sentido, agradece el aporte realizado de los tres subdirectores, en las áreas de Docencia, Investigación y Postgrado, así como Vinculación con el Medio y Relaciones Estratégicas. “A ellos se suma el apoyo administrativo de los funcionarios, que es fundamental”, agrega.

Igualmente reconoce las excelentes relaciones que han logrado desarrollar con los estudiantes. Un gran ejemplo de ello es el reciente XI Congreso Chileno de Psicología de las Universidades Estatales realizado en el Plantel. “Fueron 90 estudiantes de toda la carrera los que nos apoyaron en la organización, lo que representa un hito de gran importancia para nosotros”, asegura.

Responsabilidades y próximos desafíos

Una de las razones que considera fundamentales para continuar por un nuevo periodo como director de la Escuela, es la necesidad de concretar diversos proyectos en los que han estado trabajando. Uno de ellos es el nuevo Centro de Atención Psicológica (CAP), que funciona desde 1997, y que se trasladará desde calle Cumming a un edificio de cuatro pisos en la esquina de la Alameda con calle Amengual, en la comuna de Estación Central.

“Junto con ofrecer atención a la comunidad, además es un Centro formativo para nuestros estudiantes, por lo que proyectamos que estará funcionando en el nuevo edificio durante el próximo año”, anticipa, resaltando que si bien se trata de una Escuela que solo tiene 23 años de vida, es considerada entre las tres mejores del país.

“Es un desafío que se suma a la responsabilidad que tenemos como universidad estatal y pública”, advierte, además de la obligación de vincularse activamente con el diseño y ejecución de las políticas públicas. “Tenemos que trabajar en grande con los sectores público y privado”, añade.

En ese sentido, ejemplifica que “el Ministerio de Educación nos eligió como Escuela para impartir un diplomado sobre liderazgo, convivencia escolar, aprendizaje y gestión a sus 43 jefes regionales. Y con Codelco tenemos relaciones directas y permanentes a través de uno de nuestros académicos”.

Formación profesional de excelencia

En cuanto a los estudiantes que ingresan a la carrera, resalta que ante todo existe una búsqueda personal. “También hay una conciencia de querer apoyar a otros para que alcancen un mejor bienestar. Incluso, la posibilidad de resolver problemas del mundo como también los propios”, subraya.

Y respecto de los egresados, asegura que reconocen estar contentos y satisfechos con su paso por la Escuela, sintiéndose seguros para enfrentar el ámbito profesional. “Los psicólogos titulados por nuestra Universidad están muy bien evaluados por su excelente formación, especialmente en el plano de la ética. Por ejemplo, no se involucrarían en un área en la que no sean expertos, lo que es muy valorable y respetable”, plantea.

Considerando que la carrera de Psicología está acreditada desde 2013 hasta 2019, y que se está trabajando en un nuevo plan de estudios, uno de los grandes desafíos del Dr. Mario Morales en este nuevo periodo es lograr acreditar los programas de Magíster en Psicología Clínica, en Psicología Educacional y en Psicología Social Aplicada, además del Doctorado en Psicología.

“Han funcionado muy bien desde que se crearon, pero las necesidades van cambiando y se requieren nuevas competencias”, explica, proyectando la internacionalización de los programas. “Tenemos las capacidades y las competencias para hacerlo”, concluye.

Contexto laboral actual: se sigue discriminando a mujeres

Contexto laboral actual: se sigue discriminando a mujeres

  • Un estudio de la investigadora María José Rodríguez revela que las jefaturas incurren implícitamente en este tipo de conductas sobre profesionales con poca experiencia laboral, ya que tienen consciencia de que se está incurriendo en una ilegalidad.

 

Por su apariencia física, porque están en edad fértil, por el fuero maternal o por tener hijos pequeños. Un estudio realizado por la investigadora y académica de la Universidad de Santiago, Dra. María José Rodríguez, identificó una serie de presiones efectuadas por jefaturas de diversas organizaciones hacia psicólogos laborales con menos de cinco años de experiencia para que se discrimine a mujeres en procesos de dotación de personal.

“Yo sabía de esto, pero pensé que estaba más superado porque hay una ley. No lo quieres creer, pero todavía sucede”, reconoce la psicóloga que lideró la investigación ‘Ética profesional en psicología organizacional: tensiones en el ejercicio profesional de psicólogos/as noveles en el contexto laboral actual y desafíos para la formación’.

El estudio, de carácter cualitativo, ha contemplado la realización de entrevistas a cuarenta psicólogos organizacionales, con menos de 30 años, egresados de 15 universidades públicas y privadas, laicas y confesionales, de la Región Metropolitana, con el objetivo de identificar problemas éticos en su ejercicio laboral.

“Dentro de lo que a ellos les involucra, lo que más ha aparecido tiene que ver con ciertas presiones a que cometan discriminación, sobre todo en selección de personal”, confirma la académica de la Escuela de Psicología del plantel estatal.

¿Cómo se manifiestan este tipo de presiones? “Desde conversaciones directas, como ‘no queremos mujeres en esta selección’, hasta retos o llamados de atención porque se seleccionó a mujeres”, explica Rodríguez. Si bien señala que estas órdenes se realizan de manera implícita –ya que se tiene consciencia de que se está incurriendo en una ilegalidad-, es enfática en calificar este tipo de violencia como “estructural y simbólica hacia las mujeres”.

Respecto a la discriminación por el atractivo de la postulante, la especialista afirma que ello encierra una violencia mayor “porque, por una parte, está la discriminación, pero, por otra, está la violencia simbólica respecto a cómo tiene que ser una mujer en términos físicos para satisfacer ciertas expectativas”, hecho que, atribuye, responde a los estereotipos machistas que todavía se expresan en la sociedad.

Pagan el noviciado

Rodríguez señala que los psicólogos nóveles o que recién se insertan en el mundo laboral son objeto de estas presiones debido al poco poder que ostentan en las organizaciones donde ejercen. A esta circunstancia, explica, se adiciona la posibilidad cierta de perder el empleo, ya que “hay mucho psicólogo dando vuelta en el mercado”.

“Esto les genera un contrasentido grave, porque los psicólogos estudian para ayudar a la gente. Los psicólogos organizacionales tienen como objetivo humanizar el trabajo y se encuentran con estas injusticias”, critica la especialista.

Organizaciones que fomentan las faltas éticas

Dentro de las condiciones que favorecen que las jefaturas incurran en faltas, el estudio identifica el hecho de que las organizaciones no tengan adecuadamente estructurado un código de ética, valores, procedimientos ni políticas de transparencia.

La psicóloga sostiene que este tipo de situaciones socavan la identidad y autoestima de los psicólogos que padecen estas presiones, generándoles incluso un sentimiento de vergüenza.

“En cambio, hay organizaciones que se toman muy en serio esto y si algún funcionario comete una falta, es sancionado. Esto depende mucho de la cultura organizacional, de las políticas organizacionales”, señala.

Robusteciendo la formación profesional

Una de las propuestas de la investigación es generar un modelo que reconstruya los aspectos éticos más relevantes para el ejercicio profesional en psicología organizacional y del trabajo, a objeto de robustecer su formación de pregrado.

Dicho modelo, sostiene Rodríguez, debiera comprender que los psicólogos conozcan aspectos legales del ejercicio profesional durante su formación académica; que tengan claridad sobre la deontología o el código de ética de la profesión; que comprendan que la finalidad de la psicología en las organizaciones es “la humanización del trabajo”, subraya; que desde la academia se hagan trabajos sobre esto y que los psicólogos organizacionales conozcan estos estudios; y que estén al tanto de lineamientos gremiales y pronunciamientos que atañen a la profesión.

“Si cada profesional construye una identidad sólida en términos éticos y eso se suma el desarrollo de una cultura organizacional justa, el comportamiento del psicólogo debiera ser de excelencia”, asegura la académica.

El estudio, donde también participa la Dra. María Inés Winkler en calidad de co-investigadora, ha arrojado resultados en base a entrevistas a psicólogos nóveles, pero también por medio del trabajo con expertos y el análisis de programas de asignaturas de distintas universidades.

La investigación es un proyecto de dos años financiado por Dirección de Investigación Científica y Tecnológica (DICYT) de la Universidad de Santiago. Actualmente, se encuentra en su etapa de análisis de resultados y pese a que a fines de 2016 el trabajo debiera estar concluido, Rodríguez no descarta su continuidad.

 

Trabajar menos y bajo condiciones de bienestar mejoraría la productividad

Trabajar menos y bajo condiciones de bienestar mejoraría la productividad

  • El Dr. Víctor Olivares de nuestra Escuela de Psicología estima que “sería ideal que pudiéramos trabajar menos, y generar condiciones en las que podamos cumplir ciertas funciones desde la casa u otros lugares que nos producen mayor satisfacción y bienestar”. Sin embargo, el experto aclara que “todavía no están dadas las condiciones psicosociales”. Esta experiencia se ha realizado con éxito en países como Suecia y Dinamarca, con jornadas laborales de seis horas.

 





Desde hace al menos un año, los países nórdicos, entre ellos Suecia y Dinamarca, decidieron observar lo que sucedía en varias empresas que redujeron la jornada laboral diaria de 8 a 6 horas, ello ante el escepticismo de los políticos, los grandes empresarios europeos y de gran parte del mundo.

Y los resultados, según el New York Times y la BBC fueron más que positivos: se redujo el absentismo y se mejoró la salud y la productividad de los empleados. Además los trabajadores se mostraban más felices por permanecer más tiempo con sus familias.

Lo que motivó a estos países para disminuir las horas laborales, fue un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que calculó que hasta un 3% del Producto Interno Bruto (PIB) de cada país se pierde producto del estrés laboral causado por las exhaustivas semanas de trabajo.

El académico de la Escuela de Psicología de nuestra Universidad, Dr. Víctor Olivares, precisa que “los países escandinavos están insertos dentro de una perspectiva que es el estado de bienestar, desde casi la mitad del siglo XX”.

Respecto a si esa realidad se podrá aplicar en Chile, el experto señala que “ellos tienen una condición psicosocial muy diferente a la que tenemos nosotros. Nuestro proceso de desarrollo se basa en términos del capitalismo, del mercado, y eso configura que las prácticas de recursos humanos y las organizaciones vivan en un sistema absolutamente distinto a los estados de bienestar”.

En consecuencia, puntualiza, “si bien nosotros deberíamos trabajar menos y generar condiciones como sociedad donde el trabajo “extra” que no se hace en la empresa, pudiésemos hacerlo desde la casa o desde lugares que nos generen mayor satisfacción y bienestar, sería lo ideal, pero no están dadas las condiciones psicosociales”.

Agrega que “tampoco es lo que el mercado busca o lo que nosotros culturalmente validamos como “buen trabajador”, por ejemplo”.

Sin embargo, sostiene que a pesar que nuestra sociedad está conformada en una estructura que hace compleja esa opción, “hay iniciativas, que quieren conversar, que quieren dar mejores condiciones como por ejemplo, la flexibilidad laboral, la conciliación familia-trabajo, la inclusión del género o pausas de trabajo, etcétera”.

Felicidad laboral

Acerca de la felicidad que causaría en los empleados trabajar menos horas, el Dr. Olivares enfatizó que “eso es relativo. Es como una moda que se hable de felicidad. En las organizaciones la felicidad es algo que está en cuestionamiento y en desarrollo de comprender, porque es un concepto bastante complejo de poder determinarlo”.

Acota que la felicidad “es un concepto tan individual y personal que es muy difícil definirlo. Y es más complejo aún definirlo a nivel colectivo, y relacionarlo con productividad”.

Eso sí, subraya, “el trabajar menos bajo condiciones de bienestar mejora la productividad, mejora la seguridad y mejora la salud de la personas. En ese sentido no hablaría de felicidad, hablaría de mejores condiciones y mejor trabajo decente, como la OIT lo establece. Deberíamos abogar por eso”.

Y agrega que “que los trabajadores pasen más tiempo con sus familias es un factor de bienestar más que de felicidad. Otros dirían de satisfacción, pero eso demuestra que ciertas condiciones facilitan el bienestar, y está comprobado”.

 

Libro de académicas y ex estudiantes aborda labor formativa en la psicología comunitaria

Libro de académicas y ex estudiantes aborda labor formativa en la psicología comunitaria

  • “La dimensión ética en Psicología Comunitaria, orientaciones específicas para la práctica y la formación”, es el nombre del texto de las académicas Dra. María Inés Winkler Müller y Dra. Diana Pasmanik, de nuestra Casa de Estudios, y de las ex estudiantes del Plantel Katherine Alvear y Bárbara Olivares, actualmente profesoras en la Universidad Diego Portales.

 





La obra es parte del programa de divulgación de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación,  y expone los resultados del proyecto Fondecyt (N°1080528) “Cuestiones éticas en la práctica, formación en investigación en Psicología Comunitaria en Chile” en donde participaron las autoras.

El libro se centra en herramientas para orientar éticamente la labor de la psicología en los procesos organizativos de las comunidades, abordando tanto la teoría como la práctica a la hora de intervenir y trabajar con ellas.

En la oportunidad, el vicerrector de la Vridei, Dr. Óscar Bustos Castillo, destacó la relevancia de unir voluntades para producir textos que aporten tanto a la formación de las y los estudiantes, como a proyectar las preocupaciones y quehacer del mundo académico a la comunidad.

“Es valioso contar con esta opción que se entrega para que los profesionales puedan verter en un texto los resultados más destacados o resúmenes de sus investigaciones, además de los productos que se exigen en este tipo de proyectos”, añadió.

La presentación de la obra la realizaron los académicos Dr. Héctor Berroeta, de la Universidad de Valparaíso, y la Dra. María Isabel Reyes, de la PUC de Valparaíso.

Para la Dra. Reyes, la importancia de este libro recae en la labor pedagógica y práctica para poder trabajar en psicología comunitaria.

“Compartimos la idea de que no es posible enseñar o aprender psicología comunitaria entre cuatro paredes o desde las aulas, creemos que es necesario que los equipos docentes y futuros profesionales se comprometan con las comunidades”, señaló.

Relación académica de larga data

“Somos un equipo que desde hace más de diez años está trabajando en ética, adquiriendo diversas ramificaciones, y es por eso que hemos ido orientándonos de acuerdo a nuestras fortalezas y conocimientos previos”, señaló la Dra. Diana Pasmanik.

La académica acotó que han formado “un equipo en condiciones no necesariamente favorables desde el punto de vista de cómo funcionan los mecanismos de incentivo, de reconocimiento y de autoría, sin embargo, ha sido una experiencia muy enriquecedora y estoy muy contenta con lo que ha significado”.

A su vez, la profesora Katherine Alvear, ex estudiante de nuestra Institución, enfatizó que el trabajo y el resultado obtenido tiene el sello de la Universidad de Santiago.

Explicó que ello se manifiesta en el logro, porque “decanta todo el espíritu de formación de la Escuela de Psicología, el espíritu de los talleres, de integrar, de la experiencia, vivencia y aprendizaje y cómo transmitirlo a los colegas y estudiantes y reflexionar sobre lo que estamos haciendo”.

Trabajo entre académicos y estudiantes

La Dra. María Inés Winkler, enfatizó que “este texto está destinado, principalmente, a los académicos, porque ellos son los que forman a los profesionales, y la idea es que lo analicen junto a los estudiantes, de manera que cuando los jóvenes vayan a hacer su práctica y empiecen a trabajar en terreno, puedan aplicar estos principios orientadores éticos, que nosotros consideramos que son los mínimos”.

Puntualizó que “la psicología comunitaria se ha abierto un espacio, está casi de moda, entonces hay lugares de trabajo en psicología comunitaria”.

Aclaró que, comúnmente, “se confunde psicología comunitaria con ir a la comunidad, y en realidad tiene toda una teoría detrás, procedimientos de abordaje que son muy respetuosos, donde los aspectos éticos son muy relevantes”.

Durante la jornada de hizo entrega de folletos y afiches relacionado con el trabajo en psicología comunitaria.

 

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