- Marcelo Cortez, investigador del Centro de Biotecnología Acuícola de la U. de Santiago, considera que la crisis del salmón durante 2008 y 2009 contribuyó a que hoy haya más fiscalización en la industria, aunque -de todos modos- “es necesaria una vigilancia permanente”.
El Servicio Nacional de Pesca ha implementado un conjunto de medidas de control y prevención ante la confirmación de un nuevo brote del virus de la Anemia Infecciosa del Salmón (ISA) en uno de los cultivos de la compañía Multiexport Foods.
La alerta provocó, incluso, la caída de las acciones de las compañías salmoneras de Chile durante las primeras horas de este jueves en el mercado local, sin embargo, el gobierno y los expertos llamaron a “no generar alarma”.
El investigador de la Facultad de Química y Biología y miembro del Centro de Biotecnología Acuícola de la U. de Santiago, Marcelo Cortez, es experto en virus ISA y considera que se están realizando las acciones correspondientes para controlar el brote.
“Las medidas que se están tomando son las adecuadas, son las que se toman en países como Noruega, que también tienen virus ISA”, explica Cortez.
“En una primera instancia, este brote debería poderse controlar, por eso el mismo gobierno está llamando a la calma y diciendo que esto puede ser un brote pasajero, aunque, de todos modos, es importante mantener siempre la vigilancia y ojalá determinar las características genéticas del virus”, agrega el experto.
En cuanto al genotipo del virus detectado, el investigador señala que, según se ha informado, podría tratarse de la cepa HPR-3.
“Uno no podría catalogar si esta cepa es virulenta o peligrosa, lo que se está haciendo es vigilar y determinar que los brotes no sigan ocurriendo o que geográficamente no se sigan expandiendo. Ahora bien, los brotes generados en 2008 y 2009, que fueron los que provocaron la crisis del salmón, fueron de HPR -7B. Si la cepa que brotó ahora es HPR-3 no estaríamos hablando de la cepa que se encontró en ese momento”, especificó el investigador.
Marcelo Cortez detalló las medidas que están tomando productores y fiscalizadores.
“Primero, se cosecha temprano para evitar que el virus siga propagándose, además se realiza una vigilancia más exhaustiva a 16 millas a la redonda de la zona en la que fue encontrado el virus, también hay prohibición de tránsito de embarcaciones, se aumentan las campañas sanitarias y se vigilan las plantas de proceso”, sostuvo el especialista.
“Además, añade Cortez- se verifica la desinfección de los puntos de embarque y se monitorea satelitalmente la navegación de las plantas de proceso y los botes que transportan peces. También la comunicación entre productores y prestadores de servicio tiene que ser obligatoriamente más fluida”.
Para Cortez, estas disposiciones sanitarias se están aplicando de manera adecuada desde la crisis de 2008 y 2009. “Debido a eso, se detectó de manera tan temprana el virus en solamente dos o tres empresas, algo bastante alentador porque quiere decir que el sistema de vigilancia está funcionando”, sostiene el experto de la U. de Santiago.
Vigilancia permanente
Marcelo Cortez señala que el virus ISA se encuentra en la misma familia del virus de influencia humana y “una vez que se asienta, en este caso, en el sur de Chile, es imposible erradicarlo”.
“Lo que ocurre es que el virus va mutando y siempre aparecen cepas nuevas. Por eso es importante la vigilancia permanente y para ello se requiere invertir en investigación y en desarrollo tecnológico”, concluye el investigador.