- El experto Jonás Figueroa, sostuvo que se debe buscar una solución urgente que aborde “de manera amplia e inclusiva” el problema que ocasionan las lluvias en importantes ciudades chilenas. “Nos hemos preocupado de pavimentar la ciudad y no de la filtración de agua”, expresó.
Ante el frente meteorológico que afectó a la zona centro sur del país y que dejó como saldo un superávit de lluvias en las regiones de Coquimbo, Valparaíso y Metropolitana, el académico de la Escuela de Arquitectura de la U. de Santiago criticó la planificación urbana de la capital y señaló que “no es posible que eventos como el iniciado este lunes provoquen, incluso, la suspensión de clases”.
“La ciudad de Santiago está planificada como si fuera una ciudad seca, más que un área en que, cada cierto tiempo, se sufren estos desastres climatológicos”, expresó el experto.
Para el arquitecto, parte de la responsabilidad por las fallas experimentadas en la capital recaen en una deficiente legislación urbana.
“La Ley de Urbanismo y Construcciones no prescribe lo que antiguamente prescribía: los edificios, las nuevas urbanizaciones, los nuevos loteos urbanos, deben resolver el problema de las aguas lluvias”, señala Figueroa.
Explica, además, que solucionar los problemas ocasionados por las lluvias, “es responsabilidad de las autoridades ministeriales y municipales, y hoy no tenemos ninguna normativa al respecto. Lo que se requiere es un pacto entre las autoridades, la población y las empresas inmobiliarias”.
Según señala el académico de la U. de Santiago, el problema hidrológico de la Región Metropolitana debe abordarse desde una perspectiva inclusiva y de largo plazo, “que incorpore a todos los actores y los elementos involucrados, no sólo en cuanto a las precipitaciones, sino también respecto a las aguas permanentes y eventuales, y la contaminación del entorno”.
Jonás Figueroa sostiene, además, que actualmente la ciudad se inunda “con apenas 10 mm. de agua caída, mientras que en décadas pasadas recién se producían problemas con lluvias que superaban los 60 mm.”.
“Nos hemos preocupado de pavimentar la ciudad y no de la filtración de agua. Cada día tenemos menos suelo libre y más asfalto y no hemos desarrollado un plan amplio que solucione esta situación”, concluyó el académico de Arquitectura de la U. de Santiago.