El descubrimiento, publicado con el nombre "Copper-induced early responses involve the activation of Transient Receptor Potential channels, release of amino acids, serotonin and adrenalin, and activation of homologs of glutamate, adrenalin and serotonin receptors in the alga Ulva compressa”, evidencia que esta especie de alga marina posee mecanismos similares al sistema nervioso de los animales al mostrar activación en los canales tipo Transient Receptor Potential (TRPs) en presencia de iones cobre, secretar aminoácidos y neurotransmisores al medio de cultivo y activar receptores específicos en ella.
El trabajo, iniciado hace cuatro años producto el proyecto Fondecyt 1130016 (2013-2015) y 1160013 (2016-2019) comenzó “cuando observamos que al agregar algunos aminoácidos y neurotransmisores tales como acetilcolina, serotonina, dopamina, adrenalina y noradrenalina al medio de cultivo inducían la liberación de calcio intracelular en Ulva compressa, indicando que el alga era capaz de sentir esas moléculas y reaccionar” explica la Dra. Moenne respecto a los orígenes del paper publicado por la revista Algal Research en julio de este año.
La investigación demuestra que después de la activación de los canales TRPs ante la presencia de cobre esta especie de alga libera aminoácidos y neurotransmisores los que activan receptores de tipo glutamatérgicos, serotoninérgicos y adrenérgicos en el alga.
En palabras de la investigadora esto quiere decir que el comportamiento de Ulva compressa “es muy parecido a lo que ocurre en neuronas” y que “con esto es posible suponer que los aminoácidos y neurotransmisores liberados tienen un efecto en la misma alga y probablemente con algas vecinas”.
“De hecho, en el futuro investigaremos si estos compuestos liberados pueden tener acción a distancia sobre otras algas del entorno y que inducen una señalización intracelular”, indica la Dra. Moenne lo que, dicho en otras palabras, indicaría que las algas no solo reaccionan ante la presencia de cobre sino que también podrían comunicarse entre ellas.
El paper corresponde al trabajo desarrollado por la investigadora del Departamento de Biología de la Facultad de Química y Biología de la Universidad de Santiago de Chile junto con su equipo de investigación compuesto por la bioquímica Melissa Gómez y el Dr. Alberto González así como también el Dr. Claudio Sáez, perteneciente a la Universidad Playa Ancha, coinvestigador del proyecto Fondecyt.