- La Agencia establece cuatro categorías de desempeño: Alto, Medio, Bajo, e Insuficiente, utilizando para ello el rendimiento de los establecimientos en el Simce. Los académicos del Departamento de Educación del Plantel consideran que “se estigmatizará de manera más fina” a los establecimientos con resultados académicos deficientes.
La Agencia de Calidad de la Educación envió recientemente al Consejo Nacional de Educación (CNED) una propuesta metodológica con la que se pretende ordenar bajo criterios de desempeño, a los cerca de 12 mil 500 colegios existentes en el país, independientemente del tipo de financiamiento que estos tengan.
El documento será analizado por expertos del Consejo durante los próximos dos meses y, de ser aprobado, el Gobierno deberá formular un Decreto Supremo para que la metodología pueda aplicarse.
Para los académicos del Departamento de Educación de la Universidad de Santiago, la propuesta “es un avance porque incorpora otras variables de medición distintas del Simce”, sin embargo aseguran que esta vez “se estigmatizará de manera más fina” a los establecimientos con resultados académicos deficientes.
Categorías
La propuesta de la Agencia de Calidad propone cuatro categorías de desempeño: Alto, Medio, Bajo, e Insuficiente, utilizando para ello el rendimiento de los establecimientos en el Simce.
Para el director del Departamento de Educación, Dr. Daniel Ríos, la propuesta da mucho énfasis a los puntajes Simce (67 por ciento), lo que permite adelantar que los resultados de esta nueva clasificación no modificarán lo que ya se sabe respecto a los logros de las escuelas municipales. “Hubiese sido interesante darle más relevancia a los criterios que corresponden al 33 por ciento en la medición, ya que son variables de la propia escuela que impactan no sólo en los resultados académicos, sino también en otros aspectos vinculados a formación integral de los estudiantes”.
Para el académico la propuesta es “más de lo mismo, será una estigmatización más fina de los establecimientos”, y estima que la consideración de los criterios intraescuela es un avance pero “aún insuficiente, dado que deberían considerarse otras variables tanto de estructura como de procesos escolares”.
Elección de escuela
Por su parte, la académica, Dra. Claudia Córdoba, duda que la información recogida a partir de la clasificación de establecimientos ayude a las familias en la elección de escuelas, pues en base a sus estudios “en la elección de escuela los puntajes SIMCE no se constituyen como un criterio relevante, las familias utilizan otros criterios para hacerse una opinión de la calidad de las escuelas. En sectores pobres se elige la escuela en función de la cercanía y la calidad, pero ésta no es entendida como puntaje Simce, sino que se asocia a otros elementos, como que los niños aprendan a leer tempranamente o que aparezcan como más aventajados en relación a otros niños”.
A su juicio, lo importante es dar apoyo serio y en forma permanente a las escuelas, porque su mejora requiere tiempo y recursos, y “no pasa por la entrega de recomendaciones generales a implementar en un periodo de cuatro años. Se trata de procesos mucho más profundos que implican transformaciones en las prácticas pedagógicas y de gestión”.
Instrumento de medición
En lo que respecta a la sobrevaloración del puntaje Simce en esta clasificación, la académica Dra. Andrea Rodríguez asegura que “los resultados de las mediciones se tienden a utilizar de modo perverso” y, que la señal que se entrega es que “todo lo que no se evalúa no es relevante, entonces, ¿qué pasa con los subsectores como Artes, Filosofía o Educación Física? Se anulan esfuerzos de áreas que no son consideradas en las mediciones del Simce para fortalecer otras”, critica la académica.
En esta línea, la académica Córdoba valora la integración de nuevos indicadores y, también, que esta clasificación incorpore o corrija los resultados en función del nivel socioeconómico de los alumnos, porque hasta ahora los rankings que se publican con los resultados Simce, no han explicitado de esa forma esta variable, que es fundamental para explicar el rendimiento de los estudiantes”.