- En el seminario organizado por el Centro de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta), el secretario ejecutivo de la Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria (Achipia), Michel Leporati, abogó por el fortalecimiento de la institucionalidad en este ámbito, con el fin de establecer una normativa única que vele por la inocuidad de los alimentos.
Una amplia convocatoria registró el seminario “Inocuidad Alimentaria en Chile: tareas y desafíos de los organismos oficiales”, realizado este viernes (13) por el Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta) del Plantel, actividad que reunió a representantes de distintas instancias gubernamentales, académicos, investigadores, estudiantes y profesionales del sector productivo.
En la actividad se abordó la estructura gubernamental responsable de la inocuidad de los alimentos en nuestro país, tanto de aquellos de consumo interno como de exportación, con el propósito de tener una visión amplia del marco normativo que regula y garantiza la seguridad de los alimentos que consume la población.
El secretario ejecutivo de la Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria (Achipia), Dr. Michel Leporati, remarcó que “la inocuidad alimentaria es un tema sensible y delicado para la mayoría de la población. Hoy nos enfrentamos a cambios de hábitos en el consumidor y a una poderosa asociación de tres elementos: alimentos, salud y calidad de vida”.
A su juicio, se debe avanzar hacia el fortalecimiento de la institucionalidad en el corto y mediano plazo, que permita homologar y armonizar la normativa existente y establecer un reglamento único, puesto que hasta ahora la regulación es independiente para cada uno de los organismos vinculados.
El representante del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), Carlos Orellana abordó la acción de esta institución en la inocuidad de productos pecuarios. “Hemos avanzado en el trabajo para cumplir las exigencias sanitarias y, en este sentido, es importante que las universidades acrediten sus laboratorios para apoyar nuestra labor”, sostuvo el especialista.
Según Orellana, muchas veces, “los científicos sienten que traicionan la ciencia básica y aplicada al introducir sus laboratorios a la prestación de servicios, sin embargo, esta asistencia técnica requiere cumplir ciertas condiciones”.
Por su parte, el representante del Departamento de Alimentos y Nutrición, de la División de Políticas Públicas Saludables y Promoción del Ministerio de Salud, Marcelo Ulloa, se refirió al Sistema de Vigilancia de Enfermedades Transmitidas por los Alimentos (ETA), manifestando que en el país los cuadros por estas patologías son bajos.
En la actividad participó también la subdirectora de Comercio Exterior (s) del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca), quien se refirió a la labor de fiscalización llevada a cabo por esta repartición en materia pesquera y acuícola.
Trabajo institucional
El organizador del seminario, Dr. José Luis Palacios, valoró la realización de la jornada y comentó el rol de la Universidad en este ámbito. “Como Cecta y como Universidad de Santiago, tenemos laboratorios recientemente acreditados, a partir de las exigencias de los servicios de salud, principalmente aquellos relacionados con la exportación, con el fin de acreditar la calidad con la que se trabaja y ponerlos al servicio público”.
Cabe recordar que en diciembre de 2013, el Instituto Nacional de Normalización (INN) notificó que el Cecta cuenta con la infraestructura, equipamiento y personal calificado para la obtención de pruebas científicas como Laboratorio de Ensayo en las áreas de Química y Microbiología.
El director del Centro, Dr. Claudio Martínez, remarcó la calidad del trabajo liderado por los investigadores de dicha instancia, añadiendo que es necesario mantener contacto permanente con las autoridades para dar cumplimiento a la normativa vigente.
Finalmente, el vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación, de la U. de Santiago, Dr. Óscar Bustos, reiteró el compromiso de la Institución en contribuir a que el país se transforme en una potencia alimentaria. “Para ello debemos asegurar el cumplimiento de las normativas nacionales e internacionales, de modo que nuestros productos puedan acceder a los mercados. En este sentido, resguardar la inocuidad de los alimentos es fundamental”, concluyó.