- Para el investigador del IDEA, Dr. César Ross, el gobierno de Nicolás Maduro originó el conflicto fronterizo con Colombia como una forma de ofrecer a los venezolanos un “enemigo exterior”, y de este modo desviar el foco de atención de la crisis económica y la efervescencia social interna. Añade que el proyecto bolivariano ha perdido fuerza, puesto que el aliado histórico e incondicional (Cuba) ha restablecido relaciones con Estados Unidos.
El investigador del Instituto de Estudios Avanzados, IDEA, Dr. César Ross, expresa que el cierre de la frontera y la expulsión de ciudadanos colombianos que ha realizado el gobierno venezolano responde a que su proyecto político está perdiendo vigor, pues Cuba -aliado histórico que le daba sostén al gobierno bolivariano-, reestableció relaciones diplomáticas con Estados Unidos, quitándole peso en la región.
Luego de más de medio siglo de distanciamiento, el 20 de julio pasado, Cuba y Estados Unidos retomaron formalmente relaciones diplomáticas al abrir embajadas en ambos países.
A juicio del Dr. Ross, este hecho constituye un golpe importante para el gobierno de Venezuela, pues establece cierta distancia con el país caribeño, símbolo de la revolución.
“Cuba tiene el peso simbólico de la revolución, es la materialización del ideario revolucionario socialista o marxista en América Latina”, afirma el experto.
“Venezuela se plantea a sí misma como una nueva versión de la revolución socialista del siglo XXI, con una connotación bolivariana; es decir de integración regional antimperialista pero que dialogaba con el imperialismo al venderle petróleo a Estados Unidos”, agrega.
Expresa el experto que esta aparente contradicción era despejada por el irrestricto apoyo que la isla brindaba al gobierno de Hugo Chávez y que capitalizó, su sucesor, el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
“Quién lavaba la imagen de estas contradicciones venezolanas, era Cuba que, de algún modo, garantizaba que Venezuela era un país que siempre estaba en lo correcto, desde el punto de vista político e ideológico y no apartado de la doctrina”, asevera el especialista.
Hasta hace poco, Cuba y Venezuela mantenían una relación de estrecha cooperación, ya que “Cuba, fue un asesor técnico que le proveía apoyo en seguridad y en términos de profesionales médicos, y Venezuela la apoyaba con Petróleo”, expone el especialista.
Sin embargo, “cuando Cuba reestablece relaciones diplomáticas con Estado Unidos, lo que podemos advertir es que empieza a tomar una cierta distancia de Venezuela”, añade el analista internacional.
El factor Maduro
Para el Dr. César Ross, la fluida relación entre Venezuela y Cuba se cimentó sobre la base del capital político de Hugo Chávez y el alto precio que tenía el petróleo que administraba. Sin embargo, “Nicolás Maduro no es ni el diez por ciento de lo que era Chávez, desde el punto de vista político, de su carisma e inteligencia comunicacional”.
Añade el experto que el actual presidente venezolano “es un sujeto bastante opaco, con mucho menos inteligencia política y que le toca gobernar al país con un petróleo que tiene un precio muy inferior al que tuvo Chávez, por lo que la diplomacia del petróleo bolivariano ya no tiene la misma capacidad”.
El Dr. Ross afirma que ante la pérdida de un aliado importantísimo para su reafirmación política como Cuba, y el clima interno de crispación social que vive Venezuela, es que el gobierno de Nicolás Maduro ha decidido buscar un enemigo común, que aglutine todas las voluntades en su contra, y refresque el convulsionado presente de aquel país.
En ese sentido, agrega, “al cerrar la frontera, lo que ha hecho Venezuela es simplemente jugar con este conflicto para que le provea, sobre todo a nivel de consumo interno, de los dividendos que necesita; es decir que la gente se sienta amenazada por otro… y que perciba a Colombia como representante de los intereses del imperio y por lo tanto que ahí hay un conflicto insalvable”.
Añade Ross que el saldo favorable radica en que “este tipo de conflictos se pueden extender artificialmente con una declaración o una acción cualquiera”.
En resumen, para el investigador del IDEA, el gobierno de Nicolás Maduro originó el conflicto fronterizo con Colombia como una forma de ofrecer a los venezolanos un “enemigo exterior”, y de este modo desviar el foco de atención de la crisis económica y la efervescencia social interna, a lo que se suma el que el proyecto bolivariano ha perdido fuerza, puesto que el aliado histórico e incondicional (Cuba) ha restablecido relaciones con Estados Unidos.
Oposición débil
El analista cree que la gran ventaja interna que tiene Maduro consiste en que todavía mantiene una oposición insuficientemente estructurada, no completamente unida y con un pasado asociado a gravísimos hechos de corrupción.
“Nítidamente, desde la última época de Chávez que el proyecto político bolivariano socialista del siglo XXI está retrocediendo, y si no lo hace más rápido es porque la oposición al chavismo en Venezuela está dividida y tiene en su pasado, una historia de corrupción y de abuso de poder, que tampoco le ofrece garantía a la ciudadanía común y corriente de que ellos sean la solución”, concluye.