- En diciembre se realizará en la comuna de Caldera la tercera versión del Operativo Médico Social (OMES), a cargo de estudiantes de postgrado y académicos de la Facultad de Ciencias Médicas. Uno de los impulsores de esta iniciativa es Sebastián Rojas (30), estudiante de tercer año de postgrado en Medicina Interna, quien remarca que la Universidad no debe perder su ideal misional: “formar profesionales que contribuyan al desarrollo del país”.
Altísimos rangos de obesidad en adultos mayores, índices de pobreza extrema -superiores al promedio nacional- y fuerte dependencia del sistema público de salud, son algunos de los indicadores de la comuna de Caldera, localidad ubicada en la Región de Atacama (provincia de Copiapó), que motivaron a los estudiantes de postgrado de Medicina Interna Norte de la U. de Santiago de Chile, a realizar,en esa localidad, la tercera versión del Operativo Médico Social (OMES).
La actividad, que se extenderá por cinco días, se realizó por primera vez en la comuna de Andacollo (2012) y continuó al año siguiente en la localidad de Cochamó (2013).
“El primer año hicimos 150 atenciones (médicas), realizamos 11 capacitaciones, charlas a la comunidad e incluso fuimos a la televisión de la comuna de Andacollo. En general, nos dejó muy satisfechos, porque fue la primera vez que la Universidad realizaba una actividad de este tipo a través del posgrado y Medicina Interna”, señala Sebastián Rojas, quien se tituló de médico general el año 2008 y actualmente es estudiante de tercer año de postgrado en Medicina Interna.
El año 2013, en cambio, el salto en cobertura fue exponencial. Los integrantes de la comunidad universitaria realizaron 393 atenciones médicas, 29 capacitaciones al personal, 112 procedimientos, 2 cirugías menores, 9 charlas a la comunidad, además de visitas domiciliarias.
Para este año, esperan la participación de 30 profesionales, entre médicos internistas y docentes de la Facultad.
En ambas oportunidades, la respuesta de la comunidad ha sido positiva, brindando ayuda en transporte, alojamiento y alimentación. “Citaron a los pacientes, se coordinaron, se levantaron temprano y nos ofrecieron ayuda logística en todo lo que implica un operativo de estas características”, indica Sebastián Rojas.
Explica además que un aspecto fundamental del OMES, que ha permitido que se mantenga en el tiempo, es el rol que han jugado los médicos egresados de la Universidad. “Los hay en todo Chile, en todas las regiones. Ellos son un puntal muy importante en las localidades que visitamos. Tienen la camiseta puesta y para nosotros es súper positivo”, señala Rojas, quien también es socio de la Fundación de Egresados y Amigos de la Casa de Estudios (Fudea).
“No se debe lucrar con la salud”
Respecto de las motivaciones que lo llevaron a formar parte de este proyecto, Rojas remarca: “Creo que la U. de Santiago no está hecha para formar profesionales que tengan como meta enriquecerse, o estar allí por intereses propios, o convertirse en profesionales para autosatisfacerse”.
En este sentido, pone énfasis en uno de los aspectos misionales de la Universidad, relacionado con “el ideal de formar profesionales para contribuir al desarrollo del país. Yo creo que esa premisa no debe perderse, debefortalecerse”.
Agrega, también, que otro factor que impulsó el proyecto son las necesidades y carencias que existen en regiones en el ámbito de la salud, “donde el Estado si bien se hace parte, no hace lo suficiente”.
Sobre este punto,estima que existen “grandes desigualdades en el área de la salud. Hay lucro evidente en lo referido a la atención médica en nuestro país. Es cosa de ver las utilidades que tienen las Isapres y las clínicas privadas, que son monstruosamente gigantes. Yo consideroque no se debe lucrar (con la salud).
No puede existir un enriquecimiento a costa del sufrimiento de las personas y de la atención en salud”, enfatiza.
A su juicio, “la salud es un derecho fundamental. (…) Todos cuestionamos el lucro en educación, pero el lucro en salud, que involucra la vida de las personas, nadie lo ha cuestionado demasiado”.
Este comprometido profesional, formula un llamado a los estudiantes de los primeros años del Plantel, convocándolos a “jugarse” por su profesión, con vocación y responsabilidad social.
A modo de reflexión, señala que no porque las instituciones públicas presenten falencias, falta de financiamiento y problemas administrativos, son menos nobles que las instituciones privadas. “Éstas (últimas) son más ordenadas, mejor administradas, pero lamentablemente funcionan bajo el principio de tener utilidades para su propio beneficio. El llamado es a fortalecer las instituciones públicas, tanto en salud como en los hospitales y consultorios, que es donde nosotros trabajamos”, concluye el profesional.