En junio de este año, cuando se reunieron en la Universidad de Santiago de Chile, el Rector Juan Manuel Zolezzi Cid y el embajador de Finlandia, Mika-Markus Leinonen, acordaron trabajar en conjunto y desarrollar distintas instancias de participación para fortalecer la educación, en especial la del ámbito técnico profesional.
En ese contexto, este martes (27) la autoridad diplomática visitó nuevamente el Plantel para dictar en el Salón de Honor la conferencia “El modelo finlandés de la formación docente vocacional”, que contó con gran presencia de la comunidad universitaria y también de estudiantes, docentes y autoridades del Instituto Comercial Eliodoro Domínguez, administrado por esta Casa de Estudios estatal y pública.
Junto con agradecer la presencia del embajador, el Rector Zolezzi advirtió que “nuestro país requiere, para crecer, una política y una estrategia de formación técnica y profesional que permita afrontar los desafíos que presenta el desarrollo económico, la competitividad, las nuevas tecnologías y la equidad social”.
Además, recordó que Finlandia es el cuarto país del mundo que más dinero invierte en educación por persona. Es así como en 2012 el gasto público en la formación escolar y universitaria alcanzó un 7,2% del Producto Interno Bruto (PIB). Con un marcado acento en la inclusión, la educación es considerada como un derecho fundamental tanto por el gobierno como sus ciudadanos.
“Seguiremos trabajando en conjunto, tanto en el proyecto del Centro de Formación Técnica que la Universidad construirá en Peñalolén como también mediante la participación de académicos e investigadores de Finlandia en nuestra Universidad”, sostuvo el Rector Zolezzi.
Por su parte, el director del Departamento de Educación del Plantel, Dr. Saúl Contreras Palma, valoró la existencia de varios proyectos de gran interés para la Universidad de Santiago de Chile, específicamente en el ámbito de la educación técnico profesional. “Estamos diseñando un seminario internacional programado para noviembre próximo, donde se analizará la relación entre la teoría y la práctica”, reveló.
“Transferencia de metodologías”
Es recurrente escuchar las más diversas referencias al modelo educacional de Finlandia. Particularmente en Chile, donde habitualmente se insiste en importar su sistema y aplicarlo para enfrentar los desafíos y las problemáticas que enfrenta la educación nacional.
Uno que conoce de cerca ese escenario es Mika-Markus Leinonen, quien además de ser cientista político, ha desarrollado una importante carrera diplomática. Entre sus primeras misiones estuvo la de reabrir en 1990 la embajada de Finlandia en Chile. Fueron cuatro años en los que conoció el país, a lo que se sumaron varios viajes posteriores, considerando que su esposa es chilena. Desde enero de 2015 se instaló nuevamente a trabajar aquí. Esta vez como embajador.
Su experiencia le permite asegurar que en ningún caso se trata de replicar modelos, sino que de concentrarse en las metodologías. “No se puede imitar ni traer un sistema, porque todo lo que se relaciona con la educación debe ser contextualizado, absolutamente todo. La idea es traer metodologías, siempre que se trate de condiciones similares”, explica.
Junto con plantear la necesidad del perfeccionamiento de los actuales profesores, destaca que ha comprobado personalmente cómo en colegios chilenos, que han introducido la metodología finlandesa, esto ha funcionado muy bien.
¿Más similitudes que diferencias?
Según el embajador, no hay duda de que su país puede ser un referente para las reformas que se quieren implementar en Chile, dado el proceso de transformaciones sociales en el que se encuentra, similar al experimentado por Finlandia, un país que transitó de un sistema agrario a un exitoso modelo de desarrollo. “El crecimiento económico implica que también crece la clase media, motor sin el cual no funciona ninguna democracia occidental”, asegura.
Se trata de un proceso muy similar al que ocurrió en Finlandia, recuerda el embajador, donde en menos de 40 años se convirtió en un país post industrializado. De hecho, aclara que “esto significó que un importante flujo de personas abandonó el campo para instalarse en centros urbanos, dejando de lado su contexto y raíces culturales. Es lo mismo que está ocurriendo en Chile, con consecuencias que pueden verse reflejadas en los colegios”.
Incluso reconoce que se trata del proceso conlleva importantes cambios psicológicos y sociológicos. “Entender qué ocurrió, cómo el sistema educativo logró o no facilitar el proceso de transformación total de la sociedad, podemos hacerlo, pues tenemos pruebas científicas y lo hemos estudiado”, manifiesta el diplomático.
Invertir en ciencia y tecnología
Otro factor de similitud entre Finlandia y Chile al que apunta el diplomático es la escasez de recursos humanos. En ese sentido, el embajador Mika-Markus Leinonen advierte que un país pequeño no puede tratar ese recurso como lo están haciendo Estados Unidos y Rusia. “Ellos están buscando a los talentosos y el resto poco importa. Nosotros tenemos que cuidar a cada uno, porque de lo contrario estaríamos despreciando el recurso más importante, que en el caso de Chile incluso es más importante que el cobre”, destaca con preocupación.
El trabajo desarrollado por su país le permite asegurar que cuando se mantiene la inversión en el largo plazo y de manera continua, lo que se hace es crear una base de conocimiento. En ese sentido plantea que “la lógica de primero generar ganancias y después invertir, no es el camino correcto. Capaz que se pueda seguir excavando cobre y venderlo así, tal cual. Pero hemos podido comprobar que funciona mejor al revés”.
En consecuencia detalla con satisfacción que en Finlandia, al finalizar la enseñanza escolar, solo el 3% de los estudiantes no continúan con estudios superiores. “El 53% ingresa a las universidades y el 44% opta por el camino técnico profesional, lo que demuestra que esto debe ser una política permanente, que permitan además que el país pueda adoptar nuevas tecnologías”, concluye el diplomático.