Preocupación se ha generado en el norte de Chile, por el posible aumento de enfermedades respiratorias e infecciones, entre otros riesgos para la salud, tras las intensas lluvias y los aluviones que azotaron a las regiones de Atacama y Antofagasta.
Los desechos arrastrados por los desbordes de los ríos y el hacinamiento en los centros de albergue, junto a otros factores, configuran un complejo panorama en materia de salubridad pública.
Al respecto, el epidemiólogo y vicedecano de Investigación y Desarrollo de la Facultad de Ciencias Médicas de nuestra Universidad, Dr. Luis Martínez, dijo confiar en la labor que las autoridades del área de salud han dispuesto para evitar un contagio mayor.
“Confío en que el sistema de salud chileno, que tiene experiencia ante situaciones de catástrofe, está haciendo sus mayores esfuerzos para controlar los riesgos sanitarios en la zona, sobre todo en los lugares de albergue”, expresa Martínez.
El académico indicó, además, que, si bien la situación en el norte chileno es muy compleja, es posible evitar un contagio masivo, adoptando una serie de precauciones.
“No porque haya una catástrofe, inevitablemente se va a producir una epidemia de mayor magnitud”, aclara.
Precauciones
“Lo fundamental para evitar, por ejemplo, enfermedades gastrointestinales, es asegurar el suministro de agua en cantidad y calidad suficientes para la población”, plantea el especialista.
Agrega que de no existir red de agua potable, ésta debe ser proveída en camiones aljibes o embotellada de manera urgente.
Además, el académico afirma que la eliminación de desechos debe realizarse de modo adecuado y, para ello, es necesario proveer a la población de baños químicos y contenedores con tapa donde depositar la basura doméstica de manera ordenada.
“Se ha informado que tras el aluvión, en algunos sectores han existido plagas de ratones y en otras zonas se destruyeron rellenos sanitarios. Si hubiese una buena prevención primaria de estas situaciones, se debería haber pensado en un lugar donde depositar los desechos, antes de esta emergencia”, señala Luis Martínez.
“Otro de los factores de riesgo es la contaminación ambiental que puede desencadenar infecciones respiratorias agudas”, explica el académico. Asimismo, enfatiza en el llamado a tener especial precaución en los recintos de albergue, donde pueden propagarse sarna o pediculosis.
Finalmente, el epidemiólogo recuerda “mantener la higiene personal, por ejemplo, a través del lavado de manos antes de consumir alimentos”.
Ante estos riesgos, el experto de nuestra Universidad, llamó a seguir las instrucciones del Ministerio de Salud para sus campañas de vacunación contra la influenza, el tétanos y la hepatitis A.