Así lo sostiene la académica Tammy Gregersen de la University of Northern Iowa, quien se integró al Departamento de Lingüística y Literatura de la Facultad de Humanidades, por este mes, en el marco de una beca Fulbright. En esta entrevista aborda su trabajo en torno a la emoción en el lenguaje y el futuro del spanglish.
Más allá de los ripios de su español apurado, lo que más llama la atención de la Dra. Tammy Gregersen es su energía al comunicar. La académica de la University of Northern Iowa, está realizando este mes una pasantía en nuestro plantel gracias a una beca Fulbright, que la trae de nuevo a nuestro país donde ha generado estrechos vínculos con los profesores Dr. Miguel Farías y Dra. Katica Obilinovic de la Facultad de Humanidades (FAHU), con quienes ha desarrollado un largo trabajo colaborativo en el área de la enseñanza del inglés.
“Me impresiona el altísimo costo de vida. Me cuesta entender cómo los chilenos pueden sobrevivir con un sistema de transporte y con una alimentación tan cara”, comenta la experta sobre los aspectos que más le llaman la atención del país, donde vivió desde 1987 hasta el 2002. Primero trabajó como profesora de literatura inglesa en el colegio Nido de Águilas, después se casó con un chileno y se radicó en Copiapó donde se incorporó como académica de la Universidad de Atacama. “Allí ayudé a crear el Departamento de Inglés y comencé a desarrollar líneas de investigación relacionadas con la importancia de la emoción en el lenguaje”.
- ¿Cómo surge el interés por abordar este tema?
- Porque el chileno es muy consciente de su imagen, más que personas de otras culturas. Por lo mismo, mi gran problema cuando hacía clases fue hacer que los estudiantes lograran conversar entre ellos, que fueran capaces de romper el cerco de la ansiedad. Fue este inconveniente el que me motivó a desarrollar una línea de investigación relacionada con la emoción en el lenguaje y así tener más herramientas para la enseñanza del inglés. Como por ejemplo, la importancia de mirar a los estudiantes y ver cómo reaccionan frente a los ejercicios que uno da en clases. El error más común de los profesores de inglés es la forma en cómo corrigen. Los estudios indican que la mejor forma de resolver los errores se da cuando el profesor guía al estudiante hacia la solución para que integren el nuevo conocimiento.
Spanglish: orgullo por la identidad
Dentro de las actividades académicas de la Dra. Gregersen en el centro de estudios Enzo Faletto de la FAHU, lugar donde se imparte el Magister en Lingüística Aplicada, destaca la conferencia “Spanglish: La coexistencia de dos idiomas en los Estados Unidos”, en que la académica ahondó en variados aspectos de esta convivencia lingüística que se da en EE.UU y que está estrechamente relacionada con la gran población latina que reside en ese país.
-¿Por qué el spanglish ha logrado perdurar?
-Porque la gran población migrante latina no se está aculturizando, están manteniendo su cultura y eso significa que de alguna forma conserva su idioma mientras vive en un país de habla inglesa, es así como se mezclan los idiomas, originando el surgimiento de un tercero. El spanglish incluso surge en un marco de orgullo por la identidad y la pertenencia. A diferencia de como se cree, el spanglish no es propio de las clases bajas, es utilizado por el ciudadano común y corriente.
-¿Cuál es el futuro del spanglish?
-Existen tres posibilidades con respecto al spanglish: que desaparezca, que perdure como un dialecto o que se transforme en una lengua. En mi opinión creo que derivará hacia un dialecto, no creo que desaparezca porque surgió como una herramienta de comunicación a diferencia del Esperanto, que fue una lengua creada “desde arriba” y que nunca pudo instalarse.
-Más allá del spanglish, existe también un lenguaje no verbal que lo acompaña…
-Es una materia que me he dedicado a investigar y que en inglés se denomina Gestural Codeswitching o Cambios de Códigos Gestuales en español, que trata sobre transferencias culturales. Yo estoy casada con un chileno y cuando él quiere algo apunta con los labios y dice: “Give me that”, ¡ese gesto es muy chileno! y ha sido transferido a una expresión en inglés. Ese tipo de códigos gestuales son muy importantes porque a través de ellos expresamos la emoción. Si se produce un choque entre lo que digo y lo que muestro en términos gestuales, la otra persona se inclinará siempre por la expresión corporal porque creemos más en un gesto que en la palabra.