En un viaje exploratorio al Valle del Elqui, un equipo de investigación de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Santiago de Chile, realizó una visita de reconocimiento a la zona entre los días 28 de julio y 1 de agosto, con el fin de desarrollar el proyecto “Patrimonio vernáculo de tierra en el Valle del Elqui: catastro, diagnóstico y lineamientos para su rehabilitación".
La unidad investigativa está liderada por el académico de nuestra Universidad, Dr. Carlos Muñoz Parra y a él, se suma un equipo de expertas Usach compuesto por la arquitecta Carolina Valdés y la estudiante del Máster Integrado en Diseño Arquitectónico, Catalina Acuña.
El grupo cuenta con la significativa colaboración de las investigadoras externas Dra. Natalia Jorquera Silva, académica e investigadora en temas de tierra por la Universidad de La Serena y la Universidad de Chile; y la Dra. Liuba Alberti, experta en metodología de investigación.
En palabras del director de la Escuela de Arquitectura Usach, Rodrigo Aguilar Pérez, las nuevas aproximaciones a los estudios sobre valorización patrimonial ponen en el centro de la discusión a las personas, las cuales constituyen actores preponderantes en la construcción significativa de su entorno.
“Consideramos que la relevancia de la investigación llevada a cabo por los profesores Valdés y Muñoz corresponde al acento precisamente en la consulta y la recopilación de testimonios de las comunidades sobre el patrimonio vernáculo en tierra en el Valle del Elqui, y esta acción es una forma de involucrar y comprometer a sus habitantes en el cuidado, valoración y sentido de pertenencia sobre la arquitectura y el entorno edificado”, aseguró.
Reunión con autoridades
Para la coinvestigadora y gestora del proyecto, académica Carolina Valdés, esta visita a la localidad de Vicuña y sus alrededores, ha sido una gran experiencia para el desarrollo investigativo sobre patrimonio en arquitectura y construcción en tierra.
“Hay un rico patrimonio de tierra aquí en la región, aunque algunos están en malas condiciones. Estamos muy contentos de poder trabajar y poner en valor estas edificaciones. Sin duda, estamos felices de colaborar desde el ámbito académico de la investigación”, señaló la profesora que vivió dos años en la zona.
En este reconocimiento, además de compartir con vecinos y vecinas del territorio se realizó una reunión con autoridades de la comuna. Estas edificaciones construidas con técnicas de tierra y de un inminente valor patrimonial, presentan un deterioro que se ha ido acumulando en el tiempo y necesitan ser rehabilitadas, de modo que puedan ser conservadas.
El proyecto
El Dr. Carlos Muñoz Parra, nos dio mayor detalle de la importancia del proyecto y de la arquitectura y construcción en tierra para el desarrollo de polos económicos y el cuidado del medioambiente.
¿Desde cuándo nace el interés del equipo y la Escuela por la arquitectura y construcción en tierra?
Hace un tiempo ya que llevamos una participación efectiva en este tema y no solamente teórica, sino que también empírica. De hecho, somos parte integrante de una Red de Arquitectura y construcción en Tierra (ARCOT), que es una cátedra Unesco, donde participan otras siete universidades del Consejo de Rectores. La idea es proyectar la arquitectura y construcción en tierra como una metodología vernacular, o sea de orígenes ancestrales, que se preocupó de generar producción del hábitat a partir de los recursos disponibles y que además son sustentables.
¿Cómo ha sido la experiencia de comenzar a trabajar en esta investigación?
Somos muy llevados a utilizar la metodología de Aprendizaje Servicio, en nuestros proyectos de titulación, donde estamos estrechamente ligados a las necesidades, requerimientos, aspiraciones y sueños de quienes habitan los territorios. En este caso, quisimos darle relación con la vinculación con el medio, en el sentido del rescate patrimonial, por todo lo que significa su desarrollo en tierra y que ha potenciado la actividad económica a través del turismo de intereses espaciales. A partir de lo que la arquitecta Carolina Valdés nos contó, realizamos un catastro de localidades, pero esto debía ser validado por las comunidades, por lo que conversamos con ellas, escuchamos sus opiniones sobre estos edificios que estaban en estado de deterioro severo y que eventualmente podrían servir para alguna otra función que fuera en ayuda del desarrollo de la calidad de vida de las personas que habitan este territorio.
¿Cuál es la proyección que ustedes le dan a esta iniciativa de desarrollo patrimonial en tierra?
En cuanto a lo que plantea la Escuela de Arquitectura, esto nos permite abrir una puerta al desarrollo de la arquitectura y construcción en tierra, que no es solamente desarrollar tecnologías vernaculares al rescate de sistemas constructivos sustentables, sino que también, poner en valor la arquitectura de otro tiempo. La idea es que herede una posible nueva funcionalidad, lo que les dará una nueva vida a esos edificios a través de la tecnología y de la visión de intereses patrimoniales y de lo que opina la propia comunidad respecto a estos edificios.