- Según el investigador del Departamento de Física del Plantel, Dr. Ernesto Gramsch, la disminución de las emisiones de partículas finas en la Región Metropolitana, debe ir de la mano con el diseño de políticas a largo plazo que consideren cambios estructurales y sociales. Propone, entre otras medidas, que se mejore el transporte público, de manera de desincentivar el uso de vehículos particulares.
El 4 de noviembre pasado, mediante un decreto aprobado por la Contraloría General de la República, Santiago fue declarada como zona saturada de material particulado menor a 2.5 (mp).
Desde el gobierno justificaron tal calificación, pues la concentración de 24 horas para tales partículas, sobrepasa la norma. Según fuentes del Ministerio de Medio Ambiente, seis estaciones de monitoreo, registraron promedios diarios superiores a los 50 ug/m3 determinados como límite.
Según un estudio realizado por el Dr. Claudio Vargas para el Ministerio de Salud en el año 2011, el material particulado fino está compuesto de sulfato, nitrato, amonio, carbono elemental, de compuestos orgánicos como los HAP y metales como plomo, cadmio, vanadio, níquel, cobre, zinc, manganeso, hierro. Afirma la misma investigación, que las emisiones nocivas se generan mediante la combustión del carbón, petróleo, gasolina, diesel o madera. Además, en procesos a altas temperaturas como fundiciones y siderúrgicas.
A juicio del académico del Departamento de Física de nuestra Casa de Estudios, Ernesto Gramsch, y experto en contaminación ambiental, la medida es importante porque “hace muchos años que Santiago está con niveles que son más altos que los recomendados por todas las normas chilenas”. Además, recalca el experto, los grados exhibidos de tales partículas en el ambiente, son de gran nocividad para la salud de las personas. “Lo que sucede es que cuando uno respira, esas partículas penetran hasta los alvéolos; es decir , donde se produce el intercambio de oxígeno con la sangre”.
Otro efectos negativos para la salud, relacionados con las emisión de partículas finas, comprende daño al sistema respiratorio, cardiovascular y tejido pulmonar. Además, se le asocia como causa de cáncer.
Plan de descontaminación
Con lo sancionado por la Contraloría, el Ministerio del Medio Ambiente vislumbra la elaboración de un plan de descontaminación para la Región Metropolitana. Sin embargo, para el Dr. Ernesto Gramsch, la iniciativa debería considerar el promedio anual de emisiones. Según el académico este indicador “es más importante en términos de salud, porque lo que en definitiva importa son los efectos en el largo plazo”. Por eso “no tiene trascendencia si uno está expuesto un día a niveles altos; pero sí, si se está mucho tiempo”.
El hecho que hayan declarado zona saturada por el promedio diario -enfatiza Gramsch- significa que el plan va a tener que hacerse basado en esos niveles. Entonces -estima el especialista- las autoridades deben ser cuidadosas en las medidas que adopten, pues “si no lo hacen bien, quedarán un poco al debe”.
Según el experto en contaminación ambiental, una medida simple para disminuir los niveles diarios de material particulado en el ambiente, por ejemplo, consistiría en restringir el tráfico de vehículos particulares por las calles de Santiago. Sin embargo “eso va a lograr que en algunos días no superemos la norma, pero la anual va a seguir siendo superada y los efectos en la salud van a ser exactamente los mismos”, explica el académico.
Medidas para disminuir los niveles
“Creo que deberían hacerse cambios estructurales, que permitan en el largo plazo, disminuir los niveles de contaminación”, afirma el Dr. Gramsch. “Por ejemplo -propone el especialista- se debería mejorar el transporte público, de manera que baje el interés por el uso de vehículos particulares”, concluye.
En cuanto al uso de la leña -que lanza a la atmósfera 2 mil 186 toneladas de material particulado al año- el especialista lo ve como un tema necesario de resolver de alguna forma, pues “uno no puede dejar a la gente sin calefacción. No es cosa de decir: ‘usted no puede encender su estufa’, no se puede”, sentencia.
El físico de la U. de Santiago, comparte la visión del presidente del Colegio Médico de Chile, Enrique Paris, quien cree que debe educarse a la población en la materia, para que se eviten exposiciones a sustancias dañinas en el ambiente. Además, cree que tal cultura pasa por “que la gente que tiene los medios para calefaccionarse con otro sistema, que no use leña; y que quienes puedan ir a sus trabajos en transporte público, lo hagan”.