Para el director de la Sociedad Chilena de Emergencia Pediátrica, Dr. Javier Bravo, es importante estar atentos a síntomas como fiebre, hinchazón y agotamiento en “niños casi lactantes desde el primer año, hasta los 20 o 21 años más o menos, con una máxima de casos entre niños de 7 a 10 años”. El Dr. Ignacio Silva, en tanto, llamó a extremar protocolos de prevención, sobre todo en menores que retornan a clases presenciales.
“Es un síndrome que se asocia al COVID-19, que se ve principalmente en niños, también en adolescentes, no se ve en adultos. No necesariamente tienen síntomas respiratorios previos y evidentes de Coronavirus ya que la manifestación más significativa es la fiebre”, comentó el Dr. Ignacio Silva.
Según cifras del Ministerio de Salud, desde que el Coronavirus llegó a nuestro país más de 73 mil niños y niñas se han contagiado de COVID-19, y poco más de 200 menores han sufrido del Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico (PIMS), infección asociada por el SARS-Cov-2.
Para el especialista en infecciones y académico de la Escuela de Medicina de la U. de Santiago, Dr. Ignacio Silva, el síndrome asociado a la actual pandemia no se ha visto en adultos, y a pesar de que es muy poco frecuente en nuestro país, los padres deben estar atentos a los síntomas que se presentan a la o el menor.
“Es un síndrome que se asocia al COVID-19, que se ve principalmente en niños, también en adolescentes, no se ve en adultos. No necesariamente tienen síntomas respiratorios previos y evidentes de Coronavirus ya que la manifestación más significativa es la fiebre”, comentó. Destacan además la hinchazón de labios, manchas en la piel y también pueden producirse vómitos, dolor abdominal, hinchazón de manos y pies por acumulación de líquido o edemas.
El infectólogo del Hospital Barros Luco advirtió sobre la importancia de la atención oportuna como uno de los factores para atender este síndrome.
“También puede haber dolor de cabeza, aumento de tamaño de los ganglios y asociarse conjuntivitis. Puede tener una evolución tórpida, con criterios de gravedad y eventualmente conducir a la muerte. No es para nada frecuente, pero lo importante es identificarlo a tiempo para que se dé el soporte necesario al niño, probablemente en una Unidad de Cuidados Intensivos”, indicó el especialista.
Ante esto, el pediatra y director de la Sociedad Chilena de Emergencia Pediátrica (SOCHEMP), Dr. Javier Bravo, enfatizó en que el diagnóstico es una “respuesta posterior a la infección del SARS-Cov-2, no asociado directamente a este y que “puede abordar desde niños casi lactantes desde el primer año hasta los 20 o 21 años más o menos, con una máxima de casos entre niños de 7 a 10 años”.
“Este síndrome se esparce entre las cuatro a seis semanas después de la infección por COVID. En términos muy sencillos, el PIMS es una desregulación del sistema inmune después de la infección por Coronavirus. Es como que nuestras células de defensa quedan totalmente desordenadas y eso provoca que el cuerpo esté en constante inflamación, como si uno corriera en un partido de fútbol permanentemente, donde el corazón se acelera y se le exige al cuerpo como si estuviera en estrés constante”, explicó.
Una atención precoz
Coincidiendo con el Dr. Silva respecto a los síntomas, el académico del Departamento Clínico Usach y médico de la UCI pediátrica de la Clínica Dávila destacó que como cuidado principal los padres y madres deben poner especial atención a la fiebre, caracterizada por durar más de tres días y tener en cuenta como segunda alerta el cansancio y agotamiento del menor durante ese periodo.
“Hay que pensar de una manera distinta porque, lamentablemente, tenemos la conciencia de que COVID es algo respiratorio, y el PIMS se presentan también, pero no es lo principal que puede dar. Como papá o mamá hay que estar atentos justamente a cualquier fiebre sobre 38° que dure tres días y más. Sí o sí es muy prudente llevar al niño a la consulta y evaluarlo. Si tengo un niño con un cuadro febril y yo lo veo que está muy agotado ya es una segunda alerta para poder tener asesoría médica”, apuntó.
Según el Dr. Bravo, el síndrome que ya tiene una víctima fatal en nuestro país por un caso en Puerto Montt, se vería también con más frecuencia ante la reciente alza de casos en nuestro país. Cifras oficiales del Minsal revelan que desde enero de este año ya contamos con 16 casos de niños que han sido atendidos y hospitalizados por PIMS.
“La respuesta sobre cómo debiéramos cuidar de los pequeños es majadera: lavarse las manos, evitar los lugares con aglomeraciones, usar mascarilla en forma regular. Una atención precoz y un consiguiente soporte médico permite que el niño tenga finalmente una buena evolución”, indicó el director de la SOCHEMP.
Finalmente, y coincidiendo con el Dr. Silva llamó a la responsabilidad y a tomar atención sobre todo con los niños y niñas que actualmente retornan a sus lugares de estudios y que pueden estar más expuestos al virus.
“Si ven que su hijo está enfermo, que tiene fiebre y tiene algún malestar importante que no cede con los analgésicos habituales, hay que recurrir a un médico prontamente para que sea evaluado”, concluyó.
Autor:
María José Sandoval
Fotografía:
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