Una cuarentena total tardía y baja transparencia en los datos, son algunos de los factores considerados por expertos de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago para sostener que el manejo del gobierno ha estado “al debe” ante la pandemia por COVID-19 en Chile.
Para el académico de nuestro Plantel y doctor en Salud Pública de la Universidad de Pittsburgh, EE.UU, Christian García, la decisión de mantener en confinamiento a casi toda la Región Metropolitana, ha sido una medida “reactiva” y no “preventiva”.
“El aumento en el porcentaje de positividad tenía una circulación activa cada vez mayor. A medida que buscábamos más, encontrábamos más casos, por lo tanto, creo que la medida (de confinamiento) está en la línea de lo correcto, nos va a permitir reducir los contagios. Probablemente tendrá que durar más de los que hubiese durado si hubiésemos hecho esto antes, pero siempre queda tiempo y una ventana, aunque sea pequeña, para proteger a la población y a las personas con enfermedades graves y prevenir muertes”, señaló.
No obstante, pese a que, a juicio de García, las decisiones han llegado tarde, consideró decisiones “positivas”, por ejemplo, la preparación anticipada de camas en Espacio Riesco o la compra de ventiladores, “que podemos discutir si eran más o eran menos, pero sí muestran un intento de tener mayor número de insumos para poder ofrecer estos servicios”.
“Ahora, no sabemos si estos insumos van a ser suficientes, pues está muy tensionado el sistema. Es evidente que si aumentan los contagios, aumentarán los casos graves que necesiten hospitalización y también los fallecidos. Por lo tanto, lo que podemos esperar es que las siguienes dos, tres o cuatro semanas, sean muy duras respecto a la atención de las personas”, agregó el académico.
A su vez, el egresado de la Usach y profesor vinculado a la Unidad de Bioética de la Escuela de Medicina, Andrés Garrido, quien trabaja en el Hospital del Salvador, consideró que, si en la evaluación global del sistema de salud en Chile, “incluimos el área de gestión y el rol del Ejecutivo, yo creo que se ha hecho mal”.
“Hay claramente una diferencia entre el equipo de salud que está en terreno trabajando, los grupos de epidemiólogos, organizaciones no gubernamentales que están queriendo aportar y decir algo y, por otro lado, el Ejecutivo”, aclaró .
“Sería muy injusto evaluar al sistema de salud, con sus miembros, incluyendo a los técnicos en particular, desde el personal auxiliar del servicio hasta los médicos y directores de hospitales. Acá hay claramente una diferencia entre el trabajo que estamos realizando en terreno, haciendo el seguimiento de los pacientes, educando a la población, atendiendo casos con todas las medidas de protección con las que disponemos que son bastantes limitadas, y la gestión a nivel político que creo está completamente al debe”, agregó
Para Garrido, que también colabora en la Dirección de Salud de El Bosque en el seguimiento de pacientes COVID-19 positivos, uno de los factores más preocupantes es la poca claridad en los datos.
“La publicación que hizo el medio Interferencia, del mapa modificado y los datos que no estaban siendo transparentados a la comunidad científica, ni a los tomadores de decisiones, yo creo que es gravísima”, sostuvo, agregando que, le parece particularmente preocupante situaciones como las de Recoleta, donde existía un desconocido número de contagios. “Espero que no haya habido una intencionalidad política al negarle (durante tantos días) la cuarentena”, expresó.
Finalmente, agregó que ante esta pandemia “nadie sobra”.“Lo mejor del sistema de salud son sus funcionarios comprometidos y su gran nivel. El éxito de lo que se viene depende de cómo cuidamos de nuestro equipo de salud, desde auxiliares hasta médicos”, subrayó.