- La investigadora de IDEA y especialista en el análisis de los vínculos entre movimientos sociales y avances científicos, Dra. Gloria Baigorrotegui , asegura que hay que considerar varias acciones antes de hablar de apagón energético, como por ejemplo, transformar la institucionalidad, considerando argumentos de eficiencia, desarrollo y gestión, sin excluir a las comunidades y sus territorios.
La investigadora de la Universidad de Santiago, Gloria Baigorrotegui se especializa en estudiar los vínculos entre movimientos sociales y avances científico tecnológicos, por eso ha estado atenta a la evolución del proyecto HidroAysén desde su nacimiento hasta su más reciente capítulo, marcado por la revocación de la calificación ambiental por parte del Comité de Ministros, el pasado martes 10 de junio.
A juicio de la investigadora del Instituto de Estudios Avanzados de la U. de Santiago, los cuestionamientos ala transparencia en los procesos de certificación del proyecto, nacidos desde las comunidades circundantes y luego, desde el resto del país, dan cuenta de las tensiones al interior de la institucionalidad, y que es parte de las tareas a solucionar.
“Las comunidades están adquiriendo interés por los temas que impactan a sus localidades. Asimismo, se están haciendo visibles las tensiones de la política energética, que no tiene en cuenta el territorio” señala Gloria Baigorrotegui.
Camino por andar
Pese a que se habló de la escasez energética que significaría el rechazo a HidroAysén, la académica desconfía de que esta amenaza sea real. “Para mí son espacios discursivos. Hay muchas cosas que hacer antes de que haya un apagón”, sostiene en referencia a los ejes de la de la agenda energética, como fortalecer la institucionalidad existente, elaborar una política de Estado, ampliar la matriz y promover el uso de gas natural, entre otras medidas anunciadas por la Presidenta Bachelet en mayo de este año.
“Si bien es cierto que se necesita más energía, la pregunta importante es ‘cómo generarla’. Ahí se verá cuánto pesan las medidas de ahorro, eficiencia y de ampliación del mercado”, señala la Dra. Baigorrotegui.
La investigadora advierte que pese a la posibilidad de que HidroAysén apele al rechazo de su certificación ambiental, el aspecto energético cobrará más importancia. “El tema del apagón no lo veo posible todavía, creo que falta mucho por analizar. Hay más cosas que tomar en cuenta y las políticas energéticas tienen que mirar hacia el futuro y no tanto en la ganancia a corto plazo”, puntualiza.
Uno de los aspectos a tomar en cuenta es el costo futuro de la energía. Al respecto, la académica de la Universidad de Santiago puntualiza que “el tema de los precios está vinculado con el sistema marginalista y el rol que tiene el Centro de Despacho Económico de Carga. Ellos son los que instalan el precio y la fijación de tarifa, y eso también se puede modificar dentro de la institucionalidad, porque como encargados de instalar los precios, lo han hecho muy: los precios son muy altos y las licitaciones, muy poco competitivas”.
También opina que desde la política representativa, deben modernizarse algunos aspectos. “Evidentemente se trata de asuntos económicos que van a tener que repensarse. El escenario no puede ser dinero por más dinero, sino que hay que considerar argumentos de eficiencia, desarrollo, y de cómo se dará éste desde los propios territorios. No es menor que en la nueva agenda del ministro Pacheco se considere aumentar el vínculo con las políticas energéticas, las normativas y la evaluación de los proyectos, porque es muy precario el sistema todavía”, explica.
En ese sentido, la Dra. Gloria Baigorrotegui cree que la estrategia del Gobierno de sumar a actores de oposición para la tramitación de la agenda energética, “tiene que ver con un apaciguamiento del sector empresarial. Hay que hacer una transformación para mejorar la competencia, porque en las condiciones actuales, no hay competencia”.
Triunfo para los movilizados
La académica considera importante el rol que jugó la ciudadanía y especialmente las comunidades que pusieron tanto este tema, como el del proyecto termoeléctrico Barrancones en la agenda nacional, logrando cambios no sólo a través de la participación activa en las movilizaciones, también en las alianzas con equipos de expertos de universidades y profesionales,“ que a través de sus argumentos técnicos dijeron de manera clara que se trataba de malos proyectos”, indica Gloria Baigorrotegui.
La Dra. especializada en estudios sociales y políticos de la ciencia y la tecnología, valora el impacto de la campaña Patagonia Sin Represas, apoyada por organismos internacionales y también de Consejo de Defensa de la Patagonia. “La ciudadanía en general vio que después de lo de Barrancones era posible hacer o detener cosas y salió a la calle a criticar el modo de cómo se hizo el proyecto”, sentencia.