Esta semana se vivió en Santiago la primera emergencia ambiental del año. De acuerdo a la autoridad, el evento se debió en gran parte por el aumento de emisiones asociado a la final de la Copa América Centenario entre Chile y Argentina, factor que finalmente fue considerado por la autoridad para determinar estas situaciones.
El experto en modelos de pronóstico de contaminación ambiental de la Universidad de Santiago, Patricio Pérez, sostuvo que es lícito considerar este factor como antecedente. No obstante, criticó que “se mira con cierta resignación o indolencia estos eventos. Es decir: esta vez fue el partido y mala suerte, no hay nada que hacer y tenemos que convivir con esto. Eso es claudicar ante estas situaciones”.
“Los niveles de material particulado que se alcanzan en estos días -por ejemplo, el domingo en la noche o en el partido con México- causan espanto en las organizaciones de salud. Son niveles que se alcanzan en muy pocas partes del mundo, como Beijing u otros países asiáticos donde hay poco desarrollo del control de la contaminación, pero en Estados Unidos o Europa es casi imposible que se alcancen estos niveles”, agregó.
El Doctor en Física insiste en que “hay una claudicación de parte de la autoridad en el sentido de que no hay nada que hacer. En este caso, el partido de fútbol nos sobrepasó y no hay una reacción ante una situación que se nos viene de frente, con valores de contaminación que superan con creces cualquier valor recomendado para la población”.
“Lo mismo observo en la situación del sur de Chile”, complementa Pérez. “Se ha dicho que las decenas de emergencias ambientales que se han producido en Coyhaique este año se deberían a la escasez de lluvias en la zona sur, como diciendo ‘somos víctimas de la meteorología y no tenemos nada que hacer’. También allí hay una resignación, una claudicación que yo veo que no se está abordando con la eficacia que uno esperaría”.
Para el experto, lo que hace falta es “una campaña de información que cause impacto, para que la población entienda cuál es la consecuencia de la contaminación en la salud de las personas. Así, la gente que usa fuentes contaminantes se autoimpondrá sus propias restricciones”.
“Claramente, fiscalizar todas las estufas a leña en Santiago cuando hay episodios es imposible, y uno tiene la sensación de que la gente que las usa no les importa. No ha habido una campaña orientada en los efectos en la salud”, recalca.
Pronóstico para la semana
Para el académico, el mes de junio ha sido particularmente complejo producto de la seguidilla de episodios de alerta o preemergencia ambiental en la capital, las cuales han sido motivadas por las malas condiciones de ventilación en Santiago, factor que se suma a la ausencia de lluvias.
En ese sentido, asegura que las condiciones de ventilación para esta semana serán regulares y que los índices de contaminación no van a estar tan críticos como en los días pasados. “Sin embargo, la situación oscilará entre alertas y preemergencias porque, a pesar de que la ventilación no se prevé tan mala, tampoco se ve que esto vaya a mejorar significativamente. Se podrían ver los niveles actuales con ciertas variaciones”, puntualiza.
Respecto al término de la Copa América Centenario, que obligará a no considerar este factor en el pronóstico de la calidad del aire de los próximos días, señala que para la ciudad “claramente, es un alivio. Lo más probable es que si hubiese otro partido en esta época de mala ventilación, se habría producido otra situación crítica, considerando que no hay manera de impedir que la gente emita contaminantes”.
Finalmente, para el Doctor Pérez, incorporar los partidos en el sistema de pronóstico deja una enseñanza. “Eso quiere decir que los niveles pueden alcanzarse cuando se producen situaciones inesperadas. En este caso fue un partido, pero en otro, puede ser un uso excesivo de estufas a leña o una congestión vehicular muy grande en algún sector de la ciudad. Esas cosas que a veces no son cotidianas, pero producen un aumento de emisiones, pueden incidir muy fuertemente en los niveles de contaminación”.