Experto en Ingeniería Ambiental, Dr. Luis Díaz Robles: “Si yo fuera jugador de la Copa América, no juego si veo ese nivel de humo”

“Cuando hay emergencia y preemergencia ambiental se obliga a la población a apagar las estufas a leña y se prohíben las actividades deportivas al aire libre en los colegios”, pero, “paradójicamente, no se suspenderán los partidos aunque haya emergencia”, hace notar el experto en Ingeniería Ambiental y académico del Departamento de Ingeniería Industrial de nuestra Universidad, Dr. Luis Díaz Robles. Informes especializados han dado cuenta que cuatro de las ocho sedes -Concepción, Temuco, Rancagua y Santiago- han presentado altos niveles de contaminación ambiental en las últimas semanas. Para el Dr. Díaz el tema no pasa por suspender el torneo, porque el país adquirió un compromiso, pero -por responsabilidad en salud pública- se puede generar una urgente campaña para evitar el uso de estufas a leña, que inciden directamente en la mala calidad del aire. Acciones como esta mitigarían eventuales problemas respiratorios, con pérdida de capacidad aeróbica de los deportistas.
Según la exposición a las sustancias tóxicas, diversas son las repercusiones nocivas para la salud.

Cuatro de las ocho sedes que albergarán la próxima edición de la Copa América, han presentado altos niveles de contaminación ambiental. Concepción, Temuco, Rancagua y Santiago, han sido objeto de medidas para disminuir los efectos nocivos que las partículas de material fino tienen en el aire.

Para el Dr. en Ingeniería Ambiental y académico del Departamento de Ingeniería Industrial de la Universidad de Santiago, Luis Díaz Robles, los efectos de los diversos compuestos químicos presentes en el material particulado, dependerán de la ciudad donde se produzca la exposición.

Explica que en el sur de Chile hay un humo bastante tóxico, con una importante cantidad de hidrocarburos aromáticos policíclicos. A su vez, en Santiago, “la mayoría del material particulado proviene de la combustión de diesel. Tiene tóxicos como el benceno, 1.3- butadieno y también aromáticos policíclicos”.

Por eso, expresa, “cada zona requiere un análisis específico, para poder determinar que composición tiene de material particulado”.

Según la exposición a las sustancias tóxicas, diversas son las repercusiones nocivas para la salud.

Explica que, en el corto plazo, suelen presentarse enfermedades respiratorias que se concentran tanto en la población más adulta como en la infantil. Asimismo, la presencia de patologías previas, también pueden gatillar complicaciones. En algunos casos, suelen ocurrir “ataques de asma para quienes padecen enfermedades previas como alergias” y, además, “puede haber incluso muertes prematuras en adultos, principalmente por problemas cardiorrespiratorios”.

A largo plazo, en cambio, las enfermedades m{as típicas son las crónicas que afectan al pulmón, como asma, e incluso cáncer. “En las ciudades que están altamente contaminadas con humo de leña, hay estudios que señalan que los tóxicos que están presentes, tienen gran incidencia en el cáncer testicular”, detalla el especialista.

Copa América

A juicio del Dr. Díaz, La realización de la Copa América, bajo las deficientes condiciones de ventilación de algunas sedes, propone una interesante controversia cimentada en las contradictorias decisiones que las autoridades han tomado en materia ambiental.

“Cuando hay emergencia y preemergencia ambiental se obliga a la población a apagar las estufas a leña y se prohíben las actividades deportivas al aire libre en los colegios”, pero, “paradójicamente, no se suspenderán los partidos aunque haya emergencia”, hace notar el experto en Ingeniería Ambiental, Dr. Luis Díaz Robles.

Para el Dr. Díaz el tema no pasa por suspender el torneo, porque el país adquirió un compromiso, pero -por responsabilidad en salud pública- se puede generar una urgente campaña para evitar el uso de estufas a leña, que inciden directamente en la mala calidad del aire. Acciones como esta mitigarían eventuales problemas respiratorios, con pérdida de capacidad aeróbica de los deportistas.

“Debiese realizarse un llamado a la responsabilidad social, para que las personas dejen de usar sus estufas a leña durante los días con altos índices de contaminación ambiental, porque el riesgo de un problema respiratorio provoca pérdida de capacidad aeróbica. Entonces, en el caso de los jugadores, obviamente ellos se apreciaría en una menor eficiencia en los partidos”, explica el Dr. Díaz.

Además, existe un riesgo latente para el público que asistirá a apoyar a sus equipos favoritos. “Van niños y adultos mayores y es grave si se exponen a ese nivel de contaminación atmosférica. El humo de leña es muy fino y permanece mucho tiempo en el aire, por lo que las personas van a captar mayores dosis al momento de tomar contacto con este contaminante”.

Respecto de la mala calidad del aire y la realización del torneo, el especialista expresa: “Si yo fuera jugador de la Copa América, no juego si veo ese nivel de humo”.

Un tema de Salud Pública

“Hay un tema de responsabilidad en salud pública”, enfatiza Díaz, porque, además de entregar un mensaje contradictorio a la población (los estudiantes no pueden hacer ejercicio pero sí los jugadores), se debe considerar que cada selección llega con varios días de anticipación. Entonces, durante una semana, al menos, están entrenando con altos niveles de contaminación y llegarán con los pulmones complicados a sus compromisos oficiales”.

Para evitar este problema, el especialista reitera que es urgente que la autoridad ordene y fiscalice el no uso de calefactores a leña, en forma inmediata. “Debiese haber una prohibición desde ya, lo que mitigaría las malas condiciones ambientales, de lo contrario habrá problemas con la salud de la población, pues los niveles de toxicidad alcanzados en el aire ponen en serio peligro la salud de jugadores e hinchas”, enfatiza.

Autor: 
Fernando Abarca Back