Precisan que Chile no está libre de una crisis producto de la corrupción, como en Brasil

  • Un estudio de la consultora PageGroup afirma que más de seis mil empresarios de la región, prevén un pésimo 2016 para Brasil y Chile, en materia de empleo e inversión, luego de los hechos de corrupción que han afectado a ambos países. 

 



El analista y cientista político del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de nuestra Universidad, Dr. Fernando Estenssoro, precisa que la situación de Brasil es mucho más delicada en comparación con nuestro país.

“En Chile como en Brasil hay corrupción y también se están investigando los casos, pero la situación es distinta, por lo menos hasta el minuto. Cada país tiene su particularidad, y en el caso de Brasil está en juego la democracia”, señala el investigador.

Explica que “la crisis de Brasil está más abierta, es decir, ya estalló; en Chile, tal vez, aún está madurando y puede que lleguemos al nivel de Brasil en un tiempo más, pero todavía no existe una realidad como la de ellos, donde ya está llegando el desconcierto”.

El académico argumenta que primero hay que enfatizar que “el impeachment contra Dilma Rousseff es un fenómeno netamente político, porque la mandataria suspendida no tiene ninguna investigación por corrupción”.

“En el Parlamento y en los sectores del gobierno aliado -que después dejaron sola a la Presidenta en el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB)-, quienes lideraron esta suerte de sacar a Rousseff de la presidencia al precio que fuera, están todos acusados de robar dinero; es decir, de llevarse miles de millones de dólares a paraísos fiscales”, subraya.

Ejemplifica que, “de la comisión de 60 diputados que aprobó el impeachment contra Rousseff, 38 votaron a favor. Y de esos 38, hay 31 que están acusados por la justicia de robar dinero. Incluso, de los 22 que votaron contra el impeachment, dos están acusados de robar dinero”.

Desconfianza contra Temer

El investigador sostiene que luego que Rousseff fuera destituida y asumiera la presidencia Michel Temer, “este nombró un nuevo gabinete, y de este nuevo grupo de ministros, hay siete que están acusados de robar dinero”.

“Los mismos que se escandalizaban y criticaban que el ex presidente Lula da Silva fuera nombrado ministro de la Casa Civil por Rousseff, porque aseguraban que la mandataria lo estaba blindando para darle fuero, tras las acusaciones de corrupción, el nuevo presidente nombra a 7 ministros para blindarlos”, explica.

El investigador sostiene que “quienes estaban apoyando el impeachment contra Rousseff, ahora también quieren que se vaya Temer. De hecho, estos últimos días ha habido grandes movilizaciones en su contra. Incluso, a las pocas horas de haber asumido, Temer comenzó a perder apoyo inmediatamente”.

Respecto del pesimismo económico que enfrenta Brasil, el académico puntualiza que “Temer adoptó medidas económicas, como por ejemplo, hizo un ajuste fiscal lo que se tradujo en desempleo. Además cerró el ministerio de Cultura, pero ante las movilizaciones en contra debió echar marcha atrás”.

Filtraciones

Añade que a estos hechos se suma la filtración de una grabación del ministro de Planificación, Romero Jucá, el supuesto hombre fuerte que tenía que llegar a recoger la economía de Brasil y volverla competitiva, nuevamente.

“En conversación con otro alto dirigente del PMDB (el expresidente de la petrolera Transpetro, Sérgio Machado), Jucá afirmaba que había que sacar a Rousseff cueste lo que cueste porque si no se iban a ir todos presos, ya que la mandataria no estaba haciendo nada para parar la investigación. Por lo tanto, era necesario poner a Temer en el gobierno para poder negociar con los jueces y parar los juicios. La mañana de este martes Jucá fue destituido”, refiere el analista.

El Dr. Estenssoro refuerza la idea de la baja popularidad de Temer asegurando que “Fernando Henrique Cardoso, ex presidente y jefe del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña), que es el partido más fuerte de la oposición, que apoyó el impeachment contra Rousseff, se están alejando de Temer porque estiman que no podrá cumplir los 180 días que dura el juicio contra Rousseff”.

“Se debe agregar que ya hay tres senadores que votaron a favor del impeachment que han señalado públicamente que cambiaron su voto porque se arrepintieron, y que por tanto ahora van a votar en contra”, prosigue el Dr. Estenssoro.

Explica que, “si esto prosigue, es difícil ver qué es lo que va a ocurrir. En este minuto no se puede descartar que Rousseff vuelva antes de lo previsto”, enfatiza el académico, acotando que “entonces el único pecado de Rousseff fue permitir que la justicia funcione”.

“La siguiente persona que asuma la presidencia, sea Rousseff o no, sin duda deberá solucionar el problema institucional”, concluye.